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Las 25 historias periodísticas ignoradas por los medios (IV)

El Departamento de Inmigración de Estados Unidos opera en cárceles y juzgados secretos

Fuentes: The Nation

Agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) están deteniendo a miles de residentes extranjeros legales de Estados Unidos en lugares secretos no identificados y han deportado a más de diez mil personas con resoluciones judiciales también secretas. «Si ustedes no tienen bastantes pruebas para encausar a alguien como criminal […]

Agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) están deteniendo a miles de residentes extranjeros legales de Estados Unidos en lugares secretos no identificados y han deportado a más de diez mil personas con resoluciones judiciales también secretas.

«Si ustedes no tienen bastantes pruebas para encausar a alguien como criminal pero creen que es un ilegal, podemos hacer que desaparezca.» Estas palabras escalofriantes fueron expresadas en una conferencia de policías y sheriffs, en agosto de 2008, por James Pendergraph, entonces director ejecutivo de la Oficina ICE para la Coordinación Estadal y Local.

La gente detenida es trasladada a una extensa red de más de 300 lugares de encierro, situados en casi cada estado del país. Solamente algunas de estas instalaciones están bajo control operativo completo del ICE. La mayoría son cárceles bajo control del respectivo estado y de gobiernos locales subcontratados por el ICE para la reclusión de los detenidos. Sin embargo, el ICE también creó una red de cárceles secretas diseñadas para encerrar individuos en tránsito. Estas instalaciones no poseen los estándares de los centros regulares de detención del ICE, carecen de duchas, camas, agua potable, jabón, cepillos de dientes, papel sanitario, correo, abogados ni información legal. El ICE también está recluyendo gente en 186 centros clandestinos de detención, en su mayoría ubicados en complejos de oficinas o centros comerciales suburbanos, pero sin revelar ninguna información sobre su calidad de sede ICE, ni un letrero, un vehículo con logotipo o aún, la bandera de Estados Unidos que típicamente identifica las oficinas públicas. (Ver lista en http://www.jacquelinestevens.org/ICEFieldSubfield0909.PDF).

Además, existe una falta completa de seguimiento de la situación de estos presos secretos en tiempo real en la base de datos de personas sometidas a custodia ICE. Esto significa que ese organismo federal creó una red de cárceles secretas diseñadas para confinar individuos en tránsito que literalmente es gente que hacen desaparecer. A menudo, los inmigrantes detenidos pueden ser transferidos lejos de sus abogados en cualquier etapa de sus trámites de inmigración. Después de ser transferidos, los detenidos pueden ser literalmente «perdidos» de sus abogados y familiares por días o aún semanas.

Residentes de Estados Unidos detenidos en la sub-oficina ICE B-18 de California Sur, tantos como 100 personas en cualquier día dado, estuvieron realmente en un almacén rotatorio con la misma gente que iría brevemente a las cárceles locales, a veces a partir de la 01:00 a las 05:00 horas de la madrugada, y después las llevaron a otra sede, inclinados o agachados dentro de furgonetas repletas. Estas transferencias hacen imposible conocer su ubicación a cualquier persona, tampoco pudieron avisar de su traslado a sus parientes o abogados. Los detenidos del B-18 tuvieron que pasar la noche sin poder dormir, bajo el impacto ríspido del aire a presión y la ausencia de colchones o camas.

Como explicó un abogado que representa a detenidos por Inmigración, «las transferencias son absolutamente devastadoras. [Los detenidos] son embarcados en un avión en medio de la noche. No tienen ninguna idea de dónde están, ninguna idea en cuál estado [de Estados Unidos] están. No necesito exagerar el trauma psicológico de esta gente. Tampoco saben si han podido ser capturados todos los miembros de sus familias. He recibido llamadas de familiares severamente afectados, gente increíblemente traumatizada, sollozando por el teléfono, gritando «¡No sé dónde está mi hijo o mi marido!».

Para arrestar a residentes de largo tiempo en Estados Unidos, que no tienen ninguna historia criminal, los agentes del ICE regularmente se disfrazan como inspectores civiles del ministerio del Trabajo, agentes de seguro o trabajadores religiosos. Los guatemaltecos del área de Boston están viendo infiltrarse espías en las fábricas, han visto autobuses con ventanas oscuras que se llevan a compañeros de trabajo inidentificables y a hombres armados que apuntan a sus vecinos. Durante el verano de 2009, una mujer que concurrió a la oficina de Marina Lowe, abogada de la ACLU (Unión Americana por las Libertades Civiles) en Salt Lake City, Utah, aseguró que agentes ICE visitaron su casa disfrazados como misioneros mormones. La clienta de Lowe notó que los misioneros carecían del indicativo de sus nombres que siempre se les ve llevar prendido a la camisa y se comportaban de manera contraria al protocolo del misionero, incluyendo el ingreso a su hogar mientras su marido estaba ausente. Se fueron después que ella confirmara que su esposo vivía allí. Al día siguiente, llegaron agentes ICE que arrestaron a su marido. En respuesta a la pregunta de si era una política usual del gobierno que los agentes ICE se disfrazaran como trabajadores religiosos, un email anónimo respondido desde el ICE explicó que personificar a funcionarios religiosos era parte de «artimañas operativas» que justificó como «herramienta que aumenta la seguridad del oficial».

Nadie necesita ir a Iraq o a Corea del Norte para encontrar tribunales de justicia secretos. Los centros de detención a través del país están restringiendo el acceso público a las cortes de inmigración. La Oficina Ejecutiva del Estudio de Inmigración (EOIR, en inglés), una agencia del ministerio de Justicia encargada de manejar los tribunales de inmigración, reportó que en 2008 sus jueces fallaron 134.117 casos de deportación, cuyo 48% estuvo detenido. La población del país más vulnerable legalmente está constituida por los inmigrantes que hacen frente a estas audiencias de deportación en sitios remotos, lejos de sus familiares, indigentes y sin abogados.

Mark Soukup, oficial supervisor de detención y deportación de Eloy, Arizona, explicó que a cualquier persona que desee visitar las cortes de inmigración en esa localidad, el ICE le exige una comprobación de antecedentes, para cuyo efecto necesitaría solicitar la autorización por escrito con dos semanas de anticipación, indicando nombre, fecha de nacimiento, número del carnet de Seguridad Social, domicilio y la audiencia específica que desea presenciar. «El problema es que a cualquier persona que registre una felonía o delito menor cometido en los últimos cinco años se le puede prohibir el ingreso por motivos de seguridad», explicó Soukup.

Lee Gelernt, abogado de la ACLU (Unión Estaounidense de Libertades Civiles), encuentra inaceptable la política de dos semanas de escrutinio previo: «Es crítico para el acceso del público y la prensa a los procedimientos de inmigración, para asegurarse que sus procedimientos son conducidos de manera transparente y consistente con los principios del debido proceso. Es absolutamente ilegal que el DHS (sigla en inglés del ministerio de Seguridad Patria) ponga restricciones irrazonables para el acceso a los juzgados de inmigración».

Actualización de Jacqueline Stevens

He estado escribiendo para el magazine The Nation, así como en mi blog States Without Nations, sobre operaciones de detención y deportación ilegales, y en gran parte secretas, practicadas por agencias de los ministerios de Seguridad Patria y de Justicia (DoJ).

Estos artículos han chispeado algunas respuestas entre activistas, así como entre periodistas locales. Por ejemplo, en enero un grupo de los derechos del inmigrante en Grand Junction, Colorado, visitó una dirección de una lista de oficinas ICE que obtuve mediante una petición FOIA (sigla en inglés de la Ley de Libertad de Información). En un memorándum, el grupo describió cómo era el edificio que localizaron: «En la sección industrial de Grand Junction [y] es indescriptible, sin mostrar su identificación como oficina gubernamental o instalación del ICE». Un agente dijo que la ausencia de identificación se debía a los recortes presupuestarios. (Para más información, ver http://stateswithoutnations.blogspot.com/2010/01/neighbors-visit-ice-office-in-grand.html/).

Reporteros que escribían para periódicos de Nueva York, Utah y Colorado también publicaron artículos relacionados con observaciones sobre actividades clandestinas del ICE en sus comunidades locales. Mi investigación sobre ciudadanos de Estados Unidos en custodia del ICE también se divulgó en The San Francisco Chronicle, The Charlotte Observer, CNN (online), Huffingtonpost.com y la revista Mother Jones, entre otros. Los artículos por los cuales me han nominado se han reproducido en varias revistas de papel y online por todo el mundo. (Una búsqueda reciente en Google «America’s Secret ICE Castles» arrojó 87.000 entradas). En base a éstos, he sido entrevistada por National Public Radio’s «Latino USA», Public Radio International’s «The World», y aparecí como invitada en el show de Leonard Lopate en WNYC, fui entrevistada por Democracy Now! y en el Show de Henry Raines (Tampa Bay, Florida).

A consecuencia de las investigaciones sobre la política que aprehende y deporta a ciudadanos de Estados Unidos, en noviembre de 2009 apareció una medida que ordena a los agentes derivar los reclamos de la ciudadanía de Estados Unidos a una dirección de correo electrónico especial del ICE. A través de este email para correspondencia, envié una petición invocando la ley FOIA y fui informada que me enviarían 4.000 páginas de documentos. Estoy leyendo las primeras 100 páginas que he recibido recientemente. La detención de ciudadanos de Estados Unidos por parte del ICE continúa claramente siendo un problema.

Actualmente, estoy conduciendo otra investigación sobre medidas ilegales tomadas por jueces de inmigración. Esta investigación me ha resultado difícil debido a la venganza emprendida en mi contra por los altos funcionarios Kelly Nantel y Brian Hale, quienes ilegalmente ordenaron a los agentes impedir mi acceso a las instalaciones ICE de todo del país. En abril, me asaltó un guardia contratado por el DHS de Atlanta cumpliendo una orden de William Cassidy, juez de inmigración que deportó a un ciudadano de Estados Unidos. Mientras estaba en una sala de espera, el Sr. Cassidy le dijo a un guardia que me sacara del edificio federal. He introducido una denuncia de mala conducta. En represalia, no están respondiendo a mis preguntas los colegas del Sr. Cassidy en la EOIR (Oficina Ejecutiva del Estudio de Inmigración). Los documentos que he recibido indican que está en marcha una campaña de encubrimiento.

Más información sobre estos temas se puede encontrar en:
– States Without Nations http://www.stateswithoutnations.blogspot.com
– Bender’s Immigration Bulletin http://bibdaily.com
– Detention Watch Network http://www.detentionwatchnetwork.org
– ACLU Immigrant Rights http://www.aclu.org/immigrants-rights

Estudiantes investigadores: Nicole Fletcher y Amanda Olson, Sonoma State University
Evaluador académico: Ronald Lopez, Sonoma State University
Fuentes:
-Jacqueline Stevens, «America’s Secret Ice Castles,» The Nation, January 4, 2010, http://www.thenation.com/doc20100104/stevens
-ICE Agents’ Ruse Operations,» The Nation, December 17, 2009, http://www.thenation.com/article/ice-agents-ruse-operations
– «Secret Courts Exploit Immigrants,» The Nation, June 16, 2009, http://www.thenation.com/article/secret-courts-exploit-immigrants
-Human Right Watch, «Locked Up Far Away, The Transfer of Immigrants to Remote Detention Centers in the United States,» December 2, 2009, www.hrw.org/node/86789

Traducción: Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)
Fuente original: http://www.argenpress.info/2010/09/proyecto-censurado-2011-04-estados.html

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