30 años después del golpe sangriento de 1976, la Cámara de Diputados de Argentina trató un proyecto de Ley enviado por la Presidencia de la Nación, para convertir la fecha del 24 de marzo en un feriado nacional. El debate parlamentaario aconteció el pasado este 15 de marzo y fue una discusión acalorada, pero no […]
30 años después del golpe sangriento de 1976, la Cámara de Diputados de Argentina trató un proyecto de Ley enviado por la Presidencia de la Nación, para convertir la fecha del 24 de marzo en un feriado nacional. El debate parlamentaario aconteció el pasado este 15 de marzo y fue una discusión acalorada, pero no tanto como pudo haber sido antes del gobierno de Kirchner.
Esta vez, la mayoría peronista del Congreso acordó con el Presidente el cambio de carácter a ese día y convertirlo en una mercancía política, que luego será usado como día de campo o playa, y más adelante pasará a ser un artículo más del comercio nacional.
El objetivo es claro: desdibujar la memoria de una fecha, para desmontar los actos, movilizaciones y reflexiones que mantienen su memoria para que no se repita.
Un pacto siniestro funcionó en el Congreso para transformar la memoria del 24 de marzo en un asueto feliz. Kirchner y las fuerzas que lo sostienen en el Congreso, se atrevieron a lo que ni siquiera intentaron Menem, ni De la Rúa.
La fecha más reaccionaria de la reciente historia argentina, será oficializada como feriado, estatizada su memoria y pervertida como día de resistencia, hasta convertirla en una Fecha de Estado.
Lo que sigue es lo que dijo este 15 de marzo de 2006, el diputado Nacional Carlos Tinnirello en la Cámara de Diputados. (Oficina de prensa)
Señor presidente: Porque me opongo al olvido, me opongo al proyecto. Creo que intentar votar un proyecto que determina al 24 de marzo como un día feriado, no es más que un intento de ocupar el espacio que se está desarrollando desde hace ya muchos años. Ese espacio fue ganado en las calles, está ganado en las organizaciones sociales, en el debate.
Ese espacio de la memoria se está sosteniendo a partir de una profunda reflexión que la población sí está ejerciendo. Porque cuando cada 24 de marzo nos encontramos con el reclamo de justicia y de castigo a los responsables del golpe genocida del 76, nos damos cuenta que las 30.000, 40.000 o 50.000 personas que salen cada año a la calle, lo hacen porque tienen memoria.
Entonces, a la pretensión de hoy, de hacernos creer que la memoria se va a conservar con un feriado, no puedo más que considerarla una mentira, un intento de engañar, porque -reitero- la memoria está en las calles, está en todos los 24 de marzo.
No va a ser el gobierno de Kirchner ni la imposición del oficialismo en esta Cámara quienes nos van a enseñar a recordar esos hechos absolutamente despreciables que sufrimos a partir del golpe militar del 24 de marzo de 1976.
Nos quieren dividir
Y si eso no lo puede enseñar el gobierno de Kirchner, ni este Congreso, entonces la única explicación que encuentro es que la intención es justamente la contraria a la que se pretende cuando se justifica este proyecto.
Ellos quieren lograr la división de los organismos de derechos humanos, entrar como cuña para destruir ese proceso que sigue insistiendo que todavía falta lograr la justicia y el encarcelamiento y que todavía falta prepararnos para el ‘nunca más’, porque esto último no se logra solamente en un libro sino a partir de tomar conciencia y tener memoria de lo sucedido y de preguntarnos por qué sucedió lo que sucedió.
Luchábamos por otro país
Aquí me gustaría hacer una reflexión: ¿por qué hubo un golpe de Estado el 24 de marzo de 1976? ¿No es que se estaba dirimiendo en el país una puja por ver qué tipo de Nación queríamos? Los que en esa época éramos jóvenes -y algunos, niños , ¿éramos tan inmaduros y no sabíamos lo que hacíamos, o no teníamos un proyecto maduro, como por ahí se dijo? Cabe aclarar que algunos no eran tan jóvenes, como lo era yo en esa época, sino que tenían un poco más de madurez.
Pero con inmadurez o con madurez había una convicción absoluta y clara: Los que luchábamos queríamos un país distinto, que no fuera dependiente y en el cual los derechos humanos no sólo se proclamaran, sino que se desarrollaran, y por ende teníamos un pueblo en lucha.
Ustedes perdieron la memoria
¿O es que acaso el golpe militar del 24 de marzo de 1976 se dio porque algunos loquillos dijeron ‘Me gusta el poder y quiero llegar a él’? Todos sabemos por qué se dio el golpe: se dio porque se quería aplicar una política de neoliberalismo que ya se venía instalando en el mundo y que el gobierno de Isabel Perón intentaba aplicar y no podía.
¿Alguien se acuerda del Rodrigazo? ¿Alguno se acuerda del proceso inflacionario que pretendió quitar a los trabajadores más de la mitad de su sueldo?
¿Alguien se acuerda de las coordinadoras de fábrica que se organizaron en contra de la burocracia sindical para luchar por defender esos derechos? ¿Alguien se acuerda de la caída de López Rega, el amigo del poder desde 1973 que organizaba la Triple A, que masacraba a los luchadores populares de todas las tendencias?
Si no se acuerdan, ustedes perdieron la memoria. Con fiesta o sin fiesta, con feriado o sin feriado, perdieron la memoria.
Muchos «demócratas» querían el golpe
Cuando Balbín dijo ‘no tengo soluciones’ abrió las puertas a que la solución viniera por otro lado. Entonces los militares vinieron a dar esa solución, entre comillas, que era derrotar al pueblo trabajador que peleaba por un país mejor.
Alguien dijo aquí que los golpes de Estado no son casuales. Todos los golpes de Estado se dan para aumentar la dependencia de los capitales nacionales y extranjeros que tienen el poder económico.
Cuando se pone en juego el poder económico es cuando el propio Estado y sus instituciones buscan mecanismos, incluso de golpe de Estado, para poder mantener el control.
¿Para quien gobierna el demócrata Kirchner?
¿Qué poderes económicos defienden los gobiernos supuestamente democráticos que dicen ser representantes del pueblo? No me cabe duda de que detrás del discurso defienden el poder económico de los poderoso que tiene bandera argentina y son dependientes de los imperios.
¿Saben por qué no me cabe duda de esto? Porque yo sigo viendo que hay un pueblo que padece, que sigue hambreado, mientras la renta petrolera en el país es de 7 mil millones de dólares, y esa plata se sigue yendo hoy, en el año 2006, con el gobierno de Kirchner, como se iba antes. Esa plata que se va, no solo de la renta petrolera es la que no se queda acá para que nuestros chicos coman, para que haya trabajo, educación y salud.
Yo creo que cuando se quiere establecer un feriado nacional lo que se intenta es ocultar esa realidad, desmovilizar a ese pueblo que sigue manteniendo la memoria, que se organiza en las asambleas populares, en las bibliotecas populares, en las asociaciones vecinales, se reúne en miles de centros culturales, en los organismos de derechos humanos, para discutir sobre el 24 de marzo.
No hace falta un feriado para que se hable de esa fecha; todo lo contrario. Ustedes necesitan un feriado para tratar de lograr la desmovilización y el olvido, de alguna manera esto hicieron con el 1° de mayo. En esa fecha todos los trabajadores del mundo salían a las calles desde su lugar de trabajo por sus reclamos hasta que se declaró feriado.
Con eso intentaron entonces que el trabajador que ya no iba a la fábrica perdiera fuerza en sus luchas, en sus huelgas, buscaron que se quedara en su casa, en la medida de lo posible a comer un asadito, que ahora se transformó en un guiso, si es que le alcanza el dinero.
Entonces lo que se intenta es ocultar un proyecto político que en definitiva sigue sosteniendo las mismas reglas de juego, donde el capital impone su dominación al conjunto de la sociedad.
Las Heras es la violencia de esta democracia
Esos métodos de terror de los que he hablado muchas veces se aplican también desde los gobiernos democráticos. Por ejemplo, ¿ustedes saben lo que está pasando en Las Heras? En Las Heras, en la provincia del presidente de la Nación, acaba de renunciar el gobernador Acevedo. Esa localidad está totalmente militarizada.
Los militares recorren los puestos de trabajo; los campos de bombeo de petróleo son controlados por los gendarmes. El grupo GEO persigue, secuestra por horas, golpea y tortura. ¡Tortura! O sea que lo que le cuestionan a la dictadura militar lo hacen hoy. Sin embargo, de eso, acá nadie habla.
En la reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria propusimos discutir un proyecto de mi autoría que repudia la violación de los derechos humanos acaecida en Las Heras, pedimos la libertad de los trabajadores petroleros y vecinos de Las Heras. También solicitamos el retiro de la Gendarmería, pero nadie quiso apoyar ese proyecto. Por esto, se quiere declarar el 24 de marzo como feriado nacional.
La penalización de los luchadores
Entiendo que se está intentando generar un proceso de olvido que no estamos dispuestos a apoyar desde nuestro bloque. Creemos que existen alternativas distintas. Por supuesto que no esperamos que esas alternativas sean aplicadas por este gobierno…
Entendemos que se deberían generar profundos procesos de reflexión y de debate. Incluso, el 24 de marzo deberíamos controlar al gobierno actual para ver si realmente respeta los derechos humanos o si los viola.
Si lo hiciéramos, nos encontraríamos con que existen 2.000 procesados, según datos recogidos de algunas organizaciones defensoras de los derechos humanos. En otros casos hablan de 5.000.
Se trata de luchadores que intentan defender sus derechos, pero que son procesados por la Justicia que responde a los intereses de estos poderes económicos, y que está avalada por el gobierno de la Nación.
La memoria de los mezquinos
Señores Diputados: el golpe militar del 24 de marzo ha sido un hecho nefasto para nuestro país. La victimización que quieren hacer algunos diputados, que sostienen que solo los peronistas sufrieron las consecuencias del golpe militar es muy mezquina.
Hubo luchadores peronistas que pagaron con sus vidas en la década del 70, fueron asesinados por la dictadura militar.
Pero también hubo otros luchadores sociales que fueron perseguidos, torturados detenidos desparecidos, y asesinados que integraban otras organizaciones políticas y sociales.
En honor a la verdad, debo decir claramente lo que pienso: muchos funcionarios del gobierno justicialista de aquella época fueron funcionales al golpe militar, deberán explicar y pagar por sus actos y la propia lucha los pondrá en algún momento ante la población por todo lo que han hecho y por la traición que implicó colaborar con la dictadura militar.