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Creer en la ficción mientras que a menudo se ignoran los hechos

Fuentes: Progreso Semanal

La primera parte de mi historia es ficción. Sean pacientes conmigo: quisiera demostrar algo. Imaginen que fuentes internacionales nos dicen que Osama bin Laden se oculta en algún lugar en México. Supuestas células de Al Qaeda en EEUU están tratando de traerlo al país por cualquier razón. Y un número de estos luchadores por la […]

La primera parte de mi historia es ficción. Sean pacientes conmigo: quisiera demostrar algo.

Imaginen que fuentes internacionales nos dicen que Osama bin Laden se oculta en algún lugar en México. Supuestas células de Al Qaeda en EEUU están tratando de traerlo al país por cualquier razón. Y un número de estos luchadores por la libertad de Al Qaeda (así es como se llaman ellos mismos) con grandes bolsillos, relaciones y también yates, están conspirando para traer a bin Laden a la Florida.

Pasan los días y se filtra que el plan ha sido realizado exitosamente. Bin Laden está oculto en algún lugar de Miami leyendo libros, pintando, disfrutando del sol y realizando caminatas por las tardes junto al mar en Key Biscayne.

Los luchadores de la localidad por la libertad vinculados a bin Laden están de plácemes. Su poder ha crecido tanto en el Sur de la Florida que han logrado que despidan al columnista más leído de The Miami Herald (que estaba a punto de descubrir la historia) por atreverse llamar terrorista al mundialmente famoso jihadista saudí.

Me detendré aquí. Y yo sé que esas son locas imaginaciones mías. Pero supongamos que fuera cierto (de cualquier forma -en mayor o menor grado). Y supongan que los jihadistas de Al Qaeda (¿o debiéramos llamarlos terroristas?) se les considerara como lo que realmente son -maníacos que deben estar encerrados.

Imaginemos que todo esto es cierto… ¿Cómo creen ustedes que reaccionarían los editores y reporteros en The Miami Herald? Me atrevo a decir que estarían empujándose unos a otros en pos de la noticia -quizás la mayor de su vida. Cualquier periodista que se respete se ilusionaría soñando con la idea de un Premio Pulitzer.

Volvamos la vista ahora al periodismo de la realidad. Quienquiera que haya estudiado documentos y archivos del FBI, haya leído el historial de Luis Posada Carriles y haya seguido los reportajes serios acerca de él, estará de acuerdo en que probablemente sea el más notorio terrorista del Hemisferio Occidental. Rápido veamos una definición de terrorismo: El uso ilegal, o amenaza del uso de fuerza o violencia, por parte de una persona o un grupo organizado en contra de personas o propiedad con la intención de intimidar o ejercer coerción sobre sociedades o gobiernos, a menudo por razones ideológicas o políticas.

En el caso de Posada, la definición le viene como anillo al dedo.

El sábado 22 de abril encontramos al amanecer una noticia en The Miami Herald que decía: «Los fiscales revelan por primera vez que el informante del FBI Gilberto Abascal viajó en barco el año pasado con el benefactor de Posada [Santiago Álvarez, quien actualmente se encuentra en una cárcel de Miami] y otros amigos [entre los cuales estába Osvaldo Mitat, también en la cárcel con Álvarez] para recoger en México a Posada, entrenado por la CIA, y traerlo ilegalmente a la Florida.»

Para resumir en pocas palabras una larga historia, Posada Carriles actualmente se encuentra en una cárcel federal de EEUU. El tratamiento en absoluto se parece (ni seguramente se siente) como el que reciben algunos supuestos terroristas de Al Qaeda y un montón de inocentes que aún esperan por ser acusados (nadie sabe exactamente de qué) en una prisión norteamericana en Guantánamo. El gobierno de EEUU está tratando a Posada con (me gustaría agregar subjetivamente), guantes de seda a pesar de un sin número de delitos.

En junio de 2005, Manuel Alberto Ramy, editor de Progreso Semanal, reveló la noticia de que Posada había sido llevado a la Florida en un barco llamado Santrina. La noticia estaba apoyada y verificada por un grupo de fuentes (nombres incluidos en los artículos escritos por Ramy) en Cuba, México y otros lugares. El nombre de Santiago Álvarez, actualmente en una cárcel de Miami por acusaciones no relacionadas con el caso del Santrina, aparecía de manera prominente.

Francisco Aruca, en su programa diario Ayer en Miami, después de regresar de una conferencia sobre terrorismo celebrada en La Habana, Cuba, y trabajando conjuntamente con Ramy, también dedicó numerosas horas a investigar y corroborar la noticia que más tarde fue transmitida en su programa. Fíjense que esto fue en junio de 2005.

Era una noticia importante y The Miami Herald, la fuente noticiosa más importante del Sur de la Florida, la ignoró, le dio la espalda.

Progreso Semanal trabaja con recursos muy limitados. Y quiero subrayar lo de limitados. La falta de recursos hace casi imposible realizar periodismo investigativo -que es costoso y lleva tiempo. The Miami Herald sí tiene los recursos para tal tipo de periodismo. Y en la época en que revelamos la noticia del Santrina los alentamos a que lo hicieran. Hicieron caso omiso.

¿Por qué?

Casi un año después, y basándose en información de la oficina del fiscal federal, publicaron mucha de la información que les ofrecimos en junio. El hecho es que no les quedó más remedio que publicar la noticia.

Durante años Progreso Semanal ha revelado importantes noticias relacionadas con el área del Sur de la Florida. Y voy a darles algunos ejemplos. Hace varias semanas escribí que al Administrador de la Ciudad de Miami Joe Arriola le quedaba poco en el cargo. Que no duraría el resto del año en su puesto. Dos semanas después de que publicáramos la noticia, The Miami Herald «reveló» la noticia de que Arriola estaría sustituido para el 1 de junio.

Hace semanas Progreso Semanal escribió acerca de una nueva coalición de intelectuales, profesores y artistas cubano-americanos que se autodenominan ENCASA (Red de Emergencia de Estudiosos y Artistas Cubano-Americanos). Son más de 100 personas en representación de más de 60 universidades de este país. ENCASA ha publicado una declaración muy crítica de la política norteamericana acerca de Cuba. Han sido ignorados y por lo tanto han tenido que comprar espacio publicitario en The Miami Herald para expresar su opinión en un periódico norteamericano que debiera estar interesado en seguir a este grupo, cuyos pensamientos e ideas son tan importantes para la comunidad cubana de Miami.

Una vez más, ¿por qué han sido ignorados?

Regresando a mis primeros párrafos, ustedes saben que hay un viejo dicho que declara que «la realidad es más extraña que la ficción». Ese hecho parece estar muy presente entre nosotros.

Abundan los ejemplos: supuestamente Bin Laden se encontraba en Afganistán y luego en Pakistán, pero EEUU dedicó sus esfuerzos a Irak -donde no encontraron armas de destrucción masiva. Y en Miami, el significado de terrorismo a veces parece muy tenue. Cualquiera que haya vivido aquí un tiempo sabe que hay terroristas buenos y terroristas malos -los vaqueros y los indios de nuestro tiempo.

Constantemente The Miami Herald se cree parte de la ficción, mientras que a menudo ignora los hechos. Y muchas veces me pregunto: ¿Por qué el único «gran» periódico de Miami nunca da crédito a Progreso Semanal (como haría cualquier medio noticioso creíble) por noticias que hemos revelado antes que ellos, con información que debían haber visto desde el primer momento?

Comencé con ficción y terminaré con un hecho histórico real: tanto Osama como Posada fueron entrenados por Estados Unidos. Ahora bien, una comparación entre ambos sería un interesante artículo de opinión en The Miami Herald.