El miércoles 26 de marzo fue condenado a seis meses de cárcel el director de un diario egipcio por haber escrito un artículo sobre la salud del presidente Mubarak. Ibrahim Eissa, director del periódico Al Dustour, había escrito un artículo en el que daba a entender que la salud del presidente Hosni Mubarak, de 79 […]
El miércoles 26 de marzo fue condenado a seis meses de cárcel el director de un diario egipcio por haber escrito un artículo sobre la salud del presidente Mubarak. Ibrahim Eissa, director del periódico Al Dustour, había escrito un artículo en el que daba a entender que la salud del presidente Hosni Mubarak, de 79 años, se estaba deteriorando.
Las autoridades afirmaron que el artículo había perjudicado a la economía, al provocar una retirada de inversiones extranjeras por valor de unos 350 millones de dólares estadounidenses.
En unas declaraciones efectuadas inmediatamente después de conocerse la sentencia, Ibrahim Eissa señaló que ésta formaba parte del acoso judicial al que se veían sometidos los periodistas todos los días. Indicó que el objetivo es intimidarlos para que no saquen a la luz la política del gobierno e impedirlos criticar al presidente Mubarak públicamente.
«Quieren convertirlo en un ser intocable, a salvo de toda crítica o cuestionamiento. La sentencia es una más de las dirigidas contra mí y otros directores de periódicos. Con estas sentencias -en las que se está haciendo uso de disposiciones legales abandonadas hace mucho tiempo o no utilizadas nunca- están mezclando la justicia con la política», indicó Ibrahim Eissa.
Las autoridades afirmaron que el artículo había perjudicado a la economía, al provocar una retirada de inversiones extranjeras por valor de unos 350 millones de dólares estadounidenses.
En unas declaraciones efectuadas inmediatamente después de conocerse la sentencia, Ibrahim Eissa señaló que ésta formaba parte del acoso judicial al que se veían sometidos los periodistas todos los días. Indicó que el objetivo es intimidarlos para que no saquen a la luz la política del gobierno e impedirlos criticar al presidente Mubarak públicamente.
«Quieren convertirlo en un ser intocable, a salvo de toda crítica o cuestionamiento. La sentencia es una más de las dirigidas contra mí y otros directores de periódicos. Con estas sentencias -en las que se está haciendo uso de disposiciones legales abandonadas hace mucho tiempo o no utilizadas nunca- están mezclando la justicia con la política», indicó Ibrahim Eissa.
«Es evidente que las promesas formuladas por el presidente en 2004 [de que se abolirían las penas de cárcel para los delitos de prensa] no son más que apariencia. Me han condenado a seis meses de cárcel, y estoy en espera de recibir otras sentencias el sábado, el lunes y el sábado siguiente. ¡Quizá ningún otro periodista del mundo ha estado en el trance de que le impongan tantas sentencias en una sola semana», agregó.
Ibrahim Eissa fue procesado en aplicación de los artículos 171 y 188 del Código Penal, por haber publicado en 2007 una información que las autoridades consideraron perjudicial para el interés público y la estabilidad nacional de Egipto. Puede recurrir la decisión del tribunal.
Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades egipcias que retiren los cargos formulados contra él.
«Este procesamiento forma parte de una constante más general de uso por parte de las autoridades egipcias del cargo de difamación y otras acusaciones para acallar a los medios de comunicación e impedir que informen de cuestiones que ellas consideran temas prohibidos, pero que son en realidad asuntos de claro interés público -ha manifestado Amnistía Internacional-. Pone de manifiesto la necesidad de que el gobierno reforme la controvertida ley de prensa y toda otra disposición del Código Penal que criminalice la publicación legítima de información.»
La ley de prensa aprobada por la Asamblea Nacional en julio de 2006 aumentó las restricciones existentes sobre la libertad de expresión, y los periodistas y otras personas continúan expuestos a ser encarcelados si cometen delitos de prensa, como insultar a funcionarios públicos.
Cuando se promulgó la nueva ley de prensa, los periódicos de oposición e independientes interrumpieron su publicación durante un día en señal de protesta, y centenares de trabajadores de los medios de comunicación se manifestaron delante del Parlamento.
«Esperamos que, cuando vea el caso, el Tribunal de Apelaciones anule esta sentencia y haga valer el derecho a la libertad de los medios de comunicación -ha señalado Amnistía Internacional-. Las autoridades deben dejar de utilizar el cargo de difamación para hostigar a los periodistas e impedirles informar de cuestiones de interés público legítimo.»
El 31 de marzo, Ibrahim Eissa será juzgado también en otra causa por el cargo de difundir información falsa sobre la salud del presidente Mubarak.
«Esperamos que, cuando vea el caso, el Tribunal de Apelaciones anule esta sentencia y haga valer el derecho a la libertad de los medios de comunicación -ha señalado Amnistía Internacional-. Las autoridades deben dejar de utilizar el cargo de difamación para hostigar a los periodistas e impedirles informar de cuestiones de interés público legítimo.»
El 31 de marzo, Ibrahim Eissa será juzgado también en otra causa por el cargo de difundir información falsa sobre la salud del presidente Mubarak.
En 2007 fue condenado, junto con otros tres periodistas, en aplicación de artículo 188 del Código Penal egipcio, que estipula que quien «publique con malevolencia noticias, declaraciones o rumores falsos que puedan alterar el orden público» será condenado a hasta un año de prisión y a pagar una multa de 20.000 libras egipcias. Los cuatro periodistas quedaron en libertad en espera del resultado de su apelación, cuya próxima vista está prevista para el 5 el abril.