Las autoridades españolas se ven imposibilitadas legalmente, para evitar la enorme publicidad y promoción que el diario El País y otros medios desarrollan desde hace lustros en pro de la prostitución, como medio de vida para emigrantes y parados en las ciudades de toda Europa, animados por órdenes internas y normativas cuasi clandestinas, que los […]
Las autoridades españolas se ven imposibilitadas legalmente, para evitar la enorme publicidad y promoción que el diario El País y otros medios desarrollan desde hace lustros en pro de la prostitución, como medio de vida para emigrantes y parados en las ciudades de toda Europa, animados por órdenes internas y normativas cuasi clandestinas, que los trabajadores del periódico acostumbran a romper o quemar una vez leídas. El juez Garzón y algunos colegas de la Audiencia Nacional no quieren hacer declaraciones sobre ello, ya que son cuestiones de familia, según nos indicaba un allegado a la dirección del periódico. No podemos hacer nada contra esa enorme plataforma de sexo y ludibrio, afirmaba entre sonrisas un juez que prefiere guardar el anonimato. Se trata de un negocio legal que divierte a las personas con necesidades físicas y espirituales, añadió.
Varias profesionales del sexo de distintas capitales y países, consultadas por este redactor, declararon que Juan Luis Cebrián, Joaquín Estefanía y Jesús Ceberio, además de otros directivos de alto rango, habían confesado en varias ocasiones, de forma privada, su absoluta comprensión por el hecho de que la prostitución crezca en España sobre otras formas de trabajo, ya que los servicios jurídicos de Prisa demostraron que no existe nada vituperable, punible o censurable en ese tipo de labor social.
En los estudios y análisis concienzudos que El País ha venido desarrollando (siempre a nivel interno y discreto) sobre las meretrices, proxenetas, chulos y bujarrones, siempre a través de voluntarios de la ONG PAIS ( Plataforma Anunciantes Interesados Sexualmente), en varias de las casas de masajes que han visitado en Madrid, León, Burgos, Barcelona, Moscú, Bogotá y Miami, se ha llegado a la conclusión de que el medio periodístico que más publicita y patrocina la prostitución, es el diario que dirige Javier Moreno, por lo que éste ha recibido la felicitación más efusiva del Consejo de Administración, así como una invitación a continuar prestando ese servicio en los diarios y emisoras de radio y televisión que la empresa controla en Colombia, con el apoyo del presidente Uribe y su gobierno, acusado por cierto recientemente de controlar el 90% de cocaína que se distribuye en España y EEUU.
Todos los mentados se negaron en rotundo a disminuir el precio de las tarifas publicitarias para las y los prostitutos que disponen de esa plataforma periodística, desde donde ofertan sus servicios, cuya calidad es comprobada, también en numerosas ocasiones por expertos del diario, antes de publicar los anuncios. La razón , afirma un trabajador anónimo de El País , es garantizar la veracidad y rigor de la oferta sexual, ya que, según palabras textuales «El diario quiere velar por la seguridad sexual de sus amigos y clientes, por lo que debe demostrar, utilizando todos los medios habidos y por haber, que lo que se dice en el las páginas es cierto, riguroso y veraz. No sé si esas mismas medidas se aplican en las áreas políticas, editoriales, deportivas y económicas, pero, al menos en lo referente a la oferta sexual hay una exquisita vigilancia y control»
La ONG PAIS , que colabora de forma desinteresada con los lectores del diario, asegura a su clientela que, tanto los precios como las ofertas eróticas que despliegan las y los profesionales, son absolutamente comprobados previamente. «Una labor que hacemos sin percibir ningún tipo de emolumento, ya que Ceberio, Cebrián, Estefanía, Polanco y Moreno, no podrían pagarnos este informe, porque incurrirían en delito fiscal, y los cinco tienen muy claro que la ética profesional es el motor de sus actos «.
En la sede del periódico se anima diariamente al lector a comprobar la calidad de las ofertas, e incluso hay varios redactores e informáticos que hablan maravillas acerca de la calidad de esos servicios, que, como indica uno de ellos prefiere permanecer en el anonimato «Sólo ‘El País’ podría anunciar unas putas y unos putos de tanta calidad, con tanto afán y entrega profesionales. Parece que estuvieran trabajando para el propio periódico, de tanto entusiasmo que ponen en el trabajo «
Otro cliente, G.J.H., interrogado sobre si en los lupanares que el diario El País publicita en sus paginas, se ofertan también otros servicios como alcohol, tabaco y sustancias similares mientras los clientes disfrutan del sexo, nos indicó que entre algunas de esas profesionales era más que natural que «…una rayita caiga de vez en cuando. Lo que no sabemos, dijo sonriendo, es si esa raya proviene de ‘El País’, de ‘El Mundo’ o de ‘La Razón’, de Colombia o de Miami».
Las distintas secretarias de Cebrián, Ceberio, Estefanía, Polanco y Moreno se han negado en rotundo a hablar con este corresponsal en La Habana, argumentando por medio de voces anónimas, que los citados «no tenían el menor interés en hacer declaraciones para castristas, comunistas de extrema izquierda, independentistas, rojos y demócratas en general«.