Sería inocente pensar que Poder e Información van por caminos tan diferentes que nunca llegan a juntarse. Con frecuencia se juntan, discurren muy cerquita, e incluso se superponen. En la concesión de licencias que recientemente se han otorgado en Castilla La Mancha, se han podido ver tanto concesiones y no concesiones lógicas, junto a […]
Sería inocente pensar que Poder e Información van por caminos tan diferentes que nunca llegan a juntarse. Con frecuencia se juntan, discurren muy cerquita, e incluso se superponen. En la concesión de licencias que recientemente se han otorgado en Castilla La Mancha, se han podido ver tanto concesiones y no concesiones lógicas, junto a denegaciones a proyectos serios avalados por grandes profesionales que intentan guardar su independencia, así como concesiones que más parecen un premio a años y años de adhesión inquebrantable al régimen social-autonómico.
Lo comentaban ya hace muchos años Ignacio Ramonet y Noam Chomsky, en un librito de obligada lectura (en realidad dos artículos de fondo), llamado Cómo nos venden la moto: la nueva forma de Poder es la Información, y por tanto, controlar ésta, es controlar el Poder.
Casualmente (bueno, mejor habría que decir: No casualmente) prologado por Ignacio Ramonet, aparece en estos días en las librerías editado por Península, el libro de Pascual Serrano titulado Desinformación: Cómo los medios ocultan el mundo, en el que se analiza escrupulosamente, con extraordinaria pedagogía y claridad meridiana, precisamente eso, cómo nos venden la moto.
Le hubiera venido al pelo a Pascual Serrano un titular de algún afamado medio (y en esta línea muchos más) de hace apenas unas horas: «El populista Zelaya, expulsado y conducido a Costa Rica». Si el lector o la lectora se para un momentito y activa por un instante su sistema de interpretación crítica, su cerebro necesitará de un cierto esfuerzo para finalmente leer lo que realmente quiere decir el titular: «Tras un golpe de Estado, el legítimo presidente hondureño, Sr. Zelaya, es secuestrado y evacuado hasta Costa Rica a la fuerza por los golpistas». Claro, el problema es que incluso los mejor intencionados, no andan en permanente estado de alerta como para que la Desinformación, no acabe por hacer mella en su opinión.
Y es que, tanto el modelo de Pensamiento único, como su vuelta de rosca de modelo de No-pensamiento, requieren no ya de una Información manipulada, sino de una verdadera Desinformación. Y es en este desenmascaramiento de manipulaciones, desinformaciones, malusos y abusos de los grandes medios de comunicación, donde el Sr. Serrano, se encuentra como pez en al agua por su especial y ya contrastado don de detección y olfato crítico de la lectura… y de visión, porque tampoco el periodismo gráfico escapa de su aviesa mirada.
Su libro, como se ha dicho en la línea que ya iniciaran Ramonet y Chomsky, no hace sino ahondar en esa idea e intentar divulgarla, a golpe de ejemplo, sin divagaciones ni dobles interpretaciones que se le pudieran tachar de tendenciosas. Le hubiera sido sencillo caer en aquello que tan necesariamente denuncia, desinformar sobre la desinformación. Lejos de eso, nos ofrece un instrumento útil, casi imprescindible en estos tiempos, para entender el mundo. Él mismo ejemplifica comentando una frase que viene a ser lapidaria sobre todo lo expuesto desde la primera palabra de este artículo: Cumplida la concesión del canal de televisión venezolano RCTV en mayo de 2007, una manifestante que se oponía a su desaparición afirmaba ante las cámaras que «los Gobiernos cambian, pero los canales de televisión perduran» revelando la perversión ideológica tan extendida en estos tiempos, de considerar que una empresa de comunicación puede acumular más valores y legitimidad que los representantes de un gobierno elegido democráticamente.
El colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Elías Rovira y Javier Sánchez
http://www.laverdad.es/albacete/prensa/20090701/opinion/desinformacion-poder-20090701.html