Fue el 17 de marzo de 2005 cuando los responsables de la publicación quincenal digital Cádiz Rebelde decidimos que ya estábamos listos para enfrentar la nueva etapa como diario y, ni cortos ni perezosos, colgamos en la red el primer número de este periódico electrónico. inSurGente era ya una realidad y la suerte estaba echada. […]
Fue el 17 de marzo de 2005 cuando los responsables de la publicación quincenal digital Cádiz Rebelde decidimos que ya estábamos listos para enfrentar la nueva etapa como diario y, ni cortos ni perezosos, colgamos en la red el primer número de este periódico electrónico. inSurGente era ya una realidad y la suerte estaba echada. Había nacido una trinchera ideológica que, con la perspectiva del tiempo transcurrido, podemos calificar sin falsa modestia de referencial para tantas y tantas personas huérfanas de información y de opinión ajenas al circiuito oficial de Falsimedia.
Pero hay que remontarse al último trimestre de 1999 para conocer el origen de nuestra alianza. Recuerdo que, por esas fechas, recibí una llamada telefónica de Jorge López, un profesor y comunista uruguayo descendiente de españoles. Me propuso reunirnos con una tercera persona para hablarnos de una idea que, «sin duda», dijo, «nos resultaría atractiva». Acepté y el encuentro tuvo lugar pocos días después. Así conocí a Antonio Maira, un marxista capitán de fragata en la reserva -rara avis en la Armada de las Españas- y politólogo especializado en americanismo.
Jorge nos explicó que había pensado en nosotros para fundar y mantener una publicación digital que incidiera en la vida política de la Bahía de Cádiz, en la que los tres estamos afincados. Se trataba de informar y opinar «de otra manera», rompiendo el monopolio de los medios al servicio de lo establecido, encabezados por los periódicos del grupo Joly. Según él, licenciado universitario en Imagen y Sonido, las nuevas tecnologías informáticas permitían sacar adelante lo que en soporte de papel sería inviable por el elevado coste, imposible de asumir por nosotros.
Tras varias reuniones, en las que nos fuimos conociendo más y mejor, comprobamos que, efectivamente, el proyecto era realizable y, muy ilusionados, nos constituimos en troica subversiva con la misión de agitar nuestro espacio vital y -la burocracia es la burocracia- fundamos la que sería nuestra cobertura legal: la Asociación Cultural «Pensamiento Libre» -inscrita con todos los sacramentos en la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía-, editora de la revista telemática Cádiz Rebelde que vería la luz en mayo de 2000.
Poco a poco, la asociación se fue nutriendo de gente interesante -en su mayoría, amigos y conocidos de alguno de los tres- que hicieron sus pinitos en el quincenal. Miguel Martín Ayllón, Jesús Prieto, Jesús García Blanca, David Franco Monthiel, Antón Corpas, Manuel David Orrio, Miguel Álvarez, Hugo Gómez, Yolanda Castro, José Manuel López Alcaraz, Fany Miguens, Eduardo Montes de Oca, Adriana López, Luis Sexto, Blas López-Angulo y el magnífico dibujante Juan Kalvellido son algunos de los fichajes de aquella etapa, la mayoría de los cuales continúan aportando sus inestimables colaboraciones en inSurGente .
Sin embargo, pronto constatamos la imposibilidad de controlar el destinatario en Internet. Nosotros dirigíamos nuestros escritos a los trabajadores gaditanos, hombres y mujeres, pero la mayor parte de las visitas nos llegaban desde otras provincias del reino borbónico e, incluso, desde varios países americanos. Había que adaptarse y el cambio de nombre y de objetivo eran cuestión de tiempo.
Limitados por nuestro escaso conocimiento de la cosa informática, nos pusimos en manos del Centro de Recursos para Asociaciones de Cádiz (CRAC), que nos acogió hospitalaria y solidariamente y, tras un arduo proceso de adaptación de su herramienta preferente -el programa PHP Nuke-, su Red Asociativa es, desde nuestro renacimiento como inSurGente , nuestro seguro servidor.
Ustedes nos recibieron bien desde el primer día y se lo agradecemos profundamente. Por nuestra parte, incrementamos considerablemente la dedicación y la calidad. Ampliamos el plantel de colaboradores con firmas tan importantes como Carlos Tena, Osmaira González Consuegra, Ilse Bullit, José Luis Vázquez, Norelys Morales, Óscar Gómez Mera, Daniel C. Bilbao, Manuel F. Trillo, Tadeo Sevilla, Carlo Frabetti, Andrés Vázquez de Sola y Ramón Cotarelo (los dos últimos han causado baja por diferentes motivos, pero tienen las puertas abiertas para cuando deseen regresar).
Si alguien me preguntase cuáles son, a mi juicio, las señas de identidad de inSurGente , respondería que son: la más absoluta independencia, el rigor analítico y un iconoclasta sentido del humor, además del atractivo componente gráfico y de la impagable interactividad que permite que ustedes, estimados lectores y lectoras, puedan expresarse libremente. Pero, el principal activo de inSurGente -lo que lo distingue sobre todo- es, precisamente, la pluralidad de su Consejo de Dirección, con sus (nuestras) especificidades, con sus (nuestras) diferencias y con sus (nuestras) tensiones. Tres editores-directores -tanto montan, montan tanto-, cada uno de su padre y de su madre, que hemos sabido compartir y desarrollar un proyecto mediático común que, desde hace dos años y gracias a ustedes, es una realidad que crece en audiencia de forma exponencial.
*Iñaki Errazkin es periodista y presidente de la asociación Pensamiento Libre, editora del diario digital inSurGente