Un día antes, con multitudinarios actos, tanto el Gobierno, como «El Campo» midieron fuerzas, saliendo en cantidad este último vencedor, duplicando los 100.000 manifestantes a favor del proyeco del Gobierno. de las «Retenciones». Estas movilizaciones van acordes con los retrocesos en Colombia y Perú. De ahí, que la clase media una vez más fue acarreada […]
Un día antes, con multitudinarios actos, tanto el Gobierno, como «El Campo» midieron fuerzas, saliendo en cantidad este último vencedor, duplicando los 100.000 manifestantes a favor del proyeco del Gobierno. de las «Retenciones». Estas movilizaciones van acordes con los retrocesos en Colombia y Perú. De ahí, que la clase media una vez más fue acarreada o movilizada por su intereses individualistas. Entrando en acción sus mas reaccionarias aspiraciones contra algunas de las tibias medidas populistas del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Frente a más de 200.000 personas en el «Monumento a los Españoles», y con los mismos ejes y discursos de siempre, repitiendo lemas como «unidad nacional», «democracia y libertad», los representantes de la Sociedad Rural y otras entidades, que en la época de la Operación Cóndor apoyaron públicamente a los gobiernos militares, pero hoy mirando para otro lado ese pasado, se presentaron glamorosamente.
Es que desde los que apoyan al Campo se critica constantemente a como se acarrea gente con el asistencialismo y la «negrada». ¿Acaso ellos se movilizan «gratuitamente» o con claros intereses financieros que los afectan? ¿Por qué copiaron metodologías que antes se usaron para reclamos genuinos?
El poder de la clase media y sus intereses egoístas, sumados a diferencias de algunos senadores con el proyecto tal cual lo presentó el oficialismo, pudieron rechazar el proyecto de «La 125″[1]. Y desatar el festejo del Campo. El odio irracional y sistemático contra Cristina de la clase media es mayoritario, y este conflicto terminó con su imagen popular. «Una mentira, repetida mil veces, se convierte en verdad» (Goebbels, jerarca nazi)
Con la mayoría de los multimedios corporativos a su favor, como son el Grupo Clarín, entre otros, «El Campo» logró reunificar y reagrupar a las fuerzas que tienen intereses en la «propiedad» y la gran explotación – Carrio, Lopez Murphy, Macri, etc – ; contrarios a las políticas populistas de Unidad de América Latina que van hacia el socialismo. La ambición de estos sectores, es mas que lógica, ven en la crisis alimentaria/capitalista/climatica mundial y en los biocombustibles una gran oportunidad de concentrar mas riquezas en sus manos, haciendo del suelo de nuestra Patria su maquinaria de generar dólares y euros, independientemente de que en los centros urbanos miles de pibes sufran de hambre y desnutrición, ya que quieren «internacionalizar» los precios, esto restaría aún más al decadente poder adquisitivo. «El kilo de lomo a 80 pesos» (Alfredo De Angelis)
También tiene otro mérito, dividió a la Izquierda Argentina en tres. Los que apoyan las medidas del Gobierno – PCA, los que no apoyan al gobierno pero tampoco al «Campo» – Frente Dario Santillan, PTS-PO – , y los que descaradamente apoyan al «Campo» – MST – IS – PCR -.
Estas victorias de la oligarquía, como conocemos, van apoyadas tanto desde sectores neoliberales, como ‘neofascistas’. Así es que entra en contradicción y ridiculismo los movimientos de Izquierda – MST entre otros – que llevaron banderas rojas y la figura del Che al Palermo de la Soja, cavando su propia tumba y marcando una «mancha más» en sus largos «errores históricos». Se jactan de acusar de oportunistas a los demás y no se miran al espejo ellos mismos, unidos con lo peor del país, haciendo el más daño posible. Estas posiciones dejan al descubierto los verdaderos fines, y da pie a reunificar las fuerzas de izquierda autenticas; que van hacia imparable unidad. Desde hoy – 17 de Julio 2008 – y por unos días, los multimedios jugaran su rol en favor a los intereses burgueses y pequeño-burgueses y agrandaran tanto la victoria del Campo en el senado hasta duplicar su dimensión real. Porque realmente la victoria del Campo fue decidida por Julio Cobos vicepresidente, en creo personalmente una medida estratégica, ya que si ganaba el oficialismo por un voto las consecuencias podrían ser peores si se analiza como podría seguir el conflicto.
Si revisamos los discursos y los votos del Senado, muchos de los que votaron en contra del proyecto oficialista, estaban a favor de las retenciones. Al menos según sus palabras votaron negativamente vieron en este proyecto no alcanzaba para solucionar el problema – ni de la soja, ni modelo social, etc- y había que tomar otras medidas.
En todo caso lo positivo del conflicto es la revelación de que modelo de país quiere cada movimiento político o social. Y lo más negativo del revés parlamentario, es que las fuerzas oligárquicas vieron como pueden tener «poder real» y echar atrás medidas de un presidente.