En noviembre de 2008, Ecuador se convirtió en el primer país que emprendió un examen de la legitimidad y estructura de su deuda externa. Una auditoría independiente encargada por el gobierno de Ecuador documentó cientos de irregularidades y encontró ilegalidad e ilegitimidad en contratos de deuda con prestamistas internacionales depredadores. Los préstamos, según el informe, […]
En noviembre de 2008, Ecuador se convirtió en el primer país que emprendió un examen de la legitimidad y estructura de su deuda externa. Una auditoría independiente encargada por el gobierno de Ecuador documentó cientos de irregularidades y encontró ilegalidad e ilegitimidad en contratos de deuda con prestamistas internacionales depredadores.
Los préstamos, según el informe, violaron leyes nacionales de Ecuador, regulaciones de la Comisión de Valores y Bolsa de EE.UU. y principios generales del Derecho Internacional. La formación de una comisión auditora del endeudamiento y la invocación de la legitimidad como argumentación legal para cuestionar la deuda sentaron un precedente relevante. En los años 70, Ecuador cayó víctima de prestamistas internacionales sin escrúpulos que ofrecieron sus préstamos a tarifas de bajo interés. Pero a lo largo de treinta años la deuda del país aumentó 12 veces, de 1.174 millones de dólares de 1970, a más de 14.250 millones en 2006, en gran parte debido a aumentos de los tipos de interés elevados a discreción por los bancos de EE.UU. y la Reserva Federal, desde 6% en 1979 a 21% en 1981.
La comisión reveló que en 2000, Salomon Smith Barney, que ahora forma parte del Citigroup Inc., llevó a cabo una reestructuración desautorizada de la deuda de Ecuador aplicando tipos de interés desorbitados, que en combinación con préstamos ilegales contraídos por los dictadores anteriores, convirtieron al país, al igual que muchos de sus vecinos del Sur, en un exportador importante de capitales a sus «benefactores» del Norte. A través de los años, el país ha hecho pagos por la deuda que exceden de lejos la cantidad que pidió prestada, con intereses y penalidades devastadoramente usureras.
De todos los préstamos contraídos entre 1989 y 2006, el 14% se utilizó en proyectos de desarrollo social. El 86% restante se utilizó para pagar deuda previamente acumulada. Continuamente, desde 1982 a 2006, Ecuador pagó a los acreedores de la deuda externa 119.826 millones de dólares en capital e interés, mientras durante el mismo período recibió 106.268 millones en nuevos préstamos, que totalizan una transferencia negativa de 13.558 millones de dólares. Los costoes humanos son vertiginosos. Cada dólar endeudado en medios internacionales ilegítimos de crédito es uno menos disponible para luchar contra la pobreza. En 2007, el gobierno de Ecuador pagó 1.750 millones solamente en servicio de la deuda, más de lo que gastó en atención sanitaria, servicios sociales, ambiente y desarrollo urbano y de viviendas juntos.
Ante tan altos riesgos de «default» [insolvencia], Ecuador tuvo solamente dos opciones: honrar el pago de una deuda dudosa e ilegal con el riesgo de enfrentar malestar social, u omitirlo y hacer frente a la cólera del mercado internacional.
Bajo el sistema del Banco Mundial, que supervisa planetariamente los acuerdos de inversión, no existe responsabilidad pública, ni reglas estándares judiciales ni éticas, y ningún proceso de apelación. Ecuador ha expuesto así un problema grave del sistema financiero internacional: la ausencia de un mecanismo internacional independiente para que los países resuelvan conflictos sobre deuda potencialmente ilegítima e ilegal. Los resultados de Ecuador podrían fijar un precedente para los países endeudados más pobres, cuya deuda ha sido muy criticada como depredadora e inhumana.
Ecuador ha invitado a América Latina a forjar una respuesta unida a la deuda externa. Venezuela, Bolivia y Paraguay han creado recientemente comisiones de auditoría de la deuda. El país también ha pedido que las Naciones Unidas ayuden a desarrollar normas internacionales para regular el mercado de la deuda externa.
Una resolución pendiente en el Congreso de EE.UU. ofrece un paso ético adelante. La Ley del Jubileo, aprobada en la Cámara de Representantes en abril de 2008, requeriría que el Interventor General (Comptroller General) emprenda auditorías de las carteras de deuda de regímenes anteriores donde existan pruebas sustanciales de préstamos odiosos, onerosos o ilegales. La legislación también da instrucciones al Secretario del Tesoro «para buscar la adopción internacional de un marco jurídico obligatorio para nuevos préstamos que… prevenga decisiones de préstamos irresponsables, y que deberá hacerse por una entidad independiente de los acreedores; y permita oportunidades justas para que sea oída la gente del país afectado».
Actualización de Daniel Denvir (de «Alternet»)
En junio de 2009, Ecuador anunció que había alcanzado un acuerdo con el 91% de sus acreedores para readquirir su deuda por 35 centavos de dólar, confirmando las predicciones de muchos analistas de que anunciar el incumplimiento («default») fue una movida estratégica dirigida a conseguir un recorte de la deuda. El «default» de Ecuador echó abajo el precio de su deuda, haciendo mucho más asequible una nueva compra. Muchos analistas creen que Ecuador ya habría comenzado a readquirir reservadamente su deuda en el mercado secundario, una afirmación que el gobierno ha declinado comentar. Se esperaba que Ecuador pagara 1.075 mil millones de dólares en vez de 3.375 millones de dólares de deuda.
Después del «default» de diciembre de 2008 con los Global Bonds 2012 (Bonos Globales 2012), Ecuador declaró que tampoco pagaría en marzo los Global Bonds 2030, pero continuó pagando los Global Bonds 2015, aunque se especula ampliamente que la acertada recompra nueva lo llevará también a declarar el «default» de esa deuda. Algunos analistas discrepan, observando que su aliada Venezuela posee algunos de los Global Bonds 2015, mientras otros dicen que pagando obtendría cierta tolerancia del mercado financiero.
El «default» y la recompra recibieron una extensa cobertura en la prensa de negocios, pero independientemente de mi artículo, el «IRC Américas» fue el único medio en lengua inglesa que dedicó un análisis profundizado a la significación política y económica de la deuda que auditaba la comisión, la deuda ilegítima y el default. «The Financial Times» emprendió un análisis sobrio del impacto a largo plazo del default de Ecuador y observó que «los analistas temen que el default deliberado en dos Global Bonds -y casi un tercero del gobierno respecto a su deuda externa- podría incitar a otros países a seguir ese camino mientras intentan remontar la crisis financiera». Los inversores están preocupados por el precedente de Ecuador, instalado como el primer país que en décadas declara default mientras técnicamente tiene capacidad de pagar.
Un prominente consejero de inversión internacional fue citado diciendo que el default de Ecuador fue «un proceso que funcionó y fue manejado de manera brillante. Clavaron la bandera».
Para obtener más información involucrada con el movimiento contra la deuda ilegítima, visitar Jubilee USA (http://www.jubileeusa.org/).
Actualización de Neil Watkins y Sarah Anders (de «Foreign Policy in Focus»)
Después de que el presidente Rafael Correa de Ecuador anunciara el default en diciembre de 2008, la prensa financiera estalló en condenas y predicciones sobre las consecuencias calamitosas que sufriría esta pequeña nación suramericana.
La mayoría de los artículos solamente citaron a los críticos más duros. Ecuador «hizo honor a su reputación como república bananera» («Investor’s Business Daily«). Ecuador fue «uno de los ejes del mal en América Latina» («Financial Times«). Un artículo separado de «The Financial Times» citó a dos analistas comprensivos, pero ese esfuerzo de información equilibrada fue una excepción notable.
No encontramos ningún ejemplo de información de prensa en los grandes medios sobre la larga historia de los activistas de Ecuador abocados a pedir acciones para revisar deudas ilegítimas. De hecho, la sociedad civil ecuatoriana abogó largamente por la creación de una comisión destinada a examinar la naturaleza de la deuda de Ecuador. La comisión fue fundada en 2007 y sus resultados fueron la base de la decisión del default adoptada por el gobierno de Correa.
Los grandes medios de información dieron la impresión, de forma aplastante, que este default era resultado del capricho personal de un extremista político. Virtualmente, cada historia etiquetó a Correa como izquierdista y acentuó sus lazos con el presidente venezolano Hugo Chávez. Y los analistas citados reforzaron este mensaje. «Pienso que este default es insensato. El mercado considera que tuvo motivos políticos» («Euromoney»). Un ex funcionario del Fondo Monetario Internacional dijo que el default refleja «una ideología ridícula» («Bloomberg»).
Entretanto, activistas asociados con la red global del Jubileo han hecho campaña por el desconocimiento (default) de las deudas ilegítimas en países en todo el mundo, aplaudiendo a Correa por honrar la promesa de su campaña de respetar los resultados de la comisión de auditoría de la deuda. Y en una muestra del efecto dominó, menos de una semana después del default de Ecuador, el presidente paraguayo Fernando Lugo anunció que su gobierno también haría un «exhaustivo estudio» de su deuda.
A finales de abril de este año (2009), Correa fue reelegido por mayoría absoluta y, a partir de esta señal, su gobierno ha negociado con éxito con los tenedores de «bonos en default». Dow Jones espera que un porcentaje muy alto de tenedores de bonos acepten la oferta de Correa de 35 centavos por dólar.
Como parte de la respuesta a la crisis financiera actual, los gobiernos deben establecer un mecanismo internacional para manejar conflictos de deuda de manera sistemática, que equilibre los intereses de deudores y acreedores y en primer lugar considere cómo se acumularon las deudas. Una comisión especial de Naciones Unidas para la crisis, presidida por el economista y Premio Nobel Joseph Stiglitz salió en apoyo de tal mecanismo en marzo de 2009. Pero hasta el momento, el problema no está incluido en la agenda del G20, que agrupa a las naciones más ricas.
Con la crisis financiera golpeando duramente a los países pobres más endeudados, habrá mayores presiones sobre los países en desarrollo para declarar default. En vez de satanizar a los líderes que recurren al default, llegó la hora de que la comunidad internacional desarrolle una solución justa que resuelva los impactos reales que gravitan en la deuda de los países pobres.
Para más información ver: Jubilee USA Network – www.jubileeusa.org Audit Commission of Ecuador — http://www.auditoriadeuda.org.ec/ Jubilee South / Americas — http://jubileosuramerica.blogspot.com/2009/03/nuevo-sitio.html Latindadd (Latin America Network on Debt and Development) – http://www.latindadd.org/ Institute for Policy Studies – www.ips-dc.org
Fuentes: Alternet, 26 de noviembre de 2008, «As Crisis Mounts, Ecuador Declares Foreign Debt Illegitimate and Illegal», por Daniel Denvir; Utube, Fall 2008, «Invalid Loans to Ecuador: Who Owes Who», por Producer: Committee for the Integral Audit of Public Credit; Foreign Policy in Focus, 15 de diciembre de 2008, «Ecuador’s Debt Default», por Neil Watkins y Sarah Anders. Estudiante investigador: Rosemary Scott Evaluador de la comunidad: Tim Ogburn, Sonoma State University.
Traducción: Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)
Fuente: http://www.argenpress.info/2009/10/proyecto-censurado-ecuador-declaro.html