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España

El diario ABC y la propaganda de guerra contra Irán

Fuentes: Rebelión

El ABC nos regala un ejemplo más de cómo la prensa occidental trata los conflictos internacionales, en este caso el conflicto de los marineros británicos capturados por Irán. Básicamente puede reducirse a «nosotros buenos, los otros malos». Y aquí cabe todo, desde la desinformación «fina», típica de El País, hasta la mentira, el insulto y […]


El ABC nos regala un ejemplo más de cómo la prensa occidental trata los conflictos internacionales, en este caso el conflicto de los marineros británicos capturados por Irán. Básicamente puede reducirse a «nosotros buenos, los otros malos». Y aquí cabe todo, desde la desinformación «fina», típica de El País, hasta la mentira, el insulto y la caricatura más ofensiva y racista, características de la prensa situada más a la «derecha».

En las páginas 4 y 5 del ABC del 3 de abril, antes de la liberación de los soldados británicos, encontramos, respectivamente, el editorial del diario y una caricatura de Antonio Mingote; ambos ejemplos paradigmáticos de propaganda de guerra.

El editorial nos cuenta cómo el gobierno de Irán, descrito por el ABC como «teocracia iraní», «régimen de Teherán», «régimen de los ayatolás», etc., se ha propuesto disputar el «protagonismo a los dirigentes de la organización terrorista Al Qaida y a los talibanes afganos». ¿Cómo? Pues con la «crisis de los rehenes británicos», un «nuevo incidente planteado por Irán» que «hay que relacionar directamente con su objetivo de seguir adelante con su programa nuclear». Al igual que vimos con El País (1), en ningún momento se plantea que Irán pudiera tener motivos razonables para retener esos soldados, como que éstos se hallaran en aguas iraníes haciendo espionaje, por ejemplo.

Pero hay dos puntos más en este editorial que rozarían lo cómico si no fuera por las dramáticas consecuencias que tendría un ataque militar a Irán. El primero es el servilismo incondicional frente al poder que demuestra el diario:

«[Irán] ahora ha llegado al extremo de desafiar directamente al Reino Unido, uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y, lo que es más significativo, una de las principales potencias occidentales y el aliado privilegiado de los Estados Unidos»

¡¡Ooooohh!!

Añade el diario que esto ha ocurrido después de una serie de desagravios como «la guerra mantenida por Hizbolá en el Líbano contra Israel». Exacto, cuando Israel invade y bombardea el Líbano, y Hizbolá defiende el territorio libanés de la agresión, a eso se le llama «guerra contra Israel». Y además la culpa es de Irán. Alucinante.

Otro ejemplo de desagravios (de Irán contra Occidente), y aquí enlazamos con la página 5 del ABC, es la «crisis de las caricaturas». Dicha crisis se origina cuando un periódico danés publica una caricatura en la que supuestamente se representaba a Mahoma con una bomba en el turbante, identificando al Islam en su conjunto con el terrorismo suicida. Pues el ABC no ha querido ser menos, y nos aporta, de la mano de Antonio Mingote, su granito de arena para la concordia y la paz mundiales.

En la caricatura de Mingote encontramos dos tipos con barba, turbante, etc., sentados con las piernas cruzadas. Uno de ellos dice, «cuando reconquistemos Al-Ándalus, y en prueba de nuestra tolerancia, declararemos opcional la ablación del clítoris». Y el otro contesta, «por el momento».

Esta caricatura tan graciosa denota una ignorancia y un racismo difíciles de superar. Para empezar la postura es más propia de los beduinos del desierto que de un país montañoso como Irán. Quizás Mingote no pretendiera representar al «típico iraní», tal como sugeriría el contexto, sino al «típico musulmán» según el imaginario occidental, que unifica «el otro» en un sólo estereotipo. Luego tenemos el comentario sobre Al-Ándalus, cuyo recuerdo sólo está en las mentes de fanáticos como Osama Bin Laden o José María Aznar (2), pero Mingote nos quiere hacer creer que la nostalgia por Al-Ándalus está muy presente en el mundo islámico. Y por último está la ablación del clítoris, que lejos de ser algo exclusivo del mundo islámico, es «una costumbre extendida en una amplia región de África, donde es practicada indistintamente por musulmanes, cristianos, y animistas» (3)

¿Con qué nos quedamos, por tanto, si leemos estas dos páginas del ABC y no pensamos ni contrastamos lo que ahí figura? Por un lado la relación entre Irán y el terrorismo, el desafío temerario a las grandes potencias y el peligro nuclear. Por el otro la relación entre los musulmanes, así en general, y prácticas horribles como la ablación del clítoris, o proyectos delirantes como la «reconquista de Al-Ándalus». En otras palabras, el más puro estilo de la propaganda de guerra, entre cuyos principios están los de demonizar al «enemigo» y presentarlo como una amenaza para la paz (4). Así que, si finalmente no hay tal guerra contra Irán, lo cual casi nadie desea, no será gracias a los medios sino a pesar de ellos.

Notas:

(1) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=48994

(2)

http://www.webislam.com/numeros/2001/11_01/Articulos%2011_01/AlAndalus_PalestinayOsama.htm
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=5049

(3) http://es.wikipedia.org/wiki/Ablaci%C3%B3n

(4) http://www.antimilitaristas.org/article.php3?id_article=1173