En línea con lo planteado a lo largo de toda la jornada de ayer, la portada de Clarín evita por todos los medios calificar lo ocurrido en la Autopista Riccheri como represión*. El ejercicio es el mismo que utilizaron los mismos funcionarios nacionales. La portada del matutino de hoy es una continuidad de la cobertura […]
En línea con lo planteado a lo largo de toda la jornada de ayer, la portada de Clarín evita por todos los medios calificar lo ocurrido en la Autopista Riccheri como represión*. El ejercicio es el mismo que utilizaron los mismos funcionarios nacionales.
La portada del matutino de hoy es una continuidad de la cobertura ultraoficialista realizada ayer por Todo Noticias y sus satélites informativos. A pesar del papelón de Guillermo Lobo, la tapa del diario insiste con los manifestantes violentos y tratar lo ocurrido como un «choque».
Clarín habla de «desalojo», «liberar la autopista», «choques», «enfrentamientos», todo para evitar la tipificación de lo ocurrido como lo que se trató: represión.
Entre los motivos del violento accionar de parte del Gobierno Nacional, la columna que hoy escribe Eduardo van der Koy y que también forma parte de los títulos del matutino pueden encontrarse las razones de la represión macrista: «Primeros desafíos fuertes por el control de la calle».
En tanto, también cabe hacer una diferenciación sobre lo ocurrido y que Clarín se encarga de manipular. En línea con lo destacado por el propio Guillermo Lobo en la cobertura de TN, para el monopolio se trató de «enfrentamientos».
En este punto cabe reflexionar sobre quién tenía poder de fuego, quién tenía escudos y equipamiento antimotines. Enfrente, los trabajadores, estaban en un acampe, viviendo en carpas al costado de la autopista. Las imágenes emitidas por la cobertura mediática son más que elocuentes, los heridos por balas de goma fueron solo trabajadores.
En la misma línea el diario La Nación, con un lugar menos importante, habla de un «desalojo». La cobertura mediática macrista a la orden del día.
Nota de Rebelión: El 22 de diciembre hubo una fuerte represión contra los empleados cesanteados por la empresa avícola Cresta Roja que protestaban en el ingreso al aeropuerto internacional de Ezeiza, Buenos Aires. Las fuerzas represivas dispararon balas de goma contra los obreros. Hubo alrededor de 12 obreros heridos.