La promoción de la figura de Yoani Sánchez como nuevo producto de marketing del exilio cubano en Miami continúa abriéndose camino en los grandes medios españoles. No han faltado ya voces (Pascual Serrano, los compañeros de Cubainformacion.tv, etc.) que nos han ido dibujando el perfil político real de la que sin duda es la nueva […]
La promoción de la figura de Yoani Sánchez como nuevo producto de marketing del exilio cubano en Miami continúa abriéndose camino en los grandes medios españoles. No han faltado ya voces (Pascual Serrano, los compañeros de Cubainformacion.tv, etc.) que nos han ido dibujando el perfil político real de la que sin duda es la nueva cara renovada, «juvenil» e in de la «oposición» capitalista a la Revolución Cubana.
Esta vez quienes prestan el espacio son los responsables de la versión «joven» de los servicios de noticias de la cadena pública española. Es el programa La2Noticias de ayer, dentro del espacio «Cámara Abierta 2.0», que no es la primera vez que sorprende con sus reportajes y noticias referentes a latinoamérica, muchas veces mucho más radicalmente escorados a la derecha que los telediarios de la primera cadena.
En este espacio, el marco de sentido en el que se introduce el reportaje es perfecto para el fin al que está destinado: entre reportajes impregnados de buenas intenciones, acciones solidarias, lucha contra los prejuicios, y nuevas modas deportivas y tecnológicas, aparece, perfectamente integrada, la que pretende ser otra facción del imparable arrastre de lo moderno, del futuro, de la sociedad liberal y democrática de mercado, en definitiva, de una nueva «sociedad 2.0» en la que esa libertad abstracta no es sino sinónimo de la circulación universal de mercancías. Todo el mundo puede -todo el mundo debe- opinar y todo el mundo puede crear: eso sí, mientras lo hagan como sujetos pasivos del gran flujo de objetos y sólo en cuanto meros consumidores. Por eso -la locutora lo recuerda más tarde- la piratería es delito, y por eso las páginas web y portales de comunidades de consumo y opinión sobre productos son el paradigma silencioso que domina la forma en que la Red es mostrada en el resto de medios de comunicación.
Por lo demás, nada nuevo bajo el sol: Yoani, «traductora del alemán» (la primera noticia que tiene un servidor) y «guía de turistas» (sabemos lo que opinan los cubanos de a pie de quienes buscan esas compañías), «sólo puede actualizar su bitácora desde los poquísimos lugares públicos que hay en la isla» (doblemente mentira, tanto en lo que respecta a la isla, como a lo que realmente hace nuestro personaje; sobre esto pueden consultarse todos los artículos y videos en Rebelión, pascualserrano.net o cubainformacion.tv).
En contraste con esa sociedad idílica de la que disfrutan los jóvenes de ese país imaginario que La2Noticias quiere retratar, la cadena de términos que enmarca el reportaje habla por sí sola: «miedo», «paranoia», «autocensura», «silencio». Como siempre, sin embargo, lo real siempre consigue colarse incluso en los discursos más cerrados ideológicamente, y la contradicción surge por sí sola: «ella afirma no haber sufrido ninguna represalia por lo que dice», y «aplaude los cambios del nuevo gobierno, aunque vayan más en la dirección material, en solucionar los problemas de la gente» … «pero descuidando las libertades». ¿Qué libertades «descuidadas» serán estas en un país donde el gobierno y la voz del pueblo son un sólo empeño en proporcionar a los trabajadores los derechos que les son propios?
Según Yoani hay gente que boicotea su blog insertando fragmentos de «El Capital». Concediendo a duras penas esto último, no le pedimos a Yoani que lo lea siquiera. Nos basta con concluir pidiéndole esta reflexión: recordando a uno de los abuelos del socialismo alemán, Fichte, ¿no será en realidad que las libertades que pide Yoani no son las del trabajador, Arbeiter, sino las del «Brotgelehrte«, el «ganapan» intelectual sólo interesado en su propio beneficio?
Antonio J. Antón es miembro de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala.