Resulta obvio, y más particularmente viviendo en Euskal herria, destacar el papel que juegan los medios de comunicación en cualquier sociedad moderna. Con demasiada frecuencia teorizamos sobre la función social que desarrollan éstos: modelando patrones culturales, socializando estados de opinión, ocultando o tergiversando informaciones… pero son muchas menos las veces que dedicamos a hablar sobre […]
Resulta obvio, y más particularmente viviendo en Euskal herria, destacar el papel que juegan los medios de comunicación en cualquier sociedad moderna. Con demasiada frecuencia teorizamos sobre la función social que desarrollan éstos: modelando patrones culturales, socializando estados de opinión, ocultando o tergiversando informaciones… pero son muchas menos las veces que dedicamos a hablar sobre lo que, desde una óptica progresista, podemos hacer nosotros para cambiar esta peligrosa tendencia hacia el pensamiento único que parecen querer implantar la mayoría de los medios (que, dicho entre paréntesis, pertenecen a muy pocas manos). Y no nos referimos sólo al mundo político, esta reflexión alcanza también a los ámbitos culturales, sociales e incluso personales de todos nosotros. Desde la perspectiva que nos da trabajar en Hala Bedi Irratia -mitad medio de comunicacíon, mitad experiencia popular- nos gustaría compartir algunas reflexiones. En primer lugar, y aunque también esto pueda resultar obvio, habría que decir que se necesitan medios de comunicación populares, pero no uno ni dos, sino muchos. Las necesidades de una comunidad tan extensa y compleja como la nuestra requieren de un abanico amplio de posibilidades que cubran huecos y espacios diferentes, no nos vale con un periódico, una radio, un panfleto y un cartel; necesitamos periódicos, semanarios, revistas locales, radios nacionales y comarcales, televisiones, paginas WEB y editoriales… y que todos ellos conformen un espacio comunicativo propio, abierto y alternativo que sirva tambien como socializador de esos valores que defendemos y que oxigenan la limitada atmosfera que nos ofrecen, o imponen.
Afortunadamente muchas de estas cosas ya existen y en muchos de estos proyectos se viene trabajando con acierto a lo largo y ancho de todo EH. En nuestro trabajo cotidiano hemos ido planteándonos multitud de cuestiones, demasiadas como para sintetizarlas tan siquiera en este espacio, acerca de como debiera ser un proyecto de radio comunitaria. La radio, a diferencia de la prensa escrita, es una opción que está disponible para todo aquel que disponga de un receptor, por eso queremos ofrecer nuestro trabajo comunicativo a todo aquel que se encuentre en nuestra área de cobertura. Nuestro interés reside, sin renunciar evidentemente a nuestra propia linea editorial, en dirigirnos a todos los que quieran escucharnos. No queremos hacer una radio de resistentes y solo para resistentes. A algunos quizás les parezca una idea descabellada, o cuando menos laboriosa, intentar hacer un trabajo comunitario en estos tiempos de esquizofrenia social que padece Euskal Herria, sin embargo para nosotros es algo muy importante. Entendemos que nuestro medio de comunicación ha de ser socialmente pedagógico. Mientras los grandes medios se empeñan en cavar fosas sociales y en construir muros, nosotros intentamos hacer otras cosas: en el ámbito político buscamos la información frente a la desinformación, el por qué de las cosas frente a los detalles morbosos que suelen acompañarlas, el razonamiento político frente a la propaganda política, el combate de las ideas frente a la dialéctica del insulto. En el ámbito social optamos por dar la voz a aquellos a los que no se les dan oportunidades en el resto de medios, esta es una opción también de búsqueda del equilibrio social pero no sólo porque da posibilidad de expresarse a las supuestas minorias sino porque también permite que la «mayoría» las escuche y aprenda a escucharlas. En el ámbito cultural apostamos por dar alternativas al ocio dominante con sus cada vez más burdos, estrechos y comerciales estándares potenciando otra cultura, ya eistente, que sume y no reste, que forme gente crítica y no clones de las Spice Girls. Pensamos del mismo modo que tan importante como el estilo y la filosofía que queremos imprimir a nuestro medio es la forma en la que llevemos a cabo nuestra labor. Creemos que tenemos que ofrecer, en su realización, un producto de calidad tan digno como el de cualquier otra radio, por eso no renunciamos a ningún medio técnico que nos permita alcanzar este objetivo.
Esta forma de trabajar supera con creces el modelo de radio libre que conocimos en los años ochenta y nos obliga a concentrar un montón de recursos humanos, técnicos y financieros para llevar adelante un proyecto de estas caracteristicas, este modelo que propugnamos exige coordinar un gran número de esfuerzos y compromisos personales que permitan cubrir las múltiples necesidades que surgen en el desarrollo cotidiano de un colectivo como el que nos ocupa. Es por ello que apostamos por un modelo de radio que en su organización y alcance supere el marco estríctamente local para ocupar un espacio más amplio, en nuestro caso el territorio de Araba, un espacio que permita una rentabilización mayor del esfuerzo realizado y que a su vez alimente las necesidades internas del colectivo. Y es por ello, también, por lo que apostamos por trabajar en red junto al resto de emisoras de EH que desarrollan su labor bajo parámetros similares a los nuestros, compartiendo técnicas, programas y recursos, creando una red común que se vaya extendiendo por todo el país, saltando mugas y acercando experiencias.
Y creemos firmemente que esta forma de trabajar da sus frutos y se ve recompensada de mil maneras.
Os presentamos aquí el trabajo realizado durante más de 6 meses por integrantes de HALA BEDI IRRATIA:
http://www.halabedi.org/documentos.htm