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Las 25 noticias más censuradas en 2007-08

Derrota de la ley contra el terrorismo interno en Estados Unidos

Fuentes: Indypendent/In These Times/Truthout

En una alarmante afrenta a las libertades estadounidenses de expresión, privacidad y asociación la Casa de Representantes votó el 23 de octubre de 2007 la Ley de Prevención de la Radicalización Violenta y el Terrorismo Interno, aprobándola por 404-6, en tanto el Senado todavía tiene pendiente el asunto. La ley, llamada H.R. 1955, establecería una […]

En una alarmante afrenta a las libertades estadounidenses de expresión, privacidad y asociación la Casa de Representantes votó el 23 de octubre de 2007 la Ley de Prevención de la Radicalización Violenta y el Terrorismo Interno, aprobándola por 404-6, en tanto el Senado todavía tiene pendiente el asunto. La ley, llamada H.R. 1955, establecería una «comisión nacional» y una universidad como base de un «Centro para la Excelencia» destinado a estudiar y proponer una legislación para prevenir la amenaza de «radicalización» de los estadounidenses.

La autora de la propuesta, la representante demócrata por California Jane Harman, explicó: «Estamos estudiando el fenómeno de la gente con creencias radicales que puede convencer al pueblo para que utilice la violencia». La ley señala que «mientras EEUU debe continuar sus esfuerzos vigilantes para combatir al terrorismo internacional, también debe consolidar esfuerzos para combatir la amenaza planteada por los terroristas domésticos que operan internamente en EEUU. Entender los factores motivacionales que conducen a la radicalización violenta y al terrorismo doméstico, ideológicamente basados en la violencia, es un paso vital hacia la supresión de estas amenazas en Estados Unidos».

Sin embargo, el propósito de la ley va más allá de la indagación académica. En una conferencia de prensa, Harman dijo: «La Comisión Nacional propondrá iniciativas a ambas ramas del Congreso y [al Secretario de Seguridad de la Patria Michael] Chertoff para intervenir antes que la radicalización individual se torne violenta». El texto del proyecto de ley continúa: «Previendo un aumento potencial de la radicalización personal no se puede alcanzar de manera fácil la desarticulación de los terroristas en el plano nacional sólo con los tradicionales esfuerzos federales de inteligencia y de aplicación de la ley, que pueden fortalecerse con la incorporación de esfuerzos locales y de los estados».

Harman, que preside el Subcomité de Inteligencia, Información Compartida y Riesgo de Terrorismo de la Casa de Representantes, también tiene estrechos lazos con la Corporación RAND, un «tanque pensante» de derecha que parece haber influido en la iniciativa legislativa. Dos semanas antes de la introducción del proyecto el 19 de abril de 2007, Brian Michael Jenkins de la RAND entregó al subcomité de Harman un testimonio sobre «Radicalización y Reclutamiento Jihadista».

En junio, Jenkins habló ante el subcomité de Harman cuando éste discutía el papel de la comisión nacional. «El terrorismo interno es la principal amenaza a la que hacemos frente como país y, probablemente, será la principal amenaza a que haremos frente durante décadas… A menos que podamos encontrar una manera de intervenir en el proceso de radicalización, estamos condenados a caminar como cucarachas, de a una a la vez», indicó. En un informe RAND divulgado en 2005 con el título «Tendencias en Terrorismo», se dedica enteramente un capítulo a la «amenaza terrorista doméstica, de ‘cosecha propia'», no-musulmana. El blanco son también los sectores opuestos a la globalización.

En un esfuerzo por prevenir que la gente «propensa» se convierta a la radicalización, esta medida orientada preferentemente a limpiar el pensamiento político, identifica específicamente a Internet como principal herramienta de radicalización: «Internet ha ayudado a facilitar la radicalización ideológicamente basada en la violencia y el proceso del «terrorismo de cosecha propia» en territorio de Estados Unidos, proporcionando acceso a los ciudadanos de Estados Unidos a las amplias y constantes corrientes de propaganda terrorista implícita», dijo la demócrata Harman.

La legislación autoriza a diez miembros de la comisión nacional (el proyecto en el Senado propone doce miembros) designada por el Presidente, la secretaría de Seguridad de la Patria, los líderes del Congreso y los presidentes de los comités del Senado y de la Casa de Representantes sobre Seguridad de la Patria y Asuntos Gubernamentales.

Una vez acordada, la Comisión suministrará informes en intervalos de seis a dieciocho meses al Presidente y al Congreso, indicando sus resultados, conclusiones y recomendaciones legislativas «para contramedidas inmediatas y a largo plazo… de prevención de la radicalización violenta, el «terrorismo de cosecha propia» y la violencia fundada ideológicamente».

Esta comisión tiene perturbadoras semejanzas con Cointelpro, el programa de contrainteligencia que en 1974-75 fue investigado por un comité selecto del Senado de EEUU sobre las actividades de inteligencia, la Comisión [Frank] Church. Este comité encontró que entre 1956 y 1971, «la Oficina [FBI] condujo una operación sofisticada de vigilancia federal derechamente dirigida a socavar el ejercicio de los derechos de expresión y asociación consagrados por la Primera Enmienda, en la teoría de que la prevención del crecimiento de grupos peligrosos y de la propagación de ideas peligrosas protegería la seguridad nacional y disuadiría la violencia».

El proyecto H.R. 1955 otorgaría poder al secretario del Departamento de Seguridad de la Patria (DHS, su sigla en inglés) para establecer un «centro de excelencia», un programa de investigación basado en una universidad que «reúne a expertos y a investigadores principales para conducir la investigación y la educación multidisciplinarias para dar soluciones a la Seguridad de la Patria». El DHS tiene actualmente ocho centros en instituciones académicas a través del país, consolidando lo que muchos ven como un complejo militar, académico y de seguridad cada vez más grande. Harman, en una rueda de prensa del 23 de octubre, indicó que el centro «examina las raíces sociales, criminales, políticas, psicológicas y económicas del terrorismo doméstico».

Hope Marston, organizador regional de la Cuenta del Comité de Defensa de Derechos (BORDC) advirtió contra el peligro de los términos vago definidos en esta legislación, capaces de abrir una interpretación muy amplia ante los espejos de un patrón histórico de represión arrebatadora del gobierno.

Jules Boykoff, autor y profesor de política y gobierno en la Pacific University, se mostró alarmado ante la definición circular, por ejemplo, «de ideológicamente basado en la violencia» concepto que por sí mismo no puede definir los términos «amenaza», «fuerza» o «violencia». Boykoff comentó que la iniciativa parlamentaria utilizó alternativamente los términos «extremismo» y «radicalismo». «La palabra ‘radical’ comparte la raíz etimológica del término «rábano», que significa ir a la raíz del problema», dijo. «De esta manera, si el gobierno desea conseguir la raíz real del terrorismo, entonces nos debe dejar hablar realmente de ella. Necesitamos hablar de las raíces económicas, de las extensas inequidades de la abundancia entre ricos y pobres».

Caroline Fredrickson, directora de la Oficina Legislativa de Washington de la Unión Americana de las Libertades Civiles, dijo: «La aplicación de la ley debe centrarse en la acción, no en el pensamiento. Necesitamos preocuparnos más bien de la gente que está cometiendo crímenes que de quienes abriguen creencias que el gobierno puede considerar «extremas».

Actualización de Jessica Lee

Mientras grupos que abogan por las libertades civiles y los derechos religiosos libres aseguran a periodistas independientes y a activistas populares que ayudarán a mantener atascado el avance de la Ley de Prevención de la Radicalización Violenta y el Terrorismo Interno 2007, algunos miembros del Congreso continúan presionando por la censura en Internet y el perfil racial como necesarios para prevenir el «terrorismo de cosecha propia».

La Cámara de Representantes aprobó la Ley de Prevención de la Radicalización Violenta y el Terrorismo Interno 2007 por una votación 404-6, pero la extensa oposición forzó al Senado a dejar de lado la idea. Hasta el 1 de junio de 2008 no programó ni calendarizó ninguna votación para el año legislativo actual.

Supe de esta ley a comienzos de noviembre de 2007. Con excepción del artículo de Lindsay Beyerstein, «Examinando la Ley de Prevención del Terrorismo de Cosecha Propia» (In These Times, 11/1/07), ninguno de los medios corporativos importantes informó sobre el tema, a pesar de los peligros planteados a las libertades civiles y al aislamiento de las comunidades musulmanas y árabes en Estados Unidos. No obstante, descubrí una activa discusión en línea sobre el proyecto, principalmente en blogs y videos de YouTube.

Isabel Macdonald, directora de comunicaciones de Imparcialidad y Exactitud en la Información, comentó: «Quizás, debido a la relación simbiótica entre las corporaciones de grandes medios y los funcionarios del gobierno, los medios corporativos han mostrado constante aversión a ofrecer cobertura crítica sobre la erosión de las libertades civiles. Los medios independientes -y específicamente el Indypendent- desempeñaron un papel crítico en romper la historia de este proyecto y con cobertura en blogs y en Democracy Now!, manteniendo viva la historia».

A un mes del artículo del Indypendent, numerosas organizaciones de libertades civiles, libertad religiosa, entidades musulmanas y árabe-estadounidenses celebraron reuniones desde Maine a California y encendieron las alarmas de acción para animar a la gente a entrar en contacto con sus representantes del Congreso en un esfuerzo por parar la iniciativa en el Senado.

Según los lobbystas de derechos civiles, la protesta pública forzó al jefe del comité del Senado Joseph Lieberman, republicano por Connecticut, a dejar la cuenta en la hornilla trasera. Sin embargo, Lieberman y la líder de la minoría RAND del comité, la senadora republicana por Maine Susan Collins, continúan alegando que el «terrorismo islámico doméstico» es una grave amenaza y el 8 de mayo de 2008 publicaron su propio informe, sin el respaldo público de otros miembros del comité, advirtiendo que «la amenaza del terrorismo de ‘cosecha propia’ está en auge, secundado por la capacidad de fomentar el reclutamiento de bases que ofrece Internet, junto con la difusión del mensaje de entrenamiento de los grupos terroristas islámicos violentos».

En respuesta, más de treinta grupos de libertades civiles y asociaciones por la libertad religiosa enviaron una carta al comité del Senado el 30 de mayo, expresando preocupación porque el informe podría afectar a la libertad de expresión, apuntando injustificadamente a los musulmanes y definiendo a Internet como «arma».

Un grupo de organizaciones representativas de las comunidades árabe y musulmanas estadounidenses también emitió un pronunciamiento en respuesta al informe, reclamando que fueron excluidos de las audiencias del Senado durante gran parte del proceso legislativo y que el informe se apoya en otro reporte desacreditado emitido en 2007 por el Departamento de Policía de Nueva York, que trató de explicar el proceso de «radicalización violenta» de los musulmanes individuales.

Poco después de publicar el informe, Lieberman exigió que Google quitara los videos de YouTube producidos por «organizaciones terroristas tales como Al-Qaeda». Google respondió el 19 de mayo retirando ochenta videos que la compañía estuvo de acuerdo en que violaban las Pautas de la Comunidad de YouTube, que representaban violencia gratuita, abogaron por la violencia o utilizaron el discurso del odio. Google, sin embargo, rechazó acceder a todas las demandas de Lieberman, que incluía la censura de todos los videos que mencionaban o aludían a grupos como Al-Qaeda, listados por el departamento de Estado de EEUU como organizaciones extranjeras terroristas.

«El senador Lieberman indicó su creencia… que todos los videos que mencionan o se refieren a estos grupos se deben quitar de YouTube, siendo legales, no violentos y sin expresiones de odio», respondió Google. «YouTube apoya la libertad de expresión y defiende los derechos de cada uno a expresar puntos de vista impopulares».

Chip Berlet, analista superior de Political Research Associates, de Boston, dijo creer que las acciones de Lieberman constituyen un «sucio truco político» motivado por el intento de empujar a los candidatos presidenciales hacia una postura más agresiva en el Oriente Medio.

Las organizaciones que encabezan el esfuerzo de oponerse a la legislación incluyen a Defending Dissent Foundation (www.defendingdissent.org), Bill of Rights Defense Committee (www.bordc.org), Center for Constitutional Rights (www.ccrjustice.org), American Civil Liberties Union (www.aclu.org) y Council on American-Islamic Relations (www.cair.com).

Actualización de Lindsay Beyerstein

La iniciativa del «Terrorismo Doméstico» se ha empantanado en el Senado desde el pasado mes de octubre. El proyecto navegó a través de la Cámara con algún pequeño comentario público, pero posteriormente encontró una oposición dura a través del espectro político. Hasta hace poco tiempo, parecía que los grupos de libertades civiles y las organizaciones cívicas musulmanas habían bloqueado con éxito la versión del Senado de la iniciativa.

La iniciativa parecía destinada morir en el comité… es decir, hasta que el senador Joe Lieberman, jefe del comité del Senado sobre Seguridad de la Patria, señaló su impaciencia por revivir la cuestión lanzando un nuevo informe y escogiendo una lucha con YouTube.

El 8 mayo, el senador Lieberman y la senadora RAND Susan Collins lanzaron el informe «Extremismo Islámico Violento, Internet y la Amenaza del Terrorismo Doméstico», un reporte políticamente bipartidista basado en las audiencias ante el Comité sobre Seguridad de la Patria del Senado.

Incluso antes de que fuera lanzado al público, el informe provocó el fuego de una coalición de organizaciones de libertades civiles protegidas por la ACLU. La coalición exteriorizó sus preocupaciones por el informe que los dos miembros del Comité hicieron público el 7 de mayo.

«Nuestra preocupación es que este foco sobre Internet podría ser un precursor de propósitos de censurar y regular la expresión en Internet. De hecho, algunos fabricantes de política han abogado por echar abajo sitios web desagradables», expresó la nota.

Lieberman reforzó esas dudas el 19 de mayo cuando escribió al CEO de Google (casa matriz de YouTube) exigiendo que un número no especificado de videos de propaganda islámica fueran removidos del popular sitio de videos compartidos. Lieberman alegó en su carta que los video clips eran resultado del trabajo de una sofisticada red islámica de propaganda cuestionada en el reciente informe de su comité. También argumentó que los videos violaron las normas de la comunidad de YouTube.

Las normas de YouTube prohíben expresamente la violencia, discursos de odio, amenazas, hostigamiento y descripciones gratuitas de crímenes tales como fabricación de bombas. Cientos de millares de videos son «subidos» diariamente al sitio. En vez de hacer un pre-escrutinio de contenidos, YouTube confía en que los usuarios señalen con una bandera el material que viola los estándares de la comunidad. Los contenidos que rompen las reglas se están retirando rutinariamente.

Después de revisar los clips, YouTube rechazó quitar el grueso del material señalado por el personal de Lieberman mediante una bandera. Fue removido un puñado de videos que violaban los estándares de la comunidad, pero el resto permaneció on line.

«La mayoría de los videos que no contienen mensajes de odio o violencia no fueron removidos porque no violan nuestras Pautas de la Comunidad», dijo una declaración publicada por el equipo de YouTube. La declaración se lanzó para afirmar el derecho de los usuarios de YouTube a expresar puntos de vista impopulares.

Lieberman no quedó satisfecho con la respuesta. «No importa cuál sea el contenido de los videos producidos por organizaciones terroristas como Al-Qaeda; no deben ser tolerados porque están confabuladas para atacar Estados Unidos y matar estadounidenses. Google debe reconsiderar su política», indicó Lieberman el 20 de mayo.

No ha sido programada ninguna votación, pero la lucha de Lieberman con Google ha puesto de nuevo bajo los reflectores a la iniciativa del terrorismo doméstico. Después de meses de silencio, los grandes medios finalmente están comenzando a hacer preguntas sobre el creciente entusiasmo del gobierno por supervisar el discurso «radical» en Internet. El New York Times criticó agudamente a Lieberman y a su informe en el editorial del 25 de mayo, llamándolo «censor en ciernes» cuyos esfuerzos por restringir constitucionalmente la protección del discurso de YouTube «contradice valores americanos fundamentales».

Los lectores pueden hacerse sus propias opiniones acerca del proyecto de ley sobre el terrorismo de «cosecha propia» entrando en contacto con sus senadores y los miembros del comité del Senado sobre Seguridad de la Patria. Todos los contendores de la carrera presidencial 2008 son senadores. Ahora, los votantes tienen un buen momento para ejercer presión sobre los candidatos presidenciales a fin de que tomen posiciones claras respecto a la iniciativa del terrorismo doméstico. El senador Barack Obama, demócrata por Illinois, tiene un asiento en el Comité de Seguridad de la Patria, pero no contribuyó al informe. El senador John McCain, demócrata por Arizona, está estrechamente aliado al senador Lieberman, especialmente en los temas pertinentes al terrorismo.

Actualización de Matt Renner

El polémico plan para estudiar y fichar el terrorismo doméstico fue desechado después que la presión popular lo empujara atrás. Sin embargo, el espíritu de la legislación sigue vivo en la oficina del senador Joe Lieberman.

La cuenta HR 1955, «Ley de Prevención de la Radicalización Violenta y el Terrorismo Interno» pasó la Casa de Representantes en octubre de 2007 con apoyo casi unánime. La cuenta cayó inmediatamente bajo el fuego de los «perros guardianes» de las libertades civiles debido a que mostraba mucho interés deliberado en apuntar a los musulmanes y a los árabes y por sus posibles efectos perniciosos para la libertad de expresión.

El proyecto de ley original preveía instalar una comisión gubernamental para investigar la amenaza supuesta de terroristas producidos nacionalmente y las ideologías que sostienen su radicalización. La comisión de diez miembros debía ser autorizada «para llevar a cabo audiencias y para sentarse y actuar a discreción en las oportunidades y lugares necesitados para tomar testimonios, recibir evidencias y administrar los juramentos que la Comisión estimara recomendables para cumplir sus deberes». La iniciativa también identificó a Internet como un vehículo útil a los terroristas para esparcir su ideología con la intención de reclutar y entrenar a nuevos terroristas.

Después de la significativa presión pública, la cuenta se atascó en el Senado. Sin embargo, el senador Joe Lieberman (republicano por Connecticut), presidente actual de los Comités de Seguridad de la Patria y de Asuntos Gubernamentales del Senado, abrazó el impulso a la legislación y ha estado trabajando por sacar adelante algunas de las metas de la cuenta original, incluyendo una tentativa de escardar hacia fuera de Internet la «propaganda terrorista».

El 19 de mayo Lieberman envió una carta a Eric Schmidt, CEO de Google Inc., exigiendo que la casa matriz de YouTube Google «remueva inmediatamente de YouTube los contenidos producidos por organizaciones terrorista islamistas».

«Tomando acciones para restringir el uso de YouTube en diseminar las metas y métodos de quienes desean matar a civiles inocentes, Google hará una contribución singular e importante a este relevante esfuerzo nacional», escribió Lieberman.

Google reaccionó rechazando sacar el material que no violó el código de conducta del sitio. «Mientras respetemos y entendamos sus opiniones, YouTube anima la libertad de expresión y defiende el derecho de cada uno a expresar puntos de vista impopulares», señaló la respuesta de Schmidt. Agregó: «Creemos que YouTube es una plataforma muy rica y mucho más relevante para los usuarios precisamente porque alberga a una gama diversa de opiniones y más bien que sofocar la discusión, permitimos que nuestros usuarios puedan conocer todos los contenidos aceptables y hagan su propia decisión en sus mentes».

Google removió algunos de los videos que violaron sus reglas contra discursos en favor del odio y la violencia, pero hizo un alto para escribir: «La mayoría de los videos que no contienen discursos violentos o de odio no fueron quitados porque no violan nuestras Pautas de la Comunidad».

Según activistas de las libertades civiles, el senador Lieberman lideró un esfuerzo por censurar la expresión en Internet. Su comité lanzó recientemente un informe titulado «Extremismo Islamista Violento, Internet y la Creciente Amenaza del Terrorismo Casero», reporte que describía el uso de los sitios de Internet como herramientas para difundir propaganda favorable al terrorismo.

El informe culpa repetidamente de «radicalización» a los sitios web y a los «chat rooms» de Internet llamándolos «portales» en que terroristas potenciales pueden «participar en el violento movimiento global islamista y reclutar a otros para su causa». Como lo han precisado los grupos por las libertades civiles, el informe se centró únicamente en una visión del terrorismo como asociado del Islam.

Caroline Fredrickson, directora de la oficina legislativa de la ACLU en Washington D.C., dijo que Lieberman «está intentando imponer que en Internet sólo debe permanecer lo que él piensa». Añadió que «huele a un interés en censurar toda clase de diálogos en la diversidad».

«Si alguien critica el trato de Israel a los palestinos y favorece a Hamas, ¿debe ser censurado?», preguntó Fredrickson. Comentario de Mickey Huff, autor del capítulo 14

La cobertura de esta historia por los autores reseñados resulta altamente recomendable. Sin embargo, existe otro elemento también parece haber sido censurado respecto a la posible aplicación de la ley H.R. 1955 y S. 1959, y también en la uniforme cobertura de prensa independiente y progresista: se trata de la especificidad de los posibles activistas domésticos mencionados en las audiencias sostenidas en Washington por la representante Jane Harman. Mientras los autores ya mencionados se refieren a los activistas a favor de los derechos de los animales y contrarios a la globalización como blancos potenciales de esta legislación, ninguno menciona a los activistas ni a los científicos de «La verdad del 11 de Septiembre» (9/11 Truth) que fueron citados por su nombre en las audiencias de Harman en el Capitolio. (Para profundizar posibles explicaciones adicionales sobre el modelo de propaganda dentro de la prensa progresista izquierdista, véase el Capítulo 7 de Proyecto Censurado 2008).

Entre las demandas de quienes testificaron ante el Congreso sobre la «necesidad» de la legislación H.R. 1955 se dijo que cualquier persona que cuestione la explicación oficial del gobierno sobre el 11 de Septiembre está relacionada con un terrorista o algún ayudista material del terrorismo. El portavoz Mark Weitzman del Centro Wiesenthal (irónicamente, fundado por el sobreviviente del holocausto Simon Wiesenthal para educar al público sobre crímenes de guerra), demandó que los arquitectos, ingenieros y científicos que dudan de la narrativa oficial del 11 de Septiembre son iguales a los grupos jihadistas acusados de violentos.

Esto llegó más lejos en una «presentación power point» en que Weitzman mostró el sitio web del arquitecto Richard Gage http://AE911Truth.org junto a los sitios acusados de violencia jihadista. Gage ha criticado la historia oficial sobre la destrucción de las torres gemelas y del Edificio Nº 7 del 11 de Septiembre. Basándose en su experticia profesional en edificios de vigas de acero, Gage afirmó que los edificios no pudieron venirse abajo por las razones explicadas por el gobierno y ofrece teorías alternativas apoyadas por la evidencia. Sin importar si uno cree o no en las argumentaciones contrarias sobre los acontecimientos del 11 de Septiembre, no tiene por qué criminalizarse la libertad de expresión y el cuestionamiento de la versión del gobierno.

Éste es el round más reciente en la confrontación oficial entre terroristas y activistas en EEUU. ¿Existe algún vínculo comprobado entre estos grupos? No, no existe. Pero eso no detiene a la gente que simplemente habla para el expediente público sin proporcionar ninguna evidencia. Y Jane Harmon, la demócrata que co-patrocina esta legislación, no preguntó nada, ni invitó a una refutación. Esto es una reminiscencia del mccarthyismo del período del Susto Rojo de los años 50.

Escribí originalmente sobre esta cuestión aquí:
http://mythinfo.blogspot.com/2007/11/state-terror-hr-1955-weapon-of-mass.html
http://www.911truth.org/article.php?story=2007112285903892
El video de la audiencia puede verse aquí (dura 39 minutos):
http://www.c-spanarchives.org/library/index.php?main_page=product_video_info&products_id=202123-1

Otros vínculos:
Violent Islamist Extremism, The Internet, And The Home Grown Terrorism Threat
http://hsgac.senate.gov/public/_files/IslamistReport.pdf
New York Times Editorial on Lieberman’s attempt to censor YouTube
http://www.nytimes.com/2008/05/25/opinion/25sun1.html?_r=1&ref=opinion&oref=slogin
Lieberman’s Response to New York Times Editorial:
http://www.nytimes.com/2008/05/25/opinion/25sun1.html?_r=1&ref=opinion&oref=slogin

Fuentes:
Indypendent, November 16, 2007
Título: «Bringing the War on Terrorism Home»
Autor: Jessica Lee

In These Times, November 2007
Título: «Examining the Homegrown Terrorism Prevention Act»
Autor: Lindsay Beyerstein

Truthout, November 29, 2007
Título: «The Violent Radicalization Homegrown Terrorism Prevention Act of 2007»
Autor: Matt Renner

Estudiantes investigadores: Dan Bluthardt and Cedric Therene
Evaluador académico: Robert Proctor, Ph.D.

Título original: The Homegrown Terrorism Prevention Act
Traducción: Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)