El pasado viernes apareció este artículo en «La Vanguardia» defendiendo a Teresa Forcades, una de las personas que alertó de las irregularidades en torno a la alarma de la pandemia de Gripe A, y a la que casi todos los medios intentaron ridiculizar y desautorizar en su momento, con algunos artículos como este de El […]
El pasado viernes apareció este artículo en «La Vanguardia» defendiendo a Teresa Forcades, una de las personas que alertó de las irregularidades en torno a la alarma de la pandemia de Gripe A, y a la que casi todos los medios intentaron ridiculizar y desautorizar en su momento, con algunos artículos como este de El País que, sin duda, pasaran a la historia de la INFAMIA del periodismo. No lo consiguieron, pero por lo menos consiguieron frenarla para que la estafa del siglo realizada por las compañias farmaceuticas siguiera adelante.
Me hace gracia ver como corren ahora a defenderla a ella y a todas las teorías (llamadas por ellos conspiranoicas) que circulaban por Internet y por los medios alternativos y que, desde el principio conocíamos todos los que hacemos el necesario esfuerzo de informarnos en otros sitios que no sean los Grandes Medios Oficiales.
¿Dónde se metieron entonces todos estos grandes profesionales? ¿Acaso estaban en otro planeta para no escuchar lo que tantos, no sólo Teresa Forcades, gritaban desde todos los rincones del planeta?
No,estos señores estaban todos aquí, pero escuchando y obedeciendo a «la voz de su amo», la que les dictaba lo que tenían que escribir, la que les animaba a meternos miedo, a que no besaramos ni nos dieramos la mano, la que los mandaba a contar muertos todos los días de uno en uno, y a que nos enseñaran a lavarnos las manos.
Llegados a este punto debemos hacernos dos grandes preguntas:
1. ¿Son más tontos los políticos, los periodistas, los médicos y los científicos, que los ciudadanos comunes que se dieron cuenta de esta farsa meses antes que ellos? o ¿Es que lo que ocurrió es que quisieron tomarnos por tontos y al no conseguirlo han dado marcha atrás, aunque tarde?
2. ¿Qué habría sucedido si no hubieran existido Internet ni los medios alternativos y sólo hubiéramos podido recibir información de los medios oficiales?
En este último caso, creo que la inmensa mayoría habríamos ido como corderitos a vacunarnos. El miedo, y ellos lo saben, es la mejor arma de manipulación que existe, y esta emoción ultimamente, está recorriendo todo el planeta y a marchas forzadas. Si nos libramos de él, nos libraremos de ellos; si nos quedamos con él, tarde o temprano, serán ellos los que acaben con nosotros, reduciendonos a un gran rebaño de corderitos asustados a los que podrán esquilar cuando les venga en gana.
Por otro lado, lo sucedido pudiera ser una lección para ellos y un resquicio para nuestra esperanza, para exorcizar otros grandes miedos, como aquel del que nos vienen atiborrando desde el 11 de Septiembre de 2001, y que desde entonces nos come cada día un poco más de nuestra dignidad y de nuestras libertades.
¡Ojalá que los «valientes» periodistas de los grandes medios se atrevan a investigar de una vez por todas esa infamia, aunque hayan pasado ya casi nueve años, de aquella otra gran mentira!
Fuente: http://matrixunplug.blogspot.com/2010/01/desmontando-los-periodistas-bulo.html