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Entrevista con la periodista argentina Natalia Vinelli, cofundadora de "Barricada TV"

«El proyecto político de transformación en América latina tiene que sustentarse en una nueva subjetividad a partir de disputar la hegemonía mediática»

Fuentes: Cronicón.net

Una de las claves para entender el papel de la comunicación popular y alternativa en América Latina se asimila a la instalación, al mejor estilo gramsciano, de casamatas y fortalezas como espacios que posibiliten arrebatar la hegemonía mediática para «avanzar en los proyectos de transformación hacia sociedades más justas e igualitarias, manteniendo lo logrado, construyendo […]

Una de las claves para entender el papel de la comunicación popular y alternativa en América Latina se asimila a la instalación, al mejor estilo gramsciano, de casamatas y fortalezas como espacios que posibiliten arrebatar la hegemonía mediática para «avanzar en los proyectos de transformación hacia sociedades más justas e igualitarias, manteniendo lo logrado, construyendo desde el presente el futuro añorado, creciendo y fortaleciéndose en el marco de una estrategia general». Con esas categóricas pero a la vez combativas palabras, la periodista argentina Natalia Vinelli analiza el rol de la comunicación alternativa dentro del proceso emancipador latinoamericano, en su último libro La televisión desde abajo. Historia, alternatividad y periodismo de contrainformación (Colectivo El Topo Blindado y Cooperativa Gráfica El Río Suena, Buenos Aires, 2014). 

Vinelli, una comunicadora social, impulsora de un noble y admirable proyecto de contrainformación en su país, Argentina, como lo es Barricada TV, que emite regularmente desde la fábrica autogestionada IMPA de la ciudad de Buenos Aires, está convencida de que la transformación política de América Latina pasa necesariamente por generar una nueva subjetividad a partir de disputarle la hegemonía mediática a los oligopolios comunicacionales que no son más que extensión del poder económico.

Al fin y al cabo a los grupos económicos dueños de los medios hegemónicos no solamente les mueve la comercialización de la mercancía «información/entretenimiento», sino que operan y manipulan sobre el imaginario de las sociedades a través del posicionamiento de matrices mediáticas que las terminan alienando e instalando un sentido común (subjetividad) funcional a los intereses del capital concentrado.

Por lo anterior los gestores de Barricada TV que lidera Vinelli señalan en su presentación que «a través de la tergiversación, desinformación y manipulación, o de la instalación de los temas sobre los cuales la sociedad ha de discutir, esta dictadura mediática editorializa la realidad estableciendo un discurso único que atenta claramente contra los sectores oprimidos de nuestra sociedad, ayudando a mantener de esta forma el actual estado de cosas. Ejemplo de ello son los sistemáticos intentos que se llevan a cabo desde los grandes medios para estigmatizar la pobreza y asociar la protesta política y social con la ilegalidad. Un accionar que denota el rol de actor político de presión que los medios masivos de comunicación desempeñan en la actualidad bajo la fachada de una supuesta independencia periodística».

Para «desarmar estos espejismos y desmontar el mito de la independencia periodística» que los medios hegemónicos han logrado instalar, esta periodista, docente universitaria y gestora de medios alternativos, ha desarrollado varias investigaciones para reflexionar sobre contrainformación, su rol protagónico en el proceso emancipatorio latinoamericano y sus alcances.

Una práctica contrainformacional que se debe desarrollar y consolidar en la región, explica Vinelli, no sólo debe limitarse a darle vuelta al discurso de los grandes medios, sino que también tiene que instalar sus propios temas de agenda en función de un proyecto político revolucionario. «Es decir, desde una praxis política y social tendiente a la transformación de la injusta sociedad en que vivimos».

Para hablar sobre este tema de gran trascendencia en la actual coyuntura sociopolítica latinoamericana así como para conocer los antecedentes y desarrollo del novedoso y apasionante proyecto autogestionario de comunicación alternativa Barricada TV, dialogamos con Natalia Vinelli, quien nos recibe en las instalaciones del canal, localizadas en el cuarto piso de la fábrica IMPA.

Valga además esta oportunidad para hacer un reconocimiento público. Gracias a ella, este reportero tuvo la magnífica oportunidad de sumergirse en la década pasada en la subyugante biografía y los avatares de la existencia del formidable escritor y periodista comprometido Rodolfo Walsh.

Precisamente la tesis de grado de Vinelli como licenciada en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires fue el ensayo ANCLA. Una experiencia de comunicación clandestina orientada por Rodolfo Walsh, que luego fue publicado como libro y ya lleva cinco ediciones, la primera data del año 2000.

Comunicación alternativa como herramienta de construcción de poder popular

¿Qué es y cómo nace Barricada TV?

– Barricada TV (www.barricadatv.org) es un canal de televisión alternativo, popular y comunitario. Es toda una discusión en cada uno de nuestros países porque se les da un sentido diferente a estas palabras pero nosotros nos definimos de esa manera porque entendemos que no es solo un canal de televisión sino que es una herramienta en el marco de un proyecto político que se plantea la construcción de poder popular y de un horizonte nuestro americano. Trabajamos por el empoderamiento de los pueblos de América Latina y de la coordinación e integración desde abajo fundamentalmente, haciendo el eje a partir de ahí. En ese marco fundamos este canal pensando precisamente en dotar de una herramienta fuerte. Nosotros siempre desarrollamos desde nuestra práctica militante muchas herramientas vinculadas a la comunicación y la prensa y sobre todo en los 90s cuando fue todo el crecimiento del Movimiento Piquetero, acompañamos ese proceso desde el cine militante; en ese momento se llamó cine piquetero y a partir de ahí el papel que empezó a cumplir la imagen y dentro de esto la tecnología televisiva. Además, comenzamos a realizar un montón de experiencias de televisión itinerante en los barrios, en la gran Buenos Aires, en los sectores populares que tuvieron muy buena recepción y se hicieron en vínculo y trabajo conjunto con organizaciones piqueteras y desde entonces empezamos a ver cada vez más el lugar que cumplía la televisión, pensando en la necesidad de instalar un canal de televisión que tuviera regularidad y sobre todo que pudiera plantearse la disputa del sentido, la construcción de una nueva subjetividad transformadora, emancipadora, revolucionaria que obviamente son objetivos muy grandes, son objetivos muy ambiciosos, pero justamente pensamos que hay que proponérselo como desafío y como construcción a futuro.

¿En qué año nació?

– Es un proceso que se fue dando de una manera larga, pero podríamos decir que los antecedentes se dan con el cine, después en torno al 2001 con la rebelión popular que se dio acá en Argentina de la cual fuimos partícipes empezamos en ese contexto a hacer las primeras emisiones de televisión en los barrios. En 2005 pensamos en la posibilidad de montar un canal de televisión, en 2007 iniciamos con la realización de talleres de formación audiovisual porque hasta el momento lográbamos instalar un canal que saliera al aire, pero la pregunta sobre cómo hacer televisión desde el lenguaje audiovisual prácticamente quedaba en segundo plano. Bueno, era un acto político con televisor en el medio, una cámara en el medio. Así que hicimos este taller y en 2008 empezamos a hacer coberturas de la protesta social, a realizar los primeros noticieros populares intentando construir este formato de noticiero popular y comenzamos a llamarnos Barricada TV. Nos mantuvimos hasta 2009, en ese año llegamos a esta fábrica, a recuperar a IMPA, que es la primera recuperada en Argentina, es una metalúrgica que está en pleno centro porteño y llegamos mediante un acuerdo político con la posibilidad de armar acá los estudios y de esta manera empezamos a salir de manera regular. Por supuesto esta fábrica nos abrió las puertas y nos cobijó, digamos, nos ha apoyado en todas la actividades productivas y culturales que se desarrollan y desde el 2009 iniciamos a construir estos estudios, siempre lo hicimos desde abajo, o sea construir estos estudios fue levantar paredes, poner baldosas en el piso, o sea hicimos de todo, lo hicimos bien desde abajo y a partir de marzo de 2010 prendimos el transmisor y no lo volvimos a apagar. Es decir que desde este momento fuimos creciendo hasta llegar a la actualidad que salimos las 24 horas, tres veces por semana en vivo con una programación propia bastante extensa y que permanente buscamos mejorar cada día más la calidad y creo que encabezamos la pelea por la legalización de la televisión popular y alternativa lo que nos referenció muchísimo y nos puso en un lugar de mucha visibilidad dentro de lo que es el movimiento de medios populares.

Precisamente la pelea de este conjunto de medios con las organizaciones sociales y políticas que nos acompañan, fructificó porque después de tanto tiempo de nuestro reclamo histórico, se nos va a permitir concursar para que podamos llegar ahí sí a todo Buenos Aires a través de la televisión digital abierta en las categorías de baja potencia. Son 10.3 kilómetros a la redonda de la torre que eso da prácticamente los márgenes de toda la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Así que estamos delante de un desafío enorme que es pensar el tema de la masividad, no tener como hoy tenemos impedimento tecnológico para la llegada, aunque bueno la mayoría de gente acá está mirando televisión por cable y todavía hay una discusión sobre cómo se mira televisión, a través de qué sistema; si pago o es gratuito, y cómo sería la televisión digital. Pero bueno tenemos el desafío gigantesco y la verdad que estamos por un lado como muy aterrados y por otro lado muy felices de poder transitarlo y creo que en este tiempo logramos construir un equipo de compañeras y compañeros militantes y comunicadores populares con quienes venimos sosteniendo este proyecto todos los días.

¿Cuántas personas hacen parte del equipo de Barricada TV?

– Es un poco aleatorio el número porque hay distintos niveles de compromiso pero en un número más bien ampliado son más o menos 30 personas, de las cuales deben haber 15 que se consideran militantes del canal y dentro de eso hay gente con un nivel de compromiso político mayor. Lo que pasa con el canal de televisión es que si lo pensamos como un frente de participación político, permanentemente se acerca gente, permanentemente hay propuestas de programas, permanentemente se acercan estudiantes que no tienen en las carreras universitarias herramientas para poder practicar el ejercicio de la comunicación, entonces hay un montón de elementos que hacen que se vuelva interesante, que se vuelva atractivo y que al mismo tiempo sea un desafío para nosotros poder darle discusión a toda esa gente que se acerca, sumarla, animarla a que sea parte de un proyecto, que se plantee objetivos, lo cual tiene que ver en definitiva con la construcción de una patria grande, con la transformación, con el socialismo. Estamos hablando de gente que se acerca y que empieza a ver que todos los sujetos sociales que son estigmatizados en la televisión hegemónica en este canal tienen su propia voz y puede contar sus problemas en positivo, entonces en el «vamos» se construye una relación distinta con los sujetos que hoy están dando la pelea, tienen sus propias reivindicaciones y eso es muy interesante.

¿Cómo logran financiación?

– Inicialmente acudiendo a la solidaridad de la gente, Barricada TV nace del Movimiento Piquetero que al igual que el Movimiento de Empresa Recuperada logró construir un tipo de relación con el Estado que le permite la disputa permanente y obviamente desde la desigualdad plantear como reivindicaciones propias la sostenibilidad de los medios, la sostenibilidad de las fabricas recuperadas y de los comedores populares. Por ejemplo, cuando se le ha arrancado históricamente al Estado subsidios para emprendimientos productivos, subsidios para poder mantener los comedores populares, líneas de crédito para las fábricas recuperadas y todo esto no es porque el Estado es bueno sino porque justamente se dio la pelea, porque todos tenemos derecho a lograr financiamiento a través de Estado. Entonces hay como distintas zonas para obtener financiamiento.

Primero veíamos esto como posibilidad y parte de nuestra fundación en el contexto del Movimiento Piquetero, como decía, lo habíamos logrado consiguiendo con bastante esfuerzo y después de muchas movilizaciones una serie de subsidios para formación con lo cual pudimos comprar los primeros equipos e instalamos una cooperativa gráfica; es una imprenta y un taller textil, con todo eso hicimos una base de plata con la que construimos la primera parte de Barricada TV. Ahora, a partir de ahí hubo todo un segundo periodo que estuvo muy articulado a la solidaridad de algunas organizaciones que entendieron la importancia de construir un canal de televisión que no iba a tener efectos inmediatos, resultados en el corto plazo, que hay que medirlo en el mediano y largo plazo, que había que ser pacientes, que además no era propaganda, era televisión alternativa, que no es lo mismo que propaganda, porque si ponemos un canal de televisión es para llegar a un público muy amplio y decirle las cosas de una manera que genere simpatía y compromiso y por lo tanto no hablarle a los convencidos.

Hay organizaciones, entre ellas IMPA que creen en este proyecto; la organización Libre del Pueblo, que es la que nos vienen acompañando desde el principio. Cuando digo acompañando, es con su presencia en la calle cada vez que salimos a manifestar reclamando la liberalización de la televisión. En cuanto a la adquisición de equipos, aparecieron organizaciones con las cuales tenemos una relación política y muchísima afinidad que fueron haciendo sus aportes. A esto se sumó el que toda nuestra militancia hace aportes mensuales para el canal, o sea, no solamente no cobramos sino que ponemos plata y eso nos generó la posibilidad de llegar hasta donde hemos llegado. Como nuestro talón de Aquiles sigue siendo la cuestión del financiamiento, hemos desarrollado y profundizado toda la beta de aplicación a subsidios del Estado. Logramos toda una serie de subsidios bastante importantes que nos permitieron asumir este tránsito a digital sobre todo porque la Ley de Servicio de Comunicación Audiovisual tiene un artículo que dice que el organismo que regula los medios debe destinar parte de la plata que el organismo recauda a través de gravámenes a la televisión comercial, al sostenimiento de la migración a digital de los medios comunitarios. A partir de ahí se abrió un fondo de fomento concursable, que también era parte de un reclamo nuestro, que el Estado tuviera una política de producción y fomento y poníamos como ejemplo Venezuela que, para el sostenimiento de estos medios y para garantizar la diversidad, la pluralidad, debe ser apoyado por el Estado teniendo en cuenta que somos el sector que hemos sido más perseguido, que hemos sido más decomisado, que no hemos tenido ninguna posibilidad de crecer.

El problema que se sigue manteniendo es la dificultad de construir un ingreso mensual que permita sostener una estructura. Es decir, cuando nosotros concursemos el 19 de mayo y en junio se abran los pliegos y empecemos a emitir en televisión digital vamos a tener que estar de lunes a domingo, 14 horas emitiendo, entonces no es solamente una tarea militante sino una labor que a su vez es profesional. Por eso nuestro desafío en este momento es la construcción de rentas por lo menos para poder empezar a trabajar con una estructura mínima de cuatro o cinco compañeros. Estamos hablando de algo básico que pueda sostener esta estructura al aire. Y bueno lo que estamos haciendo en este camino es hablando con sindicatos, con organizaciones populares que son las organizaciones que pensamos que tienen que sostener a su propio medio que es Barricada TV.

Definitivamente la Ley de Medios en Argentina ha generado algunos espacios importantes de participación, porque el hecho de que ustedes estén concursando para poder transmitir en digital, el hecho de que estén viendo con expectativa las posibilidades de financiamiento indica que se abren posibilidades de democratización. ¿Es así?

– Sí, es un tema de discusión, nosotros desde Barricada TV siempre tuvimos una posición de apoyo a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual con planteos críticos; por ejemplo nos parece y nos sigue pareciendo que nombrar a este sector como sin fines de lucro por la herramienta legal y no por sus objetivos y forma de funcionamiento es un problema porque hay situaciones que son muy desiguales. No es lo mismo un medio dependiente de una gran cooperativa que tiene toda una dimensión y una capacidad financiera y cuenta con alguien que actúa como gerente y una planta de empleados que un tipo de medio como Barricada TV, cuya propiedad es colectiva y no hay un patrón y alguien que recibe las ordenes y ejecuta, entonces eso genera muchas complicaciones a la hora de la aplicación de la ley. No obstante nos parece que es una ley de avanzada que reserva el 33% del filtro para éste sector, que no es poca cosa, es importante y que intenta ser desconcentradora. Sin embargo, la aplicación de la ley ha sido mucho más pobre que las expectativas que su discusión generó.

Cada medio de comunicación tiene una intencionalidad política. ¿Cómo definirías la contrainformación, los medios alternativos? ¿por qué hay que generar medios contrainformativos?

– De las consignas que tiene Barricada TV es por una subjetividad revolucionaria y por un arma de combate para los que luchan, eso está directamente ligado a lo que vos planteas de por qué la necesidad de la contrainformación. Son consignas que organizaron el funcionamiento del canal en relación a las organizaciones populares, a la militancia política, la dimensión de la construcción contrainformativa en todas las noticias que son las que no ves y una subjetividad que tiene que ver ya con la idea, con la proyección hacia adelante, con el objetivo de esta experiencia que es construir otro imaginario. En este punto los medios alternativos y la contrainformación son fundamentales porque si bien no podemos decir que los medios de comunicación de masas generen efectos directos sobre las audiencias, sin ninguna duda bajo criterios que son ideológicos imponen los temas que son los que toda la sociedad va a discutir, entonces es necesario, pensamos nosotros, instalar otros temas como agenda mediante nuevas formas de tratar las realidades, y es desde otras perspectivas justamente desde donde salen la disputa del sentido común dominante y ahí van de a poco construyendo un nuevo sentido, construyendo una nueva subjetividad: qué es lo importante, que es lo que hay que discutir, qué es lo que la sociedad debe prestar atención y preocuparse.

Una de las nuevas maneras de pensar en una nueva subjetividad es, por ejemplo, cuando Hugo Chávez hablaba del Socialismo del siglo XXI. Yo puedo tener un montón de preguntas sobre qué es el Socialismo del siglo XXI pero con esta frase se instaló en la agenda latinoamericana la palabra socialismo después de todo un periodo larguísimo en el que nos hablaban de fin de la historia y durante el cual no se podía pronunciar la palabra, entonces y pese a las dificultades, se vuelve a poner este tema en la agenda y en discusión.

Eso es la construcción de otra subjetividad. Barricada TV y los medios populares en general tenemos que cumplir una función de apoyatura a eso de instalar nuevas ideas, nuevos conceptos, o traer viejos conceptos que han sido tan importantes para los pueblos, ponerlos en discusión, plantearnos la segunda y definitiva independencia, plantearnos que todo eso es una tarea por realizar y realizable, que es en definitiva lo que el capitalismo hasta ahora ha venido logrando contra nosotros al tratar de convencer que la revolución es un sueño, es una utopía y que es irrealizable.

Con ese criterio muy gramsciano de trabajar por generar un nuevo sentido común anotas que en Barricada TV no van por los convencidos sino a conquistar el gran público. ¿Cómo lograrlo cuando los medios hegemónicos tienen prácticamente dominadas a las grandes audiencias?

– La perspectiva indudablemente es muy gramsciana y en Barricada TV hablábamos de cómo Gramsci trabaja la idea de la guerra de movimientos, la guerra de posiciones, cuando se refiere a las trincheras y casamatas. Dijimos entonces que Barricada TV será una de esas trincheras y casamatas y de ahí salió el nombre. Esta es una tarea que indiscutiblemente no puede cumplir un medio de comunicación solo, es decir un medio de comunicación no reemplaza la organización popular, es una herramienta con una dinámica propia, pero una herramienta de esa organización popular que hoy pensamos que es fundamental porque también es uno de los grandes frentes donde buena parte de la lucha de clases hoy se dirime.

Uno de los escenarios es el de la comunicación y de hecho el papel que las grandes empresas periodísticas cumplen en la región está marcando eso. Ahora, indudablemente partimos de una desigualdad y una diferencia de poder muy grandes y eso hace que sea todo muy dificultoso pero no pensamos que esto sea una tarea que de por si un medio de comunicación cumple sino que tiene que ser parte de un plan mucho más integral articulado a un proyecto político transformador. Qué es lo que vemos: en los momentos en los cuales se agudiza la lucha de clases también te encuentras que el tipo de materiales que nosotros producimos es mucho más reflexionado por su público.

En Argentina en los años 70s se dio una experiencia interesante que nosotros admiramos, pensando que queremos llegar a eso: el diario Noticias, que estaba vinculado a Montoneros y el diario El Mundo que por su parte tenía vinculación con PRT, eran periódicos de masas, que se vendían masivamente en los kioscos. Estamos hablando de un periodo de la historia de Argentina con una gran movilización popular, un desarrollo de conciencia dentro del movimiento obrero enorme y que por lo tanto había un público para esos medios, entonces es dialéctica esa relación, creo que lo que podemos hacer desde estas experiencias es tratar de construir lo mejor posible bases más sólidas para estar mejor parados en estas oleadas de luchas, que no son una cosa progresiva sino que puede haber grandes saltos y que nos encuentre en el mejor lugar posible. Junto con esto indudablemente hay toda una discusión que tiene que ver con la tecnología y con las llegadas: si hoy salís en la televisión por aire no te va a ver nadie y es un impedimento que es tecnológico y que además es político y en televisión digital pasa algo similar, lo cual es un obstáculo a superar.

Ahora supongamos que no existen ninguno de esos impedimentos, entonces ahí sí que logramos ingresar al cable porque la ley obliga a las cableras a meternos dentro del área de cobertura si estamos legalizados, bueno ahí también hay toda una disputa que tiene que ver con nuestra capacidad como pueblo de construir géneros y formatos populares que gusten, que entretengan, que nos podamos animar a trabajar el entretenimiento de los programas de la tarde, los programas para la mujer, la telenovela, cómo hacemos para tomar esos formatos que al mercado le funcionaron tan bien para estupidizarnos y cómo hacemos para darles vuelta para construir otra cosa, para romper la forma. Son discusiones que son históricas y que creo que cada contexto de cada coyuntura política da una respuesta diferente pero que indudablemente tenemos que tratar de construir un lenguaje televisivo que esté bueno, que sea visible, que no sea un plomo, que entretenga al otro lado, que al otro le dé ganas de mirarlo precisamente porque no apelamos solamente al militante sino que queremos llegar al vecino y vecina común y corriente que por ahí tiene una subjetividad de derecha y que podemos cambiar. Tenemos que abrir otros escenarios y para eso creo que hay que estar en la calle y ahí si traigo el ejemplo de Rodolfo Wlash, que estaba en la calle permanentemente escuchando qué era lo que la gente común y corriente decía y con ese registro construía su trabajo, construía su periodismo, construía una novela que todo el tiempo quería escribir y que no quería terminar de escribirla y escribía sus cuentos. Me parece que ahí está la clave en escuchar y escuchar permanentemente lo que pasa en la calle, escuchar al pueblo y tratar de construir productos que tengan calidad y esa calidad no quiere decir una norma técnica de calidad sino quiere decir cómo construimos otros formatos.

¿Por qué para ti y para el periodismo alternativo argentino pero también latinoamericano la figura de Rodolfo Walsh es paradigmática?

– Bueno hay distintas ópticas, como distintos lugares para verlo. Creo que Rodolfo Walsh era él cuando decide sumarse a una organización político-militar y era una persona madura y grande, no un joven a quien otro lo llevaba como dicen, aunque así no sea. Rodolfo Walsh se suma a Montoneros a los a los 42 años y la verdad que él permanentemente se quiere sacar de encima a ese estatuto intelectual para ser un combatiente, para ser un militante más. Creo que eso impacta en su obra, en este sentido es una figura multidimensional pero que tiene un nivel de compromiso y de entrega con lo que está haciendo, que pasa de ser un intelectual comprometido a un intelectual orgánico y a convertirse directamente en un combatiente, y desde el punto de vista periodístico es muy interesante porque sienta las bases de un periodismo popular que permanentemente se preocupe por llegar al otro, por lograr llegar a amplias capas de la población y que además tiene un gran preocupación con el tema de la verdad porque hay un problema entre los medios populares, que muchas veces tendemos a editorializa y a exagerar todo el tiempo. Rodolfo Walsh era un obsesivo de la verdad, de ir a buscar el dato, chequear y constatar. Aunque podríamos discutir que es la verdad, pero ese compromiso con ella también impacta en el tipo de periodismo de investigación que él trabajo. Y es justamente esa verdad la que sacude todas sus ataduras. Entonces creo que tiene que ver también con eso, con una opción militante y con hacer del periodismo una herramienta útil, útil para la verdad y en definitiva para la emancipación.

Fuente original: http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/Ediciones106/nota2.htm