Provocador, incisivo, con una alta dosis de humor negro, Carlos Monsiváis, el escritor mexicano considera que pese a la «pesadilla del neoliberalismo», América Latina hoy va por un sendero de unidad y es optimista por los procesos políticos que están viviendo pequeños países como Paraguay y Ecuador. En contraste, es desalentadora la visión que tiene […]
Provocador, incisivo, con una alta dosis de humor negro, Carlos Monsiváis, el escritor mexicano considera que pese a la «pesadilla del neoliberalismo», América Latina hoy va por un sendero de unidad y es optimista por los procesos políticos que están viviendo pequeños países como Paraguay y Ecuador. En contraste, es desalentadora la visión que tiene de su país: «México -afirma-, vive una atmósfera sombría que tiene a su sociedad bajo una sensación de fragilidad síquica que no se merece».
Monsiváis, periodista, investigador social, ensayista y narrador es reconocido internacionalmente por su amplia cultura, su curiosidad universal, su eficaz escritura y su capacidad de síntesis que le han permitido desentrañar los aspectos fundamentales del acontecer socioeconómico y político de México tanto del pasado como del presente.
En una charla ofrecida en Bogotá, en el Centro Cultural «Gabriel García Márquez» del Fondo de Cultura Económica (FCE), el intelectual mexicano habló ampliamente sobre la crónica en América Latina y aprovechó para lanzar unas cuantas puyas y algunos comentarios irónicos sobre la realidad política latinoamericana.
En ese sentido, dijo, hoy la metáfora ha sido convertida por algunos jefes de Estado en cifras y estadísticas.
«Ningún informe que yo haya oído tiene una metáfora. Todos creen que las metáforas son las cifras, las encuestas. Como el 90 por ciento de la opinión me apoya, entonces soy un mesías. Una cifra de pronto les parece el colmo de la poesía», subrayó.
Le parece un contrasentido que la derecha siga ganando elecciones cuando ha perdido todas sus causas y sus ideas están en desuso. «La derecha -explicó- no ha podido ganar ni una sola batalla cultural: ha perdido todas, desde su oposición a la minifalda hasta su reciente andanada contra el condón. Pero cómo puede ser que en las batallas culturales la derecha pierda y en la vida política, no. Este es uno de los enigmas que vivimos».
Guerra incierta de los medios
Sobre la situación del periodismo y la coyuntura política latinoamericana, Cronicon.net dialogó con Monsiváis.
-El periodismo que es un género literario puede contribuir a la emancipación de los pueblos concretamente en América Latina?
-Específicamente sí, ha contribuido y debe seguir contribuyendo, lo que ya no es un espacio literario en lo básico, sobre todo en el diarismo, ya son otros criterios absolutamente respetables, pero ya no literarios, pues esto se ha trasladado en parte a las revistas y a los libros. Pero si el periodismo escrito no contribuye no se que pasa, porque la televisión ciertamente no está contribuyendo.
–¿Cuál es su análisis del periodismo latinoamericano en la actual coyuntura donde prima el factor tecnológico y la comunicación instantánea?
-Las publicaciones están en una guerra incierta con Internet y la televisión, por lo que ahora los periódicos quieren ser blogs, están hartos de su situación impresa y se sienten virtuales. Todos los directores de periódicos que conozco se sienten al frente de un blog y no de un diario.
–Los medios de comunicación se volvieron actores políticos y ello genera manipulación. ¿Cómo observa usted este fenómeno?
-Es una realidad tan abrumadora que ni siquiera tiene caso discutirla. Hay manipulación mediática.
–No obstante, hay ascenso de los denominados sectores progresistas en América Latina…
-Pero no en los medios electrónicos que siguen siendo controlados por el neoliberalismo.
–Usted se ha ocupado de analizar la evolución de la crónica en Latinoamérica. ¿Cuál es su percepción ahora al despuntar el siglo XXI?
-El género de la crónica requiere espacios y las publicaciones no lo tienen, lo mismo ocurre con el reportaje. Las crónicas se están yendo cada vez a las revistas y a los libros. Están pensadas para libros, no son resultado de la contingencia ni de la literatura bajo presión y en la actualidad tienen un alto componente político porque relata desgracias como el narcotráfico, nuevas costumbres, movimientos de liberación, entre otros temas.
–¿Cómo observa el acontecer sociopolítico de América Latina?
-Es un hecho que estamos cada vez más unificados lo queramos o no, o lo percibamos desde nuestros orgullos nacionales o no. Creo que el neoliberalismo ha sido la peor pesadilla para América Latina y aquí incluyo al narcotráfico que en sus procedimientos es igual.
–¿Y que opina de la irrupción de gobiernos de izquierda en varios países latinoamericanos?
-Depende de cada país, no se puede generalizar. Espero mucho del nuevo presidente del Paraguay, Fernando Lugo; así como de Rafael Correa en el Ecuador, ojalá puedan cumplir con el programa prometido.
–¿Cuál es la percepción que tiene de la coyuntura sociopolítica en su país, México?
-México vive una atmósfera sombría que tiene a su sociedad bajo una sensación de fragilidad síquica que no se merece, a causa de los secuestros y el narcotráfico. Hay un ánimo convulso y hay una sensación de fragilidad síquica, que no es admisible. Lo que me queda claro es que no se puede seguir así.