Ante la marcha mundial de la marihuana 2008 celebrada el 10 de mayo, DIAGONAL dialoga con el director de la revista ‘Cáñamo’, una referencia editorial del movimiento antiprohibicionista, editada en Barcelona. DIAGONAL : ¿Qué balance hacéis después de más de diez años de andadura ? GASPAR FRAGA : Si nos fijamos en la idea originaria […]
Ante la marcha mundial de la marihuana 2008 celebrada el 10 de mayo, DIAGONAL dialoga con el director de la revista ‘Cáñamo’, una referencia editorial del movimiento antiprohibicionista, editada en Barcelona.
DIAGONAL : ¿Qué balance hacéis después de más de diez años de andadura ?
GASPAR FRAGA : Si nos fijamos en la idea originaria que supuso la fundación de la revista, nos sentimos bastante frustrados porque no hemos alcanzado nuestra principal reivindicación. La revista se fundó con la intención de informar y defender los derechos del consumidor y cultivador. Llevamos 11 años persiguiendo el mismo objetivo, reformar la Ley Corcuera, la Ley 1/92 de protección de la seguridad ciudadana que se concibió para la gente que abandonaba las jeringuillas en los parques. Este fenómeno social que en su momento dio lugar a la creación de esa ley ha desaparecido. La ley actualmente es utilizada como un modo de persecución para la juventud por parte de la policía, que los registra principalmente por la pinta que llevan excusándose en la Ley Corcuera.
D. : ¿Crees que se ha cumplido el objetivo que dio origen a Cáñamo ?
G.F. : Cuando salimos al mercado éramos los únicos, ahora hay dos revistas gratuitas, tres revistas de pago, tres ferias internacionales que se celebran en España… Es decir, hemos abierto la puerta a un mercado que hoy cuenta con más de 400 tiendas de autocultivo (growshops). En las ferias internacionales y congresos nos dicen que es la mejor revista del tema que hay en el mundo, por encima de la High Times de EE UU que es la decana internacional. El prestigio se lo debemos a la gente que trabaja en la revista y sobre todo a sus colaboradores.
D. : ¿Os consideráis parte de un movimiento social ?
G.F. : Sin duda. Un movimiento social que pugna por unos derechos que están siendo conculcados a diario por la Ley Corcuera. La aplicación actual de esta ley viola derechos constitucionales del individuo. En este sentido hay una reivindicación que se resume en la frase de J. Stuart Mill : «De la piel para adentro, el individuo es soberano», aunque el movimiento no es liberal.
D. : ¿Qué retos tiene el movimiento ?
G.F. : La excesiva individualización provocada, por un lado, por el peligro de que a un cultivador le sancionen y, por otro lado, la facilidad de acceso a todo tipo de sustancias ilegales. ¿Para qué se va a meter la gente a reclamar nada o reivindicar más ?
D. : ¿Cómo se vincula el movimiento español con el movimiento europeo e internacional ?
G.F. : La marcha global, que empezó llamándose en 1999 Million Marijuana March en Nueva York, actualmente reúne ya a más de 200 ciudades de todo el mundo, lo que da una idea del valor de este movimiento. En Europa está ENCOD, una organización que aglutina a todas las asociaciones del movimiento antiprohibicionista con la que hemos estado en el Parlamento Europeo varias veces.
D. : ¿Qué posición defiende la revista respecto a otras sustancias ?
G.F. : La misma que con el cannabis. Hablamos de todo lo que es el mercado negro y de todas las drogas ilegales que hay y que están a disposición de cualquiera. Es más fácil conseguir unos gramos de farlopa que una caja de valium. Dada esta situación lo mejor es informar debidamente. Las instituciones dan una información sesgada y creen que se hace apología de las drogas si te informan debidamente de qué es lo que vas a consumir y qué riesgos conlleva.
D. : ¿Qué actitud tienen los partidos políticos hacia el cannabis ?
G.F. : Si los de la derecha del PP ya eran malos, los del PSOE se han puesto las botas. El número de multas se ha incrementado enormemente en la pasada legislatura de Zapatero. Se dedican a perseguir al pequeño consumidor y no al gran camello. Lo curioso y a la vez hipócrita es que la Ley Corcuera la implantó el PSOE pero cuando subió al poder Aznar, el PSOE le pidió al PP que la quitara. Izquierda Unida ha pedido varias veces ante el Congreso la derogación del artículo 25 de la Ley Corcuera pero…
D. : ¿Qué impide que se avance en la normalización del consumo ?
G.F. : A los laboratorios no les interesa que la gente cultive, puesto que supondría el acceso gratuito del enfermo al cannabis. Lo que quieren es ganar dinero con el Dronabinol, Sativex y Marinol. Las principales barreras son la actitud crematística de la industria farmacéutica y la moral medida en cálculo electoral de unos partidos que podrían facilitar ese avance y que no lo hacen por miedo a perder ese electorado.