Si no fuera otra manifestación de terrorismo mediático, sería bastante divertido ver al más prospero diario español dar lecciones de libertad de prensa a América Latina. El País, el rotativo madrileño que encabeza campañas de difamación contra gobiernos progresistas de este continente, pertenece al Grupo Prisa, un gigantesco cartel mediático que extiende sus tentáculos desde […]
Si no fuera otra manifestación de terrorismo mediático, sería bastante divertido ver al más prospero diario español dar lecciones de libertad de prensa a América Latina.
El País, el rotativo madrileño que encabeza campañas de difamación contra gobiernos progresistas de este continente, pertenece al Grupo Prisa, un gigantesco cartel mediático que extiende sus tentáculos desde la capital de España a toda América Latina.
Dueño del más conocido de los diarios españoles, el Grupo Prisa se ha convertido en una multinacional de la comunicación que controla más de MIL emisoras en España, Estados Unidos, México, Panamá, Costa Rica, Colombia, Argentina y Chile, con cerca de 30 millones de oyentes.
En Colombia, Prisa controla el potente grupo Radio Caracol como en México, posee a Radiópolis, con el 50% de Televisa. Mientras en los propios Estados Unidos cuenta con GLR Networks con unas 60 emisoras afiliadas. Prisa está ahora presente en 22 países con más de 10 000 trabajadores.
Tan grande es la red controlada por los dueños de El País y tan rápido el desarrollo de este consorcio sin fronteras, que Ernesto Carmona, periodista e investigador chileno, confiesa que necesita refrescar constantemente los datos que acumula sobre el tema.
¿Carmona, cuales son las últimas informaciones al respecto?
Es cierto que este Grupo crece con… Prisa. Acaba de anunciar que actualizará su plan estratégico y financiero, tarea encomendada al consejero delegado Juan Luis Cebrián, conocido antes como periodista, director de El País y una suerte de gurú internacional del «nuevo periodismo» que comenzaron a vender hace 32 años los empleados del ex franquista fundador del grupo, Jesús de Polanco, fallecido en 2007. La Comisión Ejecutiva del Grupo transnacional encargó a Cebrián un nuevo plan estratégico para el negocio audiovisual.
En mayo, Prisa asumió el control total (97,71%) de la gigantesca empresa hispana de TV Sogecable, donde mantenía un discreto 24,50%, comprando las acciones de Telefónica (23,83%), del grupo franco-estadounidense Vivendi Universal (15,63%) y de otros accionistas menores. El 13 de junio 2008 se propone adquirir el 2,29% que todavía le falta para completar el 100%. El presidente de Sogecable, Rodolfo Martín Villa, afirmó que «Sogecable va a ser el holding, el complejo de todas las actividades de Prisa en el mundo de la televisión, no sólo en España, sino también en el extranjero».
¿Y quién es Martín Villa?
Un franquista de tomo y lomo, de 73 años, ingeniero industrial, natural de Santa María del Páramo de León, militante del PP, que fue presidente de Endesa España (EE) desde que el gobierno de José María Aznar la privatizó y transnacionalizó en 1997. EE se apoderó en Chile de Enersis, Endesa Chile, Chilectra, Río Maipú y Pehuenche. En Argentina tiene a Edesur y en Brasil, Cerj.
Bajo la dictadura de Francisco Franco, Martín Villa sirvió en el cuerpo de ingenieros de la Hacienda Pública y fue jefe nacional del Sindicato Español Universitario (SEU) de Madrid, reputada organización estudiantil fascista-falangista. Presidió el Sindicato de Papel, Prensa y Artes Gráficas; se desempeñó como delegado provincial de Sindicatos en Barcelona y director general de Industrias Textiles del Ministerio de Industria. En 1969 fue nombrado secretario general de la Organización Sindical; gobernador civil y jefe provincial del Movimiento -la organización política del franquismo- en Barcelona en 1974; ministro de Relaciones Sindicales en 1975 y procurador de las Cortes (parlamento) en cuatro legislaturas.
El primer gobierno post franquista de Adolfo Suárez lo nombró ministro de Interior en 1976. En 1977 fue nombrado «senador real» (del Rey) y ese mismo año fue confirmado como ministro del Interior por un nuevo gobierno, manteniéndose en el cargo hasta que fue sustituido por Antonio Ibáñez Freire el 6 de abril de 1979. En 1980, el último gabinete de Adolfo Suárez lo incluyó como Ministro de Estado para la Administración Territorial. Leopoldo Calvo Sotelo, sucesor de Suárez, lo designó Vicepresidente de Administración Territorial y, en su segundo gobierno, Vicepresidente para Asuntos Políticos. En 1979 resultó electo diputado de la Unión del Centro Democrático (UCD), el partido de Adolfo Suárez, por León. Se mantuvo como legislador hasta que fue nombrado secretario de Organización de UCD en 1982. En 1985 ingresó al Partido Demócrata Popular (PDP) que presidía Oscar Alzaga. Fue elegido Presidente del comité regional de Castilla y León. En 1987 retiró su candidatura a la Presidencia de la Comunidad Autónoma de Castilla y León para no competir con el incipiente José María Aznar.
En 1988 fue designado en el Consejo de Administración de la Caja de Madrid pero fue forzado a retirarse en 1990 por incompatibilidades del Estatuto de los Diputados. No obstante, le fue reconocida su participación en el 16,66% de la empresa Cliner S.A., proveedora del Estado a la que ingresó en 1985.
En 1989 se mudó a la Alianza Popular (AP), días antes que el IX Congreso, el 20 de enero, le cambiara el nombre por Partido Popular. «Siempre he estado por la convergencia del centro derecha y por una vez se tiene evidencia de que hay alternativa», dijo entonces. En las elecciones de 1989 fue elegido diputado PP por Madrid, cargo que mantuvo por una década, alternándolo con otros «servicios públicos». Renunció como diputado el 11 de febrero de 1997, cuatro días después que José María Aznar lo nombrara presidente de Endesa.
Rodolfo Martín Villa tiene dos hijos con su esposa María del Pilar Medina Peña.
Este es el perfil del nuevo amo de la división audiovisual de Prisa.
Hace años, El País gozó de tremendo prestigio, ¿no es cierto?
A fines de los años 70, los periodistas latinoamericanos buscaban como «palito de romero» un ejemplar del Manual de Estilo El Día, un texto gordo y caro que contenía sus postulados éticos, como jamás publicar noticias sobre boxeo, pero omitió ofrecer noticias sesgadas, mentir y, simultáneamente, otorgar premios de dudosa ecuanimidad. Tampoco advirtió ese manual que el diario sería un misionero permanente contra la Revolución Cubana, Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega y cuanta individualidad encarne ideas progresistas. Ahora conduce el negocio Ignacio Polanco Moreno (54), hijo de Jesús de Polanco, fallecido a los 77 años.
¿Polanco hijo mantiene la línea del padre hacía Cuba?
Polanco hijo y Cebrián, presidente y consiglieri, participaron en mayo en la entrega de los Premios Ortega y Gasset , descritos por El País como «un homenaje a los ciudadanos oprimidos y los periodistas que se juegan la vida en el ejercicio de su profesión». Naturalmente, el diario «informó» que «la situación en Cuba no podía pasar inadvertida en una noche en la que se rindió homenaje al periodismo libre, valiente y comprometido». Y fue galardonada la bloguera cubana Yoani Sánchez, representada por el escritor Ernesto Hernández Busto, quien recibió el premio del director general de El País, Jesús Ceberio. Según la presentadora Àngels Barceló, «el jurado valoró la perspicacia con que su blog, Generación, ha sorteado las limitaciones a la libertad de expresión que existen en Cuba». Pero El País no explica cuáles son esas «limitaciones», ni cómo Sánchez las «sortea». La pregunta es ¿cómo puede existir en Cuba un blog crítico si allí no hay libertad de expresión? Acaso, ¿no sería más lógico premiar la libertad de expresión misma? Cuando la bloguera critica el bloqueo de EEUU, El País, Cebrián, Polanco y Cía. miran para otro lado.
Se cuenta que ahí apareció la flor innata de la derecha española…
El Grupo Prisa-El País se identifica con el poder mundial imperial, las transnacionales hispanas y lo que antes se llamó franquismo, hoy Partido Popular (PP), y …también el «socialismo» español. Los invitados a la gala de Polanco y Cebrián fueron, entre otros, la vicepresidenta «socialista» María Teresa Fernández de la Vega y los ministros César Antonio Molina, Mercedes Cabrera, Magdalena Alvarez, Bibiana Aído y Cristina Garmendia. Del Partido Popular comparecieron la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y la diputada Ana Pastor. El mundo empresarial estuvo representado por Luis del Rivero, vicepresidente de Sacyr Vallehermoso; Eugenio Galdón, presidente de Ono; José María Bergareche, ex consejero delegado de Vocento y Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid. Tampoco faltaron el juez Baltasar Garzón, el escritor Fernando Savater, el cantante Miguel Ríos, personajes del jet set madrileño y caras de la revista Hola.
¿Cuáles serán los próximos pasos de la expansión de Prisa?
La estrategia de Cebrián, obviamente, consiste en que el grupo siga creciendo. Un primer paso sería la próxima fusión de las productoras Plural y NBP, en Portugal, nuevos proyectos en educación y una expansión de su monopólica presencia radial en el mercado hispano de Estados Unidos. La idea de Cebrián es fortalecer a escala planetaria las operaciones de Prisa en los sectores de información, entretenimiento, educación y cultura, en lenguas española y portuguesa, siguiendo el modelo de las mega corporaciones mediáticas de EEUU.