El fallo condenó al diario italiano, a su director y a la periodista que escribió el artículo con falsas acusaciones contra la presidenta argentina.
La Corte de Apelaciones de Roma confirmó ayer el fallo de primera instancia que condenó por el delito de «difamación con real malicia» al diario Corriere della Sera, a su ex director, Paolo Mieli, y a la periodista María Egizia Fiaschietti por la publicación en 2008 de un artículo con falsas acusaciones contra la presidenta Cristina Kirchner. La nota, que en la Argentina reprodujo completa el diario La Nación, aseguraba que durante su visita oficial a Italia para participar de una cumbre contra el hambre la jefa de Estado había participado de un tour de compras y había gastado miles de euros en joyas y objetos de lujo. En 2013 una jueza italiana condenó a los responsables de la publicación a pagar una indemnización de 41 mil euros, que la Presidenta donó al Hospital de Niños de La Plata, afectado un mes antes por un temporal.
El contexto del artículo fue una cumbre de jefes de Estado de la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura, dependiente de la ONU) para discutir el problema del hambre en el mundo. El 4 de junio de 2008, con la firma de Fiaschietti y bajo el título «Hambre y Dolce Vita», el diario italiano narró en detalle un supuesto «shopping tour» de la Presidenta «acompañada por una amiga italiana». Según la nota, que dos días después publicó La Nación, durante el paseo había adquirido alhajas de oro y diamantes en la exclusiva joyería Enigma, del diseñador Gianni Bulgari, por un valor superior a los 140.000 euros, y ropa de cama en Pratesi, una histórica tienda textil que comercializa sábanas «de lujo».
El entonces vocero presidencial Miguel Núñez difundió un comunicado con una carta a Mieli en la que aclaró que «no es práctica del gobierno argentino polemizar acerca de artículos de esta naturaleza» pero «habida cuenta de la importancia del diario y la manifiesta malicia que refleja dicho artículo, nos sentimos obligados a formular la más enérgica desmentida de todo lo que se afirma en dicha nota». Añadió que la «actividad frívola y dispendiosa» que describía iba a contramano del sentido del viaje, que «tal gira de compras jamás existió» y que «los registros oficiales de protocolo y la seguridad italianos que acompañaron a la Presidenta en todos sus desplazamientos por Roma están allí para demostrar la absoluta falsedad de lo publicado». La carta pedía que se desmintieran las presuntas afirmaciones del personal de las tiendas que decían haber atendido a la Presidenta.
Ante la negativa del Corriere della Sera a publicar una rectificación, la Presidenta decidió impulsar la denuncia, aclarando que su intención era dejar en claro que se había actuado con real malicia y que si la Justicia italiana determinara que se debía pagar una indemnización el monto sería donado a una institución benéfica. «La connotación con la tragedia del hambre vinculándola a un tour de compras fastuoso y el título elegido, me parece, son de una gravedad inusitada que no se ha dado en otros casos», explicó CFK cuando el abogado defensor de los acusados le preguntó por qué había actuado legalmente en este caso y no ante otras publicaciones. «Otras notas eran de opinión. Acá había una clara y evidente utilización de mi presencia en la cumbre contra el hambre para dar una imagen de doble moral», añadió durante la audiencia por videoconferencia con la jueza Elena Scozzarella, en noviembre de 2012, desde la quinta de Olivos. La Presidenta repasó durante poco más de dos horas sus actividades durante aquel viaje, dijo que la cobertura le causó «dolor» e «indignación» porque la periodista y su editor habían actuado con «malicia», ya que no se buscaba generar una imagen de «frivolidad» sino de «hipocresía», algo que la excedía como persona y que afectaba su investidura.
En mayo de 2013 la justicia italiana dictó su fallo: condenó al Corriere della Sera a pagar 41 mil euros de multa. «Me gustaría encontrar un poco más de justicia en mi país», comentó entonces Fernández de Kirchner. Luego recordó la publicación de La Nación y aclaró que no realiza planteos legales por artículos difamatorios en la Argentina porque está «segura de que no ganaría ninguno». «¿Saben por qué? No creo que haya jueces capaces de una condena como ésta. Si La Nación todavía tiene un juicio en la Corte porque no paga impuestos por 280 millones de pesos, qué van a condenarlos por difamar a la Presidenta», agregó. En su página web, explicó entonces que demandó al diario «porque sentí que le estaban faltando el respeto a la República Argentina», destacó que «nunca en la vida le había hecho juicio a nadie» y recordó que fue ella quien impulsó la derogación en el país de la norma por la que periodistas pueden ser condenadas por el delito de calumnias e injurias.
Luego de la decisión de la Justicia, el Corriere della Sera dedicó un reducido espacio al hecho y afirmó que «los abogados recurrirán la condena», al argumentar que Fiaschietti «tuvo información por parte de fuentes fiables». Días después, su actual director, Ferruccio de Bortoli, pidió oficialmente disculpas en nombre del diario por el error cometido. La Nación explicó entonces que «privilegió la extensa trayectoria del diario decano del periodismo italiano» y recordó que en su momento había publicado la desmentida del vocero presidencial. El matutino aseguró que siempre «actuó de buena fe» y que «quienes trabajan en este diario son conscientes de que es preferible la ausencia de una nota a su publicación errónea». La Nación «lamenta haberse hecho eco del contenido de aquella crónica y presenta públicamente las disculpas del caos a la Presidenta y a los lectores», concluyó. Tras la apelación del Corriere della Sera, la Corte de Apelaciones de Roma ratificó el fallo de primera instancia. El tribunal ratificó la condena por «difamación con real malicia» por considerar que el matutino publicó la nota con plena conciencia de su contenido falso e injurioso.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-283456-2015-10-09.html