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Defensa del 99%

Fuentes: Diario de Noticias

El movimiento Occupy Wall Street adoptó el lema «Somos el 99 %». El eslogan coincidía en parte con un artículo de Joseph Stiglitz, que se titulaba «Del 1%, por el 1%, para el 1%». El economista denunciaba que el 1% de la población estadounidense conformaba una elite que solo se beneficiaba a sí misma, mientras […]

El movimiento Occupy Wall Street adoptó el lema «Somos el 99 %». El eslogan coincidía en parte con un artículo de Joseph Stiglitz, que se titulaba «Del 1%, por el 1%, para el 1%». El economista denunciaba que el 1% de la población estadounidense conformaba una elite que solo se beneficiaba a sí misma, mientras su poder adquisitivo seguía creciendo con los años. El análisis de Stiglitz es la expresión científica de un viejo dicho: «El dinero llama al dinero». O lo que es lo mismo, lo que en la teoría de redes sociales y ecológicas se llama el «principio de San Mateo». El evangelista lo expresó con estas palabras: «Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará». En efecto, eso sucede cuando las elites extractivas funcionan en detrimento del 99%.

Y esto no solo ocurre en las altas finanzas. En los casos más locales también sucede. Por ejemplo, en su tesis doctoral sobre las elites navarras Ricardo Feliú concluyó que unas 90 personas, la mayoría varones, acumulaban o dirigían el poder de una región de unas 640.000 personas. En este marco hay que situar el caso de Santiago Cervera y Caja Navarra. El político conservador fue detenido en diciembre de 2012 por un presunto intento de chantaje al presidente de la caja, al que se le habían exigido previamente 25.000 euros para acallar ciertos asuntos. Imputado por el juez, ahora queda saber si todo ha sido una encerrona a través de redes tecnológicas, o si verdaderamente había algo más. En cualquier caso siguen siendo las elites las que protagonizan estas noticias, incluidas las elites políticas que han guardado un raro mutismo al respecto. Mientras tanto la primera conclusión es que el 99% de la ciudadanía desconoce los hilos y entresijos de la realidad económica.

Aquí añado que me ha sorprendido un artículo de Jorge Riechmann, titulado «Defensa del 1 %». El texto decepciona, al sostener el autor que hay que reivindicar el 1 % de la conducta racional, porque las cosas no son tan simples o claras. Pues no. Lo que hay que hacer es dar lugar al pensamiento y a la vida del 99 %. Lo demás son ganas de enredarse en las palabras y de hacerse el interesante. Y si alguien, con un sesgo elitista, opina así, mejor sería que se aplicara a sí mismo un cierto tipo de decrecimiento y dejara de publicar boutades. Es preferible leer a Elinor Ostrom, una mujer que mostró las posibilidades de éxito del 99 % de los bienes comunes en la historia de diferentes sociedades.

El tiempo de la geometría variable de la política ya pasó. Se impone la aritmética de la desigualdad. El régimen elitista del 1% y la crisis del 99%. A un lado están los inquisidores de la austeridad, los hombres de negro con la mollera llena de paja, los liquidadores del bienestar público, la gente guapa con caspa teñida, la corona de espinas y sacrificios, los negacionistas de la realidad y del sufrimiento. En el otro lado están la mayoría silenciosa, la independencia de la ciudadanía, la soberanía de los pueblos, los derechos sociales de los servicios públicos y el gobierno de los comunes. Ahí empieza la Gran Política, con mayúsculas.

Fuente: http://www.noticiasdenavarra.com/2012/12/30/sociedad/defensa-del-99