El 29 de Mayo, más de 25.000 personas, según estimaciones de los convocantes (23.000 según la policía), llenaban las calles de Sevilla, para protestar por el desempleo, la falta de vivienda, los rescates financieros, los recortes sociales y salariales, los EREs, los bajos salarios, la reducción de oposiciones de la junta, la especulación imobiliaria y […]
El 29 de Mayo, más de 25.000 personas, según estimaciones de los convocantes (23.000 según la policía), llenaban las calles de Sevilla, para protestar por el desempleo, la falta de vivienda, los rescates financieros, los recortes sociales y salariales, los EREs, los bajos salarios, la reducción de oposiciones de la junta, la especulación imobiliaria y financiera, las privatizaciones, la reforma laboral, los desahucios, el endeudamiento masivo… En una palabra, contra una política de leyes regresivas y recortes sociales que se ceban con las clases populares, a la vez que premian con rescates millonarios a la banca privada y al gran empresario, introducida por más de tres décadas de bipartidismo de PP-PSOE, y de seguir a pies juntillas los dictámenes de la patronal y los bancos. Protestan, a su vez, por los privilegios, en forma de pensiones vitalicias y altos sueldos, de políticos y banqueros. Protestan por un sistema en que la sola participación del ciudadano medio en política se limita a votar, una vez cada cuatro años, pero sin poder influir, ni tomar decisiones reales sobre los grandes asuntos que atañen a las políticas económicas y sociales, o a decisiones de Estado. La concentración de poder y riqueza en pocas manos aumenta al son de los adelantos técnicos, pero no parecen traer mejoras, sino un aumento de la precariedad, y una merma paulatina de los derechos básicos y del nivel de vida a las amplias masas de ciudadanos medios, trabajadores, jóvenes y estudiantes, autónomos…
En definitiva, quieren un cambio. Pero el alcance de su protesta parece verse ninguneado por parte de unos medios de prensa que, vendidos a las partidocracias corruptas del PP-PSOE y demás partidos del sistema, dirigidas por políticos profesionales y banqueros, prefieren dar la espalda a la realidad, y regatear con las cifras. 20 Minutos hablaba hoy de 3000 personas según la policía y 10000 según convocantes, cuando hasta el dato más escaso y moderado dado por la policía poco después del comienzo de la manifestación hablaba de 15000 manifestantes, y ascendía a 23000 a su término, cuando los propios convocantes (la Asamblea General de Sevilla, en la Encarnación, ó «Plaza 15 de Mayo») estimaban la participación en más de 25.000, con numeroso material fotográfico en mano. Semejante manipulación iba reforzada con una escuálida fotografía con carácter festivo donde apenas podían contarse a poco más de una cincuentena de manifestantes. Un dato todavía más descarado, era aportado por El País, que afirmaba que en la manifestación, habían participado un total de 2000 manifestantes. El Diario de Sevilla, en cambio, hablaba de 5000 manifestantes.
El 20 Minutos miente. El País miente. El Diario de Sevilla miente. Los periódicos mienten.
Se suman a los políticos, que dan la espalda a la realidad, y prefieren iniciarse en una campaña de desinformación dirigida al grueso de los ciudadanos, a fin de confundir, quitarle peso a la protesta, restarle espectativas de éxito de cara al ciudadano medio, e importancia… Una campaña de desinformación que es poco menos que un insulto, a la conciencia e inteligencia de miles de ciudadanos que protestaron ayer en las calles, al grito de «Televisión, desinformación», a quienes dan la razón con sus actos, acompañados del clásico «PSOE-PP, la misma mierda es», «no hay pan para tanto chorizo», y otros no menos ingeniosos como «ya queremos ver, ya queremos ver, a Botín y Zapatero en la cola del INEM». Este desfase informativo es intencionado. Y como tal, resulta una declaración de guerra contra las más de dos decenas y media de miles de ciudadanos que el día 29 de Mayo, decidieron alzar sus voces de protesta, llenando las calles de Sevilla, y abuchear, frente a las sedes del Santander y el Ayuntamiento, a este sistema turnista dirigido por políticos, accionistas y banqueros privados.
Un manifestante indignado del 29-M y participante de la Acampada de Sevilla.
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