Se trata de un vuelo solidario al que se ha unido un grupo de 47 periodistas para cubrir la situación de los campamentos de refugiados saharauis. Los gastos no han sido sufragados por el Frente Polisario, sino por los medios de comunicación o los periodistas ‘freelance’ participantes
Amanece en la hamada argelina y una caravana de activistas, políticos y periodistas llegan al campamento de Bojador (Tinduf). En torno a 250 personas han llegado este lunes a través del primer vuelo organizado por el Frente Polisario desde el inicio de la pandemia. Tras la vuelta a las armas contra Marruecos, es la primera vez que la prensa puede hablar con los refugiados saharauis, cuya larga espera por el retorno a su país es el telón de fondo de la crisis hispano-marroquí del pasado mes de mayo.
A la delegación, integrada por miembros de organizaciones solidarias con el Sáhara Occidental, ciudadanos saharauis de la diáspora que quieren visitar a sus familiares, personal del Frente Polisario y políticos españoles, la acompañan 47 periodistas y fotoperiodistas nacionales e internacionales.
Entre ellos, se encuentran informadores de la BBC, The Economist, Der Spiegel, Associated Press, Radio France Internacional, Público de Portugal o Mediapart. Entre los medios españoles, además de elDiario.es, están haciendo sus primeras entrevistas a refugiados saharauis El País, Público, La Vanguardia y El Independiente, además de varios periodistas freelance.
En la larga lista de prensa, aún aparecen los nombres de tres trabajadores de TVE y un periodista de RNE. A pesar de que ya habían confirmado el viaje y habían realizado los trámites ligados a su presencia en el vuelo, finalmente no han podido hacer su trabajo en los campamentos de refugiados saharauis.
Este viernes, la dirección de RTVE decidió vetar la asistencia de sus periodistas al viaje a Tinduf. Según un comunicado de los representantes de los trabajadores, los responsables consideraban que el viaje era «de parte», al estar organizado por el Frente Polisario. Además, sostenían que el momento era «delicado». La decisión ha derivado en la dimisión de los responsables de las áreas de Internacional de TVE y RNE.
RTVE ha emitido un comunicado en el que asegura que «lo que se ha rechazado, en cumplimiento del espíritu establecido por su estatuto de la Información, es el aceptar viajes organizados y sufragados por fuentes interesadas».
Sufragado por los medios
El interés surgido en la prensa por viajar a los campamentos de refugiados en este vuelo ha sido superior al que acostumbra el Frente Polisario, según el delegado del partido en España. La posibilidad de entrevistar al presidente Brahim Ghali, tras la polémica acogida humanitaria del Gobierno español para ser tratado de una grave afección provocada por el coronavirus y la entrada de miles de personas a través de Ceuta en plenas tensiones diplomáticas con Marruecos; el interés por conocer los detalles de la vuelta a las armas contra Marruecos tras 30 años de alto el fuego; así como documentar la situación de los refugiados saharauis, que suman 45 años de exilio tras la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, son algunas de las razones.
No es un viaje creado por y para la prensa, sino que es un vuelo solidario al que se une un grupo de periodistas para cubrir la situación de los campamentos. Solo 47 de las alrededor de 250 personas que aterrizaron este lunes en Tinduf trabajan en una actividad relacionada con la prensa. Los gastos del vuelo y de la estancia en los campamentos no han corrido a cargo del Frente Polisario, sino que han sido sufragados por los medios de comunicación o los periodistas freelance participantes, que duermen en las mismas jaimas o casas de familias de refugiados saharauis.
Un lugar inhóspito
Durante el viaje, no hay una agenda cerrada de entrevistas para los informadores asistentes, sino que cada periodista ha preparado el listado de temas que le gustaría tratar y se mueve por los campamentos que visitará (Bojador y Dajla) con libertad, aunque sus movimientos y la capacidad de conseguir ciertas entrevistas dependen de la disponibilidad de transporte del Frente Polisario y de las dificultades ligadas al territorio. Es decir, depender de los chóferes del Frente Polisario para moverse limita en ocasiones en la práctica la posibilidad de hacer las entrevistas que interesa a cada periodista.
En caso de necesitarlo, los medios pueden pedir el apoyo de un intérprete, facilitado por el Frente Polisario, que apoya a un grupo de cerca de cuatro periodistas. Los gastos de traducción y transporte también son costeados por cada medio de comunicación.
Este martes se celebra la fiesta de la Unidad Nacional Saharaui. Coincide con el 12 de octubre, pero no celebra la «hispanidad»: reivindica la autodeterminación frente al colonialismo español y la posterior ocupación marroquí. Durante la festividad se celebran conciertos y desfiles tradicionales que, debido a la pandemia, no se pudieron llevar a cabo el año pasado. Los periodistas pueden decidir si cubrir estos actos o buscar sus propias historias.
La dinámica de este tipo de viaje es semejante a la que se sigue en otras ocasiones, como el Festival de Cine del Sáhara Occidental (FISAHARA), a las que suelen acudir periodistas de RTVE.
No es fácil viajar a los campamentos de refugiados de manera independiente sobre todo en pandemia. Para llegar en avión a los campamentos, un conjunto de casas –la mayoría de adobe–levantadas en el secarral del desierto argelino, es necesario volar a una base militar de Tinduf.
Para hacerlo, hay que contar con un visado solicitado a la Delegación del Frente Polisario en España, y la aprobación de las autoridades argelinas. En estos momentos, es más complicado conseguirlo por las limitaciones por el control del coronavirus. Un vuelo chárter, como el que ha organizado el Frente Polisario, facilita el viaje a este punto inhóspito y los trámites ligados al visado.
Fuente original: https://www.eldiario.es/desalambre/viaje-periodistas-sahara-occidental-vetado-direccion-rtve_1_8387688.html