Niñas tan jóvenes como de 9 años son amenazadas con morir si intentan escapar de la localidad de Kamunera, distrito de Monte Elgon, Kenya, donde suelen ser concentradas para aguardar la mutilación de sus órganos genitales (clitoridectomía). Muchas jóvenes han sido forzadas a poner fin a sus estudios y a casarse a edad temprana, mientras […]
Niñas tan jóvenes como de 9 años son amenazadas con morir si intentan escapar de la localidad de Kamunera, distrito de Monte Elgon, Kenya, donde suelen ser concentradas para aguardar la mutilación de sus órganos genitales (clitoridectomía). Muchas jóvenes han sido forzadas a poner fin a sus estudios y a casarse a edad temprana, mientras algunas huyen lejos para evitar la ablación. Los padres del área presionan a las jóvenes diciéndoles que nunca conseguirán casarse y ningún hombre las querrá si no se someten al bárbaro procedimiento quirúrgico practicado por mutiladores tradicionales sin ninguna instrucción. Esta mutilación es sufrida hoy por millones de mujeres del mundo musulmán, en el África entera e incluso por las hijas de inmigrantes islámicos que viven en países desarrollados.
Más de 100 niñas fueron concentradas para la ablación, en diciembre 2010, en la región cercana a Kamunera pero fueron rescatadas por personal de la Organización Maendeleo Ya Wanawake (MYWO, por su sigla en inglés), una ONG que lucha por los derechos de la mujer en Kenya. Los padres y abuelos de esta región presionan a las chicas jóvenes argumentándoles que nunca conseguirán casarse y ningún hombre las querrá si no se someten a la mutilación.
Muchas chicas de la región no alcanzan a aprender a leer a la edad estándar de 8 años porque abandonan la educación. Las jóvenes se crían bajo un sistema cultural ancestral que les lava el cerebro con la idea de que la educación no es significativa para las mujeres porque se supone que cuando consigan casarse pasarán al cuidado de sus maridos. Las mujeres no mutiladas generalmente son despreciadas y discriminadas por no haberse sometido a la ablación. Debido a esta presión, las chicas acceden a someterse a la cirugía ritual para seguir siendo aceptadas por su comunidad.
La MGF en Kenya
El periodista Erick Ngobilo, del Daily Nation de Nairobi, describió el estado de esta práctica en Kenya, en un artículo publicado el 6 de febrero de 2011:
Según la última Encuesta Demográfica de Salud de Kenya, la Mutilación Genital Femenina (MGF) afecta al 27,1% de las mujeres, quienes han sufrido el retiro parcial o total de los órganos genitales femeninos externos a manos de mutiladores tradicionales. El 48,8 por ciento de las mujeres circuncidadas fluctúa entre las edades de 45 a 49 años, y 14,6 por ciento fueron muchachas de 15 a 19.
Kenya ha registrado jalones en la lucha contra ese rito tradicional, incluyendo la aprobación y ejecución de instrumentos jurídicos como la Política Nacional para Abandonar la MGF por Corte, la Ley de Niños de 2001 y la Ley de Ofensas Sexuales de 2006. El «Speaker» (Presidente) del parlamento, Kenneth Marende, aprobó para su publicación en la impresora del gobierno el Proyecto de Ley 2010 de Prohibición de la FGM. Este trámite permitiría que el proyecto sea pronto presentado para su discusión. El legislador Fred Kapondi, del distrito Mount Elgon, quien presentará el proyecto, dijo: «Si este proyecto de ley es aprobado y convertido en ley por el parlamento, podría ser después un jalón más grande todavía».
Linah Kilimo, diputada del distrito Marakwet Este, quien preside la Asociación de Mujeres Parlamentarias y ha estado involucrada en la lucha contra la MGF, piensa optimistamente que será aprobada la ley anti MGF. Sin embargo, las mujeres de Mount Elgon dicen que todavía falta por hacer muchos esfuerzos para terminar con la práctica brutal que ha destruido las vidas de muchas chicas.
Después de huir, las niñas que escaparon de Kamuneru todavía necesitan recuperarse completamente de su angustiosa experiencia. «Me dijeron que nunca podré volver a casa porque escapé del corte», dijo entre sollozos Nelly Cherono, de 9 años. Faith Chepkemoi, de 12 años, que obtuvo el certificado de educación primaria el año pasado, relató que le exigieron casarse una vez que se curara. A muchas niñas del distrito sus familias no les permiten proseguir su educación estándar más allá de los 8 años.
La sola ley no terminará con la circuncisión femenina. Lily Chebet, de 10 años, fue conducida a la casa de su abuela para que la circuncidaran. «Me dijeron que si no me circuncidaban nunca conseguiría casarme y que ningún hombre me querría jamás», dijo Lily. La niña explicó que la educación no significa nada para las niñas porque se supone que una vez casadas pasarán al cuidado de los maridos. «Quiero terminar mi educación y llegar a ser abogada, de modo que pueda proteger a las chicas jóvenes de mi zona de origen».
Jennifer Mbatian, presidenta de la ONG Maendeleo Ya Wanawake en el distrito Mount Elgon, dijo que traumatizaron a muchas niñas a quienes sometieron a preparativos para el rito. La señora Mbatian apeló a la comunidad de Sabaot, distrito Mount Elgon, para abandonar la práctica. «La mutilación genital femenina es una monstruosidad que destruye el destino de las niñas», dijo.
Las autoridades del distrito dijeron que todavía se practica la MGF, a pesar de los esfuerzos del gobierno para terminarla. Las mujeres no circuncidadas generalmente son miradas en menos y discriminadas. Por tanto, muchas chicas consienten en someterse al rito para no ser execradas por su comunidad.
Fuente
● «Kenyan Parents disown their children for fleeing female circumcision,» Erick Ngobilo, Daily Nation, February 6 2011.
http://www.nation.co.ke/News/Parents%20disown%20girls%20for%20evading%20the%20cut/-/1056/1102708/-/kdcr7jz/-/index.html
●Proyecto Censurado:
http://www.mediafreedominternational.org/2011/04/09/family-pressure-to-on-young-girls-for-genitalia-mutilation-continue-in-kenya/
Student Researcher: Nzinga Dotson-Newman, Sonoma State University
Faculty Evaluator: Matthew Paolucci, Sonoma State University
Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno