Recomiendo:
10

Cuarenta bebés inexistentes para tapar un genocidio (parte 2)

Fuentes: Ctxt

Quienes necesitaban que esos cuerpos decapitados fueran reales eran los que, mientras lanzaban el bulo, ponían en marcha una masacre contra el pueblo palestino en la que ya han asesinado a casi 500 niños.

Mientras Israel bombardea Gaza provocando más de 1.500 muertes –centenares de niños entre ellas–, un medio afín al primer ministro israelí Netanyahu publica una impactante noticia: 40 bebés fueron decapitados en el atentado cometido días atrás por Hamás en Kfar Aza. Los medios de todo el mundo repiten el titular: “40 bebés israelíes decapitados”. Surgen las primeras dudas. Las fuentes más fiables son las crónicas del New York Times y Haaretz, primeros medios que tuvieron acceso al lugar del atentado, que describen escenas horribles en las que se habla de niños masacrados, pero no de los supuestos bebés decapitados que días más tarde acapararían los titulares de la prensa internacional. Con la sospecha de que pudiera tratarse de la enésima maniobra propagandística israelí para desviar la atención, la periodista que firma la exclusiva de los 40 bebés decapitados explica que su fuente fue un soldado israelí que dice que cree que pasó, pero que no está seguro.

Tuit de la agencia EFE haciéndose eco del bulo. 

Todo indica que, efectivamente, se trata de un bulo. Una maniobra de distracción que no pretende tanto horrorizar al mundo como convertir a los palestinos en los animales y bestias que describe el ministro de Defensa israelí que ahora dirige las maniobras para aniquilar a esas bestias. Bestias civiles que nada tuvieron que ver con el atentado de Hamás. Bestias trabajadores de la ONU o bestias conductores de ambulancias. El mundo sabe en ese momento que, una vez más, Israel ha mentido. La fuente es inexistente, no hay imágenes de esos 40 bebés decapitados pero sí las hay, y muchas, de niños palestinos asesinados por las bombas de Israel sobre una población civil a la que ha dejado sin acceso a luz, agua y comida. Es en ese punto en el que la historia de los 40 bebés decapitados toca su cota máxima.

En rueda de prensa desde Washington, el presidente norteamericano Joe Biden, el mismo que días antes le ha firmado a Israel un cheque en blanco que permite a su portador vulnerar derechos humanos y saltarse varios puntos de la Convención de Ginebra, declara ante los medios. “Nunca pensé que vería y confirmaría imágenes de terroristas decapitando niños”. Es decir, ahora sí tenemos confirmación de fuente fiable. Aunque no confirma la cifra de 40 niños decapitados, el presidente de EEUU asegura que el hecho es cierto y que él mismo ha podido ver y verificar esas imágenes. Horas más tarde, en un hecho sin precedentes, la Casa Blanca desmiente a Biden y aclara que el presidente no vio fotos de bebés decapitados en Israel y que, por tanto, no ha podido verificar que eso haya ocurrido. Biden, recordemos, hizo carrera a la presidencia denunciando que Trump gobernase a golpe de bulo. Esta maniobra en la que la propia Administración Biden desmiente al presidente deja en el aire la duda de si Biden está capacitado para dirigir el país. Quienes lo protegen están probablemente intentando evitar que el apoyo absoluto de Estados Unidos a un Israel que vulnera todos los Derechos Humanos, además, quede vinculado a un bulo fácilmente demostrable. Porque Biden es, recordemos, quien ha firmado a Israel el cheque en blanco para destrozar Gaza y disponer de las vidas de sus dos millones de habitantes.

El desmentido de la Casa Blanca deja a las claras que la historia de los 40 bebés decapitados es una cortina de humo lanzada mientras el Gobierno de Israel masacra Gaza, niños incluidos. Y en este punto en el que parece que todo habría caído por su propio peso llega la nueva y última manipulación en torno al caso. Quizá la más bochornosa. El Gobierno israelí anuncia que hará públicas las imágenes de las víctimas del atentado de Hamás en Kfar Aza. Y lo hace. Unas horribles imágenes muestran los cuerpos quemados de dos niños y un tercero lleno de sangre. Lo cual confirma los relatos de New York Times y Haaretz que nadie puso en duda. También confirma que no hay rastro de los 40 bebés decapitados. Fue una noticia falsa.

Los satélites mediáticos de Israel arrancan en ese momento una segunda parte de esta campaña, dirigida ahora a aquellos que pusieron en duda el bulo confirmado como tal. Una nueva manipulación consistente en usar a sus propias víctimas. ¿Qué tipo de monstruo es usted al que tres niños israelíes destrozados no le parecen suficientes? La respuesta es tan sencilla que abochorna tener que darla. Si se trataba de confirmar la brutalidad del atentado de Hamás, no era necesario hacer públicas esas imágenes, ya que las crónicas sobre el terreno de New York Times y Haaretz eran fuentes de información fiables. Si se trataba de saber si el entorno del Gobierno de Israel mintió sobre sus propias víctimas inventándose la existencia de 40 bebés decapitados, ya ha quedado claro que sucedió mientras centenares de niños palestinos eran masacrados por los mismos que difundían el bulo. ¿Qué tipo de monstruo hace eso?

Que esta historia de manipulación y propaganda no haga olvidar lo importante. El atentado de Hamás contra civiles fue horrible e inhumano. Y nadie necesita una decapitación ficticia de 40 bebés para tenerlo claro. Quienes sí necesitaban a esos 40 bebés decapitados eran los que, mientras hacían circular ese bulo, ponían en marcha una masacre, horrible e inhumana, contra el pueblo palestino en la que no han asesinado a 4, ni a 40, sino a casi 500 niños en lo que va de semana. Los que aún no han sido asesinados viven en este momento sin electricidad, cortada por Israel, sin alimentos, sin agua, con los convoyes humanitarios bombardeados por Israel, y a la espera de saber si el próximo edificio de viviendas destrozado será el suyo. No sabemos si Biden habrá tenido acceso a estas imágenes que observa todo el planeta.

Fuente: https://ctxt.es/es/20231001/Firmas/44354/Gerardo-Tece-bulo-desinformacion-Israel-propaganda-Biden-masacre-Gaza-Palestina-genocidio.htm