No hace falta ser un profundo conocedor de los medios de comunicación para darse cuenta de que todos ellos esperan cambios en Cuba a partir del paso al costado que dio Fidel. Desde El País de España hasta el Abc Color de Paraguay nos dan a conocer cotidianamente lo nefasto que ha sido el régimen […]
No hace falta ser un profundo conocedor de los medios de comunicación para darse cuenta de que todos ellos esperan cambios en Cuba a partir del paso al costado que dio Fidel. Desde El País de España hasta el Abc Color de Paraguay nos dan a conocer cotidianamente lo nefasto que ha sido el régimen Castrista y cómo los cubanos fueron oprimidos durante tantas décadas. Esto no es de extrañarse, pero sí lo es el hecho de que mucha gente haya creído en esta versión de la historia y, por tanto, pretenda hoy ayudar a los cubanos a cambiar en pos de su libertad.
No hay peor ignorante que el que ignora su propia ignorancia. ¿No será Cuba la que nos debe ayudar a cambiar? Por si quepan dudas, un reciente Informe de la UNESCO[1] comprobó que el nivel educativo de los niños cubanos es por mucho superior al de los niños de los demás países de Latinoamérica. Tanto que, ante las dudas, la agencia de Naciones Unidas tuvo que regresar a Cuba para reexaminar a los niños y comprobar que no se trataba de un error. Christopher Marquis, del New York Times, calificó los resultados como una dramática diferencia a favor de los niños cubanos, a pesar de ser un país de economía marxista, cosa que le valió el embargo económico de los Estados Unidos desde hace más de cuatro décadas.
«Cuba fue extremadamente el primer lugar en logros de tercer y cuarto grado de matemáticas y lenguajes de la región… Aún los más bajos de los estudiantes cubanos lograron un índice superior al promedio de la región». Son algunas conclusiones que se pueden extraer del estudio. Y otra, no menos interesante, es que el nivel educativo de los niños cubanos supera con creces los índices alcanzados por las escuelas privadas de todas las naciones latinoamericanas, en las cuales se concentran importantes recursos materiales.
También se sabe, por datos de la FAO, que los logros de Cuba en cuanto a la nutrición infantil son los mejores en la región. ¿Tendrán algo que ver estos datos uno con otro? ¿Y tendrán algo que ver con los principios económicos y políticos que rigen la isla? Siempre ponemos excusas económicas a nuestros fracasos, pero si Cuba, con las dificultades económicas que le ocasiona el bloqueo, puede llegar a esto, ¿no deberíamos preguntarnos siquiera, los demás países latinoamericanos, si estamos transitando por el camino político adecuado? ¿Son la competitividad, la inversión extranjera, la agroexportación, la reducción del gasto público, la privatización, las que han llevado a este éxito educativo en la isla?
Nuestros medios no tuvieron la altura moral para publicar demasiado sobre esto. No creo que les guste. No creo que les convenga. Al fin y al cabo, también son ellos los responsables de la catástrofe educativa de los demás países. Y son de los más grandes beneficiarios de nuestra ignorancia!