Desde el día 27 de mayo, uno de los cuatro canales comerciales y golpistas venezolanos, RCTV, pasará a trasmitir sólo por cable, ya que expiró su licencia. Para la oposición es un atentado a la libertad de expresión. Sin embargo, es también la señal de que «otra comunicación es posible». Pública y con responsabilidad social. […]
La industria del falso digital está tolerada en Venezuela, como en todo el mundo. Sin embargo en pocas capitales se encuentran tantos puestitos que venden Zabriskie Point, de Michelangelo Antonioni, Orfeo Negro, de Marcel Camus, La voz de la Luna, de Federico Fellini y toda la cinematografía de autor latinoamericana, desde La hora de los hornos de Pino Solanas en adelante.
Cuentan que en sus últimos años el dictador español Francisco Franco inundó el país de heroína para destruir una generación rebelde. Quién sabe si el «dictador» Hugo Chávez hace lo mismo con el cine de autor, alimentando a los buhoneros de la ciudad. «Es el libre mercado, estúpido», hubiese dicho Bill Clinton. Y también cine de autor pide la gente de Caracas. Sin embargo pide mucho más, acostumbrada durante décadas a la tevé basura. Las niñas, bombardeadas por el reggaeton y otros seudogéneros musicales, impuestos por las tevé comerciales, a los 15 años exigen que les regalen tetas nuevas, y enormes.
Clínicas privadas de dudosa fama imponen su negocio millonario armando paquetes que incluyen liposucción-nariz-senos por unos pocos cientos de dólares: el mensaje que llega a las adolescentes es que sólo así alguien las querrá. También esto se considera libre mercado, libertad de expresión, pero sobre todo batalla de ideas (pocas) para conquistar los corazones y el imaginario colectivo.
El taxista nos cuenta preocupado que el gobierno quiere prohibir el «hilo dental», la tanga, que en los videos sirve para destacar las nalgas omnipresentes: la mujer misma en estos videos es sinónimo de «culito». Este cronista le pregunta si es católico y él se persigna: «Señor, si Chávez hace esto, ¡el papa va a estar muy contento!». ¿Alguien se sorprende que Venezuela esté en los primeros lugares en el mundo por embarazos de adolescentes?
El pasado sábado 19 la oposición ocupó las calles de Caracas para exigir la renovación de la concesión pública de las frecuencias abiertas del canal comercial RCTV. Este canal, que seguirá operando por cable, apoyó abiertamente el golpe de Estado del 11 de abril de 2002. En la marcha la gente habla de expropiación, de atentado a la libertad de expresión. Desde el gobierno se contesta recordando que existe la responsabilidad social de los medios y que RCTV, con su mezcla incendiaria de golpismo y tevé basura, sexo y violencia, no merecía que se le confirmara la concesión. Y que esto no es lo mismo que limitar la libertad de expresión.
La marcha fue un discreto éxito con varias decenas de miles de personas. La iniciativa fue muy bien preparada bajo los lemas de la expropiación de la propiedad privada de la empresa RCTV y de los riesgos para la libertad de expresión en Venezuela. Los organizadores llenaron las plazas y los grandes cruces de Caracas de pantallas gigantes. Fue interesante escuchar a todo volumen denuncias sobre la falta de libertad de expresión en Venezuela.
Monopolio opositor
Se crea así una situación paradójica. De un lado, la petición del derechista Partido Popular español para que Venezuela sea condenada por el Parlamento Europeo por la no renovación de la licencia a RCTV. Paralelamente, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, admitió que se trataba de un hecho interno venezolano y que el gobierno bolivariano estaba en su pleno derecho de no renovar la concesión. Del otro, organizaciones internacionales y ong de gran prestigio retoman y reproducen la posición de los medios golpistas y de ello se hace eco buena parte de la prensa internacional, en lo que se perfila como un verdadero complot mediático internacional contra Venezuela y contra todos los gobiernos integracionistas latinoamericanos.
Tal Cual Y CNN
En los quioscos de Caracas los diarios opositores siguen siendo la gran mayoría. Entre ellos está Tal Cual, dirigido por un prestigioso intelectual que se define de izquierda, Teodoro Petkoff. Denunciando la falta de libertad de expresión en Venezuela, Teodoro se siente libre de utilizar a menudo elementos como la esvástica nazi o dibujar los bigotitos de Hitler en la imagen del presidente Hugo Chávez. Nadie le hace mucho caso.
El cronista de Brecha vuelve a su hotel, prende la tevé, en vivo y en directo por CNN desde Miami, entrevista al mismo Teodoro Petkoff, quien por definirse de izquierda se vuelve muy útil para estas campañas: «La Venezuela bolivariana -afirma libremente Petkoff a CNN- es un país totalitario. Es un país donde no hay libertad de prensa ni de expresión. Es un país donde se habla de socialismo del siglo XXI y en realidad está corriendo hacia el siglo XX y la Unión Soviética del tiempo de Stalin.»
Cambio de canal. Los cuatro canales de la oposición, con toda libertad, utilizan los mismos elementos: totalitarismo, falta de libertad de expresión. Vuelvo a la calle. La esvástica de Tal Cual sigue haciéndome guiñadas. Ninguna patota chavista ha pasado a despedazarla o quemarla. Petkoff, mientras tanto, debe haber terminado su entrevista desde Miami, se tomará su vuelo de vuelta y llegará tranquilamente a Caracas, donde cerrará otro número de Tal Cual denunciando sin pudor la falta de libertad de expresión en este país.