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El periódico ABC, considera «interrogatorio agresivo» al método de tortura conocido como «ahogo simulado»

Fuentes: http://jmalvarezblog.blogspot.com/

Con el titular «George W. Bush rompe su silencio para defender los interrogatorios agresivos», P. Rodríguez, corresponsal en Washington del diario ABC, recogía en la edición digital de ese periódico, de fecha 29 de mayo, que el ex presidente de Estados Unidos se había reunido para hablar sobre sus experiencias como máximo mandatario del Gobierno […]

Con el titular «George W. Bush rompe su silencio para defender los interrogatorios agresivos», P. Rodríguez, corresponsal en Washington del diario ABC, recogía en la edición digital de ese periódico, de fecha 29 de mayo, que el ex presidente de Estados Unidos se había reunido para hablar sobre sus experiencias como máximo mandatario del Gobierno de Estados Unido, ante un grupo de 2.500 personas en el Estado de Michigan.

En dicha reunión, Bush afirmó que gracias a él se habían salvado muchas vidas norteamericanas, reconociendo que autorizó la utilización de determinados métodos de interrogación para sacar información a los detenidos musulmanes. Este genocida se une así- no podía ser de otra manera-, a la defensa de la tortura que ha venido haciendo Dick Cheney en diversas intervenciones públicas, desde que dejara su cargo de vicepresidente.

Uno de los métodos utilizados para interrogar a los presos en Guantánamo y otras cárceles secretas, consistía en el «ahogo simulado», prohibido ahora (de momento) por la Administración de Barack Obama por considerarlo una tortura cruel, que, como tal, resulta inaceptable que se aplique en cualquier país que respete mínimamente los derechos humanos.

La práctica del «ahogo simulado» se empleó asiduamente- con asesoramiento estadounidense- en la Nicaragua de Somoza, en las dictaduras de Chile y Argentina y otros países de América Latina (entre ellos la Venezuela anterior a Chávez y Brasil), todos, entonces, eran fieles aliados de Washington el paradigma de la «democracia». Si con esa tortura no se lograban resultados satisfactorios, se pasaba a una segunda fase donde se aplicaban descargas eléctricas en los genitales de los detenidos o se les extraían en vivo las uñas de las manos y de los pies. Esos aberrantes procedimientos son para el ABC (si consideramos la publicación del citado titular), simplemente «interrogatorios agresivos». Sobran comentarios.