Llegó la noticia de la muerte del exdictador chileno Augusto Pinochet a eso del medio día en Colombia, en el momento de la emisión de Caracol Noticias, justo el Día Universal de los Derechos Humanos, 10 de diciembre, al cual por cierto no se le dedicó imagen o palabra alguna en un medio de comunicación […]
Llegó la noticia de la muerte del exdictador chileno Augusto Pinochet a eso del medio día en Colombia, en el momento de la emisión de Caracol Noticias, justo el Día Universal de los Derechos Humanos, 10 de diciembre, al cual por cierto no se le dedicó imagen o palabra alguna en un medio de comunicación controlado por el opulento empresario Julio Mario SantoDomingo. Con ello se interrumpieron abruptamente las superficiales noticias del espectáculo, los ampulosos deportes y las notas sobre la criminalidad, que abarcan tres cuartas partes del telediario, tres veces diarias, 365 días del año. Toda una contrariedad, pues un suceso como este debe ineludiblemente ser tratado tocando en alguna forma el contexto en el cual se desarrolló la vida del personaje.
No obstante, desde el inicio de la nota y a medida que esta se va desarrollando, las modelos-teleprontistas (de las cuales se dice que redactan la noticias), plantean incesantemente la tesis de la división de la población chilena en dos bandos equilibrados (una aplicación más del postulado manipulador del 50/50, ocultante de las proporciones reales de la situación), es decir de catorce millones de chilenos siete son pinochetistas y siete han de encontrarse en los ‘críticos’ del dictador. Es de anotar de la inexistencia de alguna fuente confiable verificadora de esta afirmación. Incluso el telediario coloca expresamente un cartel que aparece al lado de la teleprontista principal intentando definir al dictador: «¿prócer o villano?». Cuesta pensar en un Pinochet héroe hasta para quienes lo siguieron en esos tiempos, dadas las investigaciones judiciales recientes sobre su fortuna, ubicándolo como un despiadado y corrupto dictadorzuelo, en nada similar a un Bernardo O’Giggins. Sin embargo sin una formación en historia para las modelos-teleprontistas todo es posible, hasta el que Hitler con su comportamiento expansionista haya ayudado al desarrollo de la energía nuclear.
En los más o menos diez minutos de la noticia, tampoco se trata el hecho incontrovertible, de la instauración del régimen de fuerza de Pinochet, destruyendo violentamente y con sevicia, un gobierno democráticamente elegido; más bien se menciona con énfasis, la circunstancia de que Salvador Allende dirigía un proyecto político socialista, y es a aquello a lo que se le dio fin con el golpe del 11 de septiembre de 1973. Esto se refuerza con la simple referencia a la existencia en ese momento de una ‘crisis’ en Chile, dejando en el ambiente a la insurrección militar sangrientamente triunfante, como una especie de natural resultado frente al nacimiento y desarrollo de opciones políticas como la del Presidente Allende, es decir de carácter socialista.
El manejo destinado a manipular los hechos históricos de Noticias Caracol, no se detiene en los años de la dictadura, se cita casi en voz baja y con rapidez sobre la inmensa fortuna amasada con base en su poder (oro depositado en Hong Kong, cuentas en EE.UU., etc.), un asunto por el cual incluso seguidores de muchos años se distanciaron notoriamente de aquel.
En seguimiento de este alineamiento noticioso, ostensible en su manipulación hacia la diestra, los desaparecidos y torturados de la dictadura aparecieron en la abstracta forma de cifras en la pantalla, emitidas a una velocidad tal que hizo virtualmente imposible leerlas.
En el terreno de los pronunciamientos oficiales de gobiernos sobre el fallecimiento de Pinochet, se insistió en lo aparentemente ‘controversial’ del personaje, sin decir como puede poseer tal calidad el dictador, cuando ninguna de las declaraciones gubernamentales favoreció al general muerto, ni siquiera la del gobierno estadounidense. Más bien hubo un consenso global en no ofrecer condolencias al gobierno chileno ni a su pueblo.
Es en esta última declaración del gobierno Bush, donde se mostró el cinismo de los actuales gobernantes de la potencia, al manifestar de acuerdo a Noticias Caracol, su solidaridad con las victimas de aquel régimen; allí fue cuando las teleprontistas-modelos hicieron gala del silencio más absoluto (abierta censura). No relataron el patrocinio e instigación del exterminio de la democracia chilena desde los años sesenta por parte del gobierno gringo de Lindon B. Jonson y Richard Nixon y el papel de instigador de conjuras del Secretario de Estado de este, Henry Kissinger, en actuaciones delictuosas, culminantes precisamente, en aquella infausta mañana del 11 de septiembre. Las redactoras deberían saber que esto no es una mera suposición, es el resultado de investigaciones judiciales de las propias autoridades estadounidenses, las cuales constataron la existencia de un acuerdo entre las autoridades militares chilenas y la CIA y el Departamento de Estado para la persecución de los militantes de partidos políticos afines a la Unidad Popular. La Comisión Church del Senado de los Estados Unidos en 1975 llegó a estas conclusiones, a las cuales se puede tener acceso fácilmente, hechos históricos que deberían ser de pleno conocimiento en personas descritas como ‘redactoras internacionales’ de un noticiero de las ínfulas del Canal Caracol, pero quienes, si escriben realmente estos textos, dolosamente silencian o manipulan la historia, traicionando la ética periodística, y hasta las elementales normas del respeto a la memoria de las víctimas, algo nada inusual en el noticiero respecto al ambiente local. En este sentido debemos recordarle por ejemplo a las modelos-teleprontistas, que en 1974, cuando el embajador estadounidense en Chile, David H. Popper, reprochó públicamente al gobierno de Pinochet por torturar a los ciudadanos, el Secretario de Estado Kissinger le cablegrafió esta aguda reprimenda: «Que Popper cese en sus sermones de ciencia política«.
A la mañana del 11 de diciembre de 2006, en Noticias Caracol se entrevistó sobre la muerte del general a un ex-embajador colombiano en Chile (Jorge Mario Eastman), autor de dos libros relacionados con el tema, y a pesar de que este sin ambages calificó a Pinochet como ‘psicópata, traidor y mesiánico’, y de expresar su repulsa a aquel durante el ejercicio de su cargo diplomático, evitando tratar personalmente al dictador, manifestaron una vez más, contra la evidencia expuesta por el mismo noticiero, el insultante eufemismo que este ‘no sale muy bien librado’ con el juicio del entrevistado, no comprendiéndose como podría salir tan sólo un poco bien librado, un gobernante al cual se describe con los anteriores epítetos.
Ya en el mediodía Caracol Noticias se dedicó en extenso a los detalles del funeral de Pinochet, y las imágenes de llanto de sus seguidores, olvidando sus acciones como dictador, empero persistiendo en el supuesto dilema de si es un ‘héroe’ o un ‘criminal’, en la acostumbrada estólida encuesta diaria.
Las preguntas luego de este sesgadísimo despliegue periodístico del Canal Caracol conducen a la preocupación. ¿Por qué no se hace referencia alguna al carácter antidemocrático y antipopular del régimen pinochetista? ¿A que se debe el énfasis en que el golpe de estado fue contra un gobierno socialista y el ocultamiento de que este fue legítimamente constituido? ¿A que causa las teleprontistas pueden aducir el omitir que con el gobierno Pinochet se instauraron violentamente políticas económicas y sociales neoliberales en Chile? ¿Cuál es la razón de su insistencia al afirmar que Chile está dividido entre unos adoradores de un ‘prócer’ y otros denostadores de un ‘villano’ y subrepticiamente declarar que todo es cuestión de cómo se lo mire, por cuando hay un empate en uno u otro bando? ¿Qué motivo valedero dentro de la ética periodística, puede aducir el citado canal y sus empleadas, para tratar a seres humanos muertos y torturados de la dictadura chilena como una simple cifra pasando a gran velocidad por la pantalla, siguiendo el estilo de presentación de los muertos y desplazados por el conflicto interno en Colombia? ¿La pregunta a los televidentes de si Pinochet es un héroe o un criminal busca sondear la aceptación de los colombianos por la decisiones de fuerza sobre las tomadas democráticamente por la mayoría, en un hipotético futuro en lugares de América Latina donde se habla abiertamente de socialismo como Venezuela, o de nacionalismo como Ecuador, o de defensa de los derechos de los pueblos originarios como ocurre en Bolivia, etc.?
Muy mal librado salió el Canal Caracol de la descripción de esta inoportuna muerte, pues tal vez este se encuentra estructurado más para cubrir concursos de belleza, partidos de fútbol, problemas del usuarios en el pago de servicios públicos privatizados o distraer de escándalos de funcionarios del gobierno, que para abordar temas en los cuales es necesario hablar de historia, ubicando gobernantes en un contexto.
Y pensar que el lema de Caracol Noticias es ‘ Sentimos la noticia’.