La noticia del supuesto chantaje de ETA a varios cocineros vascos de prestigio saltó la noche del 13 al 14 de Octubre de 2004 (1) ((1). El diario La Razón fue quien recibió en exclusiva la filtración. El miembro de ETA José Luis Beotegui habría dado «cuenta» ante la Guardia Civil primero y en la […]
La noticia del supuesto chantaje de ETA a varios cocineros vascos de prestigio saltó la noche del 13 al 14 de Octubre de 2004 (1) ((1). El diario La Razón fue quien recibió en exclusiva la filtración. El miembro de ETA José Luis Beotegui habría dado «cuenta» ante la Guardia Civil primero y en la Audiencia Nacional después de la supuesta extorsión. Pero, esa misma noche del 13, lo que era un caso de extorsión acabó siendo convertido en una contribución económica voluntaria a ETA. La primera en abrir fuego contra los extorsionados fue la tertuliana Curry Valenzuela en las ondas de Radio InterEconomía. Ella y el director de la tertulia nocturna de la emisora, Carlos Dávila (2), propusieron boicotear los restaurantes de los cocineros por «apoyar con su dinero» y «financiar» a ETA.
Filtrada, pues, primero la información, vino a continuación la consigna del boicot. Poco importaba que se tratase, en primer lugar, de un caso de extorsión y que por tanto los protagonistas fueran víctimas del terrorismo y debieran ser tratadas como tales.
Fue el diario El Mundo quien prosiguió con todo su poder la campaña contra los «colaboradores» de ETA. El día 15 su editorial afirma: «ahora sabemos que pagaban a los verdugos», para lanzar, de nuevo, la iniciativa de un «boicot de todos los ciudadanos a sus establecimientos y a sus muchos negocios». Y concluye: «Esto sí que les haría daño y les obligaría a meditar sobre su insolidaria actividad» (3). Todo un ejercicio de sorprendentes afirmaciones.
¿ Delinque o colabora con el crimen quien es asaltado por un delincuente a mano armada y obligado a entregar su dinero? ¿Son delincuentes los empresarios que durante años han pagado o siguen pagando el chantaje terrorista?
¿Lo es Silvio Berlusconi o su gobierno por pagar el rescate de las dos cooperantes italianas secuestradas en Iraq? ¿Lo fue el gobierno español presidido por Adolfo Suárez al pagar a ETA en 1979 un rescate de 200 millones para liberar a Javier Rupérez, entonces diputado y hoy ejecutivo del Comité Contra el Terrorismo de la ONU?
La respuesta es no, a tenor del trato que a los chantajeados ha otorgado la prensa, incluido el diario El Mundo. Pero las reglas se rompen cuando por encima de los derechos priman otros intereses. Y este debe ser el caso a tenor del perfil político que se les supone a los chantajeados.
En el dibujo diario que los medios hacen de la oblicua realidad caben todos los trazos, hasta el más desproporcionado. Así, El Mundo nos dice ya el 17, que los cocineros «Dan de comer a ETA». «El viernes y ayer sábado era imposible encontrar mesa en Arzak. Tiene la misma clientela que siempre, aunque ahora se sabe que, al parecer, él como otros nombradísimos cocineros vascos han contribuido a restaurar con sus millones las finanzas de los asesinos» (4)
La historia de los cocineros que nos ocupa tiene un comienzo y un final. Es, como una gran mayoría, una realidad programada, que dio a luz deliberadamente por cuenta de alguien y con un fin concreto.
Esa conducta a caballo entre la libertad y el interés caracteriza a casi toda la prensa. El diario el Mundo es quizá quien menos pudor tiene en aplicarla.
Antecedentes
«De sobra sabemos quienes conocemos la realidad de nuestro oficio cuán poco habitual resulta encontrar medios dispuestos a dedicar recursos materiales y humanos a la incierta tarea de buscar la cara oculta de la realidad y la parte sumergida de los hechos» (5), asegura Pedro J. Ramírez.
Aún más, en ese descubrimiento, el diario El Mundo «viene siendo desde el mismo momento de su fundación, hace ahora 15 años, uno de esos escasos medios. De hecho, uno de nuestros mayores timbres de gloria es el de ser identificados por el resto de la profesión y por el conjunto de la sociedad española con ese periodismo de investigación que tan asidua y tozudamente practicamos» (6)
No han sido pocas las condenas que El Mundo ha recibido. La mayoría lo fueron por faltas al honor. Además de estas, una destaca por su gravedad. Se trata de una condena en firme por nada menos que vulneración de la libertad de expresión a uno de sus periodistas.
Francisco Frechoso, redactor jefe del diario, denunció en la tertulia La Mirada crítica de Tele 5 la actitud de El Mundo el día de la Huelga General el 20 de Junio de 2002. La plantilla del diario, ejerciendo su derecho, decidió por unanimidad secundar la huelga. Por orden de la dirección del periódico «dos furgonetas de la policía fueron a la rotativa del diario EL MUNDO, donde cargaron ejemplares de la edición y los trasladaron a un sitio seguro desde donde se distribuyó» (7)
El Mundo reprimió a Frechoso impidiéndole participar en la tertulia. La sentencia resalta que «de ninguna manera, el derecho a la libertad de expresión puede entrar en conflicto con los intereses empresariales; que no tienen rango de derecho fundamental» (8). Una distinción no muy bien entendida, por lo que parece.
Al servicio del poder
Entre los logros de El Mundo como defensor de los principios democráticos, cabe destacar las investigaciones a los rivales empresariales o políticos. Así, van sucediendo la investigación a Villalonga cuando éste dejó de ser aliado de José María Aznar; la que el diario hizo sobre Cesar Alierta, curiosamente en la época en la que entraron en conflicto los intereses de El Mundo y Telefónica.
Pero el mejor servicio prestado tuvo lugar a principios de 2002, con la disputa político-financiera en el seno del BBVA. En el recién fusionado banco se libraba una batalla de poder entre el BBV, ligado a los patriarcas de Neguri, y Argentaria, identificado con Madrid y muy bien relacionado con el entonces gobierno popular. EL PP vigilaba muy de cerca esa batalla, a la que lanzó todas sus fuerzas en apoyo del sector de Argentaria. Su intención era desvincular políticamente de Bilbao el banco más grande de España.
Y en la batalla surgió el casual escándalo que habría de hundir al sector del BBV: fondos de pensiones ocultos pertenecientes a cargos del BBV. Eran fondos desconocidos «incluso para los consejeros procedentes de Argentaria» (9).
Pero El Mundo, no contento con el devenir de las oportunas filtraciones, iría al ataque del mismísimo presidente del BBVA, Emilio Ybarra, cabeza visible del sector BBV. Y nada mejor que un escándalo familiar para cercenar su imagen y posibilitar, tal como sucedió poco después, que el sector Argentaria se hiciera con el dominio casi total del BBVA.
Emilio Ybarra es sobrino de Javier Ybarra secuestrado y asesinado por ETA, en 1977. En aquel entonces, Emilio era consejero delegado del Banco Bilbao. ETA exigió 1.000 millones para el rescate del secuestrado, aunque los familiares sólo pudieron recabar 50. Casi 25 años después, El Mundo consigue convencer al hijo del asesinado Javier Ybarra para que declare que el hoy presidente del BBVA se negó a conceder un crédito para salvar la vida de su entonces tío, porque el banco no concedía créditos a un secuestrado (10).
Curiosa denuncia, comparada ésta con la que el diario lanza ahora contra los cocineros. El diario destaca la insolidaridad de los familiares que no pagan un rescate. Luego condena el pago de una extorsión idéntica en su esencia. Curiosa regla de medir la moralidad. Por lo que se ve, cambia en función de quien sea el sujeto contra el que se actúa. Son los humos negros del periodismo que busca «la cara oculta de la realidad y la parte sumergida de los hechos«.
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(1) «El etarra Beotegui declara que 4 famosos restauradores vascos pagaron el «impuesto»», La Razón, jueves 14 de octubre de 2004.
(2) Carlos Dávila y Curry Valenzuela eran habituales de la tertulia nocturna de RNE. El primero incluso disponía de un espacio de entrevistas en TVE. Ambos se han caracterizado por su sesgo político a favor del PP, en un diario ejercicio de repetición de consignas. La llegada del PSOE al poder, supuso el fin de los eslóganes para Dávila y Valenzuela.
(3) «Los salseros de ETA» El Mundo, 15 de Octubre de 2004)
(4) (suplemento Crónica, Domingo, 17 de octubre de 2004, número 47. también es relevante el caso Azkoyen
(5) Pedro J. Ramírez, El Mundo (20/10/04,)
(6) ibid
(7) Declaración de la secretaria de Comunicación del Sindicato Unificado de Policía, y de la que se hizo eco Frechoso, incluida en la sentencia del Juzgado de los social de Madrid, apartado séptimo.
(8) Idem
(9) «Para que esta operación permaneciera oculta -incluso para los consejeros procedentes de Argentaria-, Ybarra optó por «detraer» estos fondos de las cuentas ocultas que el BBV tenía desde 1987 en paraísos fiscales» (La Libertad digital, Martes 23 de Marzo de 2004). «Incluso para los consejeros procedentes de Argentaria». He ahí el final del camino, insertado maquiavélicamente como una parte anodina de la realidad del caso
(10) El Mundo, 28 de abril de 2002, entrevista de Casimiro García Abadillo a Juan Antonio de Ybarra e Ybarra.