La sociedad civil debe protagonizar la democratización de las comunicaciones, un aspecto escasamente abordado en la recién concluida Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, dijeron este miércoles participantes de un coloquio internacional en la capital chilena. «En América Latina no se está discutiendo acerca de la democratización de las comunicaciones», dijo a IPS […]
La sociedad civil debe protagonizar la democratización de las comunicaciones, un aspecto escasamente abordado en la recién concluida Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, dijeron este miércoles participantes de un coloquio internacional en la capital chilena.
«En América Latina no se está discutiendo acerca de la democratización de las comunicaciones», dijo a IPS el periodista ítalo-argentino Roberto Savio, fundador de la agencia de noticias Inter Press Service (IPS), durante la primera jornada del coloquio internacional «Democratización de las Comunicaciones. Del Informe MacBride a la Cumbre de la Sociedad de la Información».
«Nadie se ocupa del tema. Ni los gobiernos de izquierda ni los de derecha. La clase política tiende a mirar la comunicación como un sistema de información desde donde le habla a la gente», agregó.
El encuentro es organizado por el Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, ICEI, que alberga a la Escuela de Periodismo, y la Asociación de Escuelas de Periodismo y Comunicación Social de Chile, con el auspicio de la Embajada de Francia y la Fundación Konrad Adenauer.
La directora del ICEI, Faride Zerán, señaló que era un imperativo ético rescatar el Informe elaborado 25 años atrás por una comisión especial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) presidida por el irlandés Sean MacBride, dado que su propuesta de un Nuevo Orden Mundial de la Información y las Comunicaciones sigue vigente en el mundo globalizado de hoy.
«Unos mil millones de habitantes del planeta, equivalentes a un quinto de la población mundial, tienen acceso a Internet. Del restante, existe un alto porcentaje que jamás ha hecho una llamada telefónica», afirmó Zerán.
«En Noruega más de 50 por ciento de la población es usuaria de Internet, mientras que en Sierra Leona, el país más pobre del mundo, por cada mil personas son menos de dos los que tienen acceso a la llamada ‘superautopista de la información'».
Savio, quien fue el principal asesor periodístico de la Comisión MacBride, recordó que el informe publicado en 1980 ponía especial acento en la concentración de los medios de comunicación, el desigual desarrollo tecnológico del Norte en comparación con el Sur, el desequilibrio y distorsión del flujo de las noticias y la erosión de la identidad cultural que conlleva el monopolio informativo.
Por eso la comisión pedía, entre otras cosas, una política de desarrollo de las comunicaciones en los países del Tercer Mundo, la creación de más medios informativos, el rechazo a la censura y la reducción de la concentración y el monopolio de la prensa.
Este último punto desencadenó, según Savio, una campaña en contra de las propuestas del Nuevo Orden por parte de la entonces primera ministra británica Margaret Thatcher (1979-1990) y del ex presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan (1981-1989), «tanto que Estados Unidos, Gran Bretaña y Singapur se retiraron de la Unesco» .
Estados Unidos se retiró de la Unesco en 1984 y se reintegró en 2003, mientras Gran Bretaña y Singapur formalizaron su retiro en 1985. Londres materializó su retorno en 1997.
«Estuvimos tres décadas sin hablar de esto, hasta que llegó la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, realizada en Ginebra (Suiza) y en Túnez», dijo Savio, para quien el lenguaje utilizado en esa instancia fue similar al del informe MacBride, en cuanto a considerar a la comunicación instrumento esencial que debe estar al alcance de todos para construir un mundo más justo.
Sin embargo, en el debate de la Cumbre de la Sociedad de la Información (cuya segunda fase se celebró el pasado mes en Túnez) se dejó afuera «el peligro de la concentración de la prensa, los medios de comunicación no comerciales y el acceso a los servicios tecnológicos» y no se discutió ningún mecanismo para reducir la brecha digital, dijo.
Según el presidente del Colegio de Periodistas de Chile, Alejandro Guillier, quien también participó en la jornada inaugural, la tecnología ofrece múltiples opciones, pero se necesitan personas con voluntad y formación para desarrollar proyectos informativos alternativos.
Guillier dijo a IPS que era también importante cambiar la forma en que tradicionalmente se ha percibido la democratización de las comunicaciones.
«Se pensaba la democratización como un proceso que iban a sustanciar organismos internacionales, políticos y gobiernos, pero la experiencia ha demostrado que en esos espacios no se han dado los resultados esperados. Hoy la sociedad civil es un terreno fértil para jugar esas opciones», opinó.
Los expositores coincidieron en que hay que precipitar los cambios desde la sociedad civil, para que en algún momento adquieran expresión política.
La irrupción de Internet está contribuyendo a crear una ciudadanía más activa, que seguramente va a impactar en el mundo político, sugirió Savio.
El desafío para las nuevas generaciones de periodistas es aprovechar las nuevas tecnologías y desarrollar la capacidad de comprensión de los nuevos horizontes culturales, transformándose en personas que faciliten procesos con mayor horizontalidad», dijo Guillier.
En el coloquio, que se extendió hasta el pasado viernes, también expondrán el periodista y escritor argentino Mempo Giardinelli, el periodista y ex diplomático francés Pierre Kalfon, la profesora de la Universidad París 3 – La Sorbona, Divina Frau-Meigs, y la socióloga y politóloga Valeria Betancourt, especialista en tecnologías de la información y la comunicación de la Asociación Mundial para el Progreso de las Comunicaciones (APC).