El terremoto que asoló Haití el 12 de Enero castigando a sus ya empobrecidos ciudadanos generó una notable expectación mediática que situó este país en la agenda de los principales informativos del mundo. El tratamiento informativo de lo que allí sucedía responde a un guión que, con pequeñas variables, se repite en cada catástrofe ocurrida […]
El terremoto que asoló Haití el 12 de Enero castigando a sus ya empobrecidos ciudadanos generó una notable expectación mediática que situó este país en la agenda de los principales informativos del mundo. El tratamiento informativo de lo que allí sucedía responde a un guión que, con pequeñas variables, se repite en cada catástrofe ocurrida en cualquier país del hemisferio sur, y ya ha sido analizado remarcando el desplazamiento del objeto de la noticia, el habitante de Haití, hacia otras cuestiones como las labores de salvamento, el «pillaje» y la «ayuda» internacional.
Esa ayuda y otras campañas asistenciales, dignificaron a Occidente pasando de puntillas sobre la historia reciente de Haití, aunque sin lograr esquivar cuán contradictorio es enviar 229 millones de euros de socorro y reconstrucción y, a la vez, mantener todo el peso de la deuda externa sobre los haitianos.
Las protestas crecientes vía internet, que no en la calle, de una población sensibilizada desde su casa con el sufrimiento de los haitianos, han puesto sobre la mesa el debate de la condonación incondicional de la deuda externa con instituciones financieras internacionales (BID, FMI, BM) o directamente con otros países. Así, pueden leerse varios titulares en las últimas semanas que informan sobre «donaciones» y «condonaciones» que son sencillamente falsas;
-La petición de Francia al «Club de París» de condonar la deuda con Haití, pese a que este grupo ya la condonó en julio de 2009 (62,73 millones de dólares), punto al que volveremos.
-La petición del Club de París a otros países a que condonen esa deuda a través de acuerdos bilaterales.
–La «condonación» de la deuda del BM «por 5 años» y la «donación» de esta institución de 100 millones de dólares, donde ni se condona la deuda por 5 años ni se «donan» 100 millones. Lo que ocurre es que se «exonera» a Haití «por un periodo de cinco años de cualquier pago relacionado con esta deuda», es decir, se dejan de pagar los intereses de 38 millones durante ese tiempo. En cuanto a los 100 millones: «Se trata de un préstamo sin intereses hasta fines de 2011 y con intereses a partir de 2012», según explicó la directora de Relaciones Públicas del organismo, Caroline Atkinson.
Y llegamos a una de las noticias más leídas a través de las agencias;
– «El G-7 condona la deuda a Haití«, titulaba Cuatro.com. (07/02/10). La noticia era ampliamente difundida por esta web y otro diario, la BBC, con idéntico título. Sin embargo, al seguir leyendo se observa que no se trata de un hecho que ha ocurrido, sino de una propuesta sobre los préstamos bilaterales: «(…) Los ministros de finanzas de los principales países industrializados señalaron que están dispuestos a cancelar el cobro de sus préstamos bilaterales a Haití tras la devastación del terremoto de enero (…)». El anuncio deberá cotejarse con el hecho para corroborar que tal cosa se cumple. BBC indica el mismo día que Haití «todavía debe US$900 millones a instituciones multilaterales como el FMI y el BID» para terminar remarcando que «Venezuela y Taiwan son los mayores acreedores del país caribeño», obviando que Venezuela anunció la condonación de su deuda unas dos semanas antes de la noticia de BBC;
–Venezuela condona deuda de Haití con Petrocaribe (25/01/10): «Haití no tiene deuda con Venezuela, es al revés: Venezuela tiene una deuda histórica con esa nación, con ese pueblo por el que no sentimos lástima sino admiración y compartimos su fe, su esperanza», dijo Chávez. Y aquí el verbo funciona. Se condona la deuda porque lo que se firma es «dejar sin efecto el compromiso de pago».
-Por su parte, Cuatro reproduce las palabras del ministro de finanzas canadiense: «La deuda con las instituciones internacionales debería olvidarse y trabajaremos con estas instituciones y otros socios para conseguirlo lo más pronto posible».
-Para terminar de recoger los principales titulares divulgados sobre Haití y su «deuda», veámos otro de la Vanguardia (21/02/10): «Banco Mundial y FMI piden perdonar la deuda a Haití«, donde se recuerda -otra vez- que ambas instituciones ya condonaron 1200 millones de dólares en Junio de 2009 «a través de la Iniciativa del Perdón de la Deuda a los Países Altamente Endeudados (HIPC)».
Enumeradas las principales noticias al respecto, intentaré traducir su significado real ordenándolas en el tiempo;
Francia pide al Club de París condonar una deuda que dicho club selecto ya había condonado en 2009 (62,73 mill.)… Pues resulta que ni la condonó en 2009 ni lo ha hecho aún.
El Club de París pide a otros países que condonen sus deudas bilaterales.
Venezuela o el Reino Unido lo hacen.
El BM perdona sólo los intereses de su deuda particular de 38 mill. por 5 años y presta 100 mill. a devolver con intereses a partir de 2012 calificando la iniciativa como un «Plan Marshall«.
El G7 anuncia que va a «condonar» la deuda bilateral que sus miembros tienen con Haití e insta a BM y FMI a hacer lo mismo.
Poco después, el FMI y el BM «piden», por su parte, «perdonar la deuda de Haití» sin referirse a nadie en concreto, como si hablasen de todos en general.
La clave del asunto no es siquiera que unos lancen la pelota sobre el tejado de los otros, sino que el grueso de los fondos de el «Club de París», el BM, el FMI y el G7 pertenece a los mismos países, que lanzan la pelota una y otra vez sobre su mismo tejado mientras falsean el lenguaje para convencernos de que, efectivamente, la deuda se ha anulado. Nada más lejos, como hemos comprobado. Lo que muchos medios vienen definiendo como «donación» -liberalidad de alguien que transmite gratuitamente algo que le pertenece a favor de otra persona que lo acepta- no son otra cosa que préstamos, y ni tan siquiera se «condonó» la deuda de 1200 millones, noticia que siempre se recuerda cuando se habla de la deuda de Haití al FMI y al BM;
La deuda multilateral (FMI, BM y BID), que supera a la cacareada deuda bilateral del G7 aún por condonar, es del 70% del monto, y procede, en parte, de esos 1.200 millones supuestamente «perdonados». En realidad, esos 1.200 mill., tal y cómo nos recuerdan en la web de la Red Europea sobre la Deuda y Desarrollo, se gestionaron a través de la iniciativa HIPC (Países Pobres Muy Endeudados), que ofrecía una reducción parcial de la deuda (alrededor del 50%) para cerca de 30 de los países más empobrecidos del mundo, entre los que se encontraba Haití, y que fueron seleccionados por el Banco Mundial y el FMI siguiendo un criterio económico. Para entrar en el HIPC, dichos países empobrecidos tuvieron que seguir un estricto programa de reforma económica diseñado por el Fondo y por el Banco.
Fuente original: http://laboratoriodenoticias.es/spip.php?article56