En el periódico monárquico de mayor tirada de España están muy nerviosos. Un nuevo diario ha salido a la calle. Público resta público, harto de engaños. Nervios más miedo les ha conducido al rediseño -siempre síntoma de crisis de ventas-. Y, además, recambio en la dirección. Público marca diferencias: – Público no inserta anuncios de […]
En el periódico monárquico de mayor tirada de España están muy nerviosos. Un nuevo diario ha salido a la calle. Público resta público, harto de engaños. Nervios más miedo les ha conducido al rediseño -siempre síntoma de crisis de ventas-. Y, además, recambio en la dirección.
Público marca diferencias:
– Público no inserta anuncios de prostitución» [1] ni publicidad pornográfica. El País sí, como insulto a sus lectores medianamente sensibles. Como hacía Canal+ con sus películas pornográficas, permitidas por los gobiernos de todo signo;
– Público ha manifestado una vocación de izquierda y, de momento, los lectores encuentran cosas jamás vistas en la prensa española del régimen monárquico, mucho menos escritas por los ‘intelectuales orgánicos de El País’ denunciados por Juan Goytisolo [2] .
– Público tiene una redacción que no se ha olvidado de la primera lección de las facultades de Periodismo: si un asunto tiene dos versiones, hay que dar las dos, incluso cuando se informa de América Latina. Hay que usar fuentes y no inventarlas. No se puede ‘informar’ en condicional.
La información, como un cerdo
En Prisa tienen la idea de que el periodismo, la información, es como un cerdo, del que todo se aprovecha. Por eso quieren ahora cobrar las citas de sus articulistas. Por eso hasta sacan fruto venal de la ‘formación’ de su personal, a quienes ‘forman’, y cobran, a través de un ‘máster’ con una universidad que nunca ha impartido estudios de periodismo ni de comunicación. ¡Toma ya sumisión universitaria! Una universidad, la Autónoma (?) de Madrid, aunque pública, plegada a los designios del poder mediático, tan bien ejercido en el periódico que empezó una seria deriva hacia lo popular, para dirigirse hoy de lleno, proa al marisco, hacia el modelo del desaparecido diario El Alcázar más duro. De momento, son un alcázar mediático y guarida de los neocons mediáticos españoles. Son aprendices de Chicago’s boys mediáticos, tal vez de la mano de Moisés Naím, ese Chicago boy ex ministro venezolano desalojado de Miraflores por Chávez y que desde la capital del imperio aprovecha el neoalcázar madrileño para vaciar su ira al mejor estilo del ultraconservador autor de La casa verde, que no cito por innombrable. ¿No llegan a entender que es insultante pensar que alguien decida reproducir los artículos de este realista peruano, que nada hace por Perú, tan amigo de Alan García?
Y grandes manipuladores. Hace pocos días [3] publicaron a cuatro columnas una fotografía en color del hombre muerto en un enfrentamiento habido en Maracaibo. Si primero se dijo por aquí y por allá que se trataba de un choque entre estudiantes chavistas y no chavistas, [4] después quedó clara la vulgar mentira y hasta El País se vio obligado a despejar la duda sembrada. Pero, intoxicador como pocos, aprovechó la aclaración para manipular nuevamente: publicó la foto a cuatro columnas, en color, encima de un texto que hacía referencia al referéndum venezolano de diciembre. Entre la foto y el texto no había relación informativa alguna, pero la trampa del diseño del diario originó que no hubiera deslinde tipográfico entre foto y texto, ni raya ni pleca ni filete ni recuadro -como se enseña en primero de Periodismo en la universidad… en la universidad que ofrece Periodismo, claro, no en la intrusa-, además del tamaño desproporcionado para la foto de una persona fallecida en un altercado estudiantil, sin relación alguna con la información que iba a sus pies. Los recursos tipográficos, por omisión, se emplearon para manipular y confundir. [5] ¿Acaso El País ofrece a cuatro columnas y en cuatricromía todas las fotos de fallecidos al altercados estudiantiles? ¿Da a cuatro columnas las fotos de los muertos en accidentes o peleas? ¿Los da El País en las manifestaciones de ultras que El País apoya que se celebren? ¿Es que las fotos de ese tipo ocupan tal lugar de honor en una sección de política internacional? No, saben muy bien que eso, que es amarillismo, no es periodismo -como se enseña en primero de Periodismo en la universidad que enseña Periodismo-, sino propaganda electoral de los realistas venezolanos, de quien tanto espera la empresa si llegaran al poder.
Hija de papá ex ministro, de Bolivia a Prisa
Por ejemplo, la compra de toneladas de libros de texto de Santillana. Respecto a ese requerimiento de una muchachita que trabaja en Prisa hecho a Rebelión, igual no habría que hacerle el mayor caso. Igual es la hija de algún ministro de algún país latinoamericano, por ejemplo de Educación, que encargó contenedores de libros de texto al grupo imperial cuando estaba en el poder un gobierno más bien de derechas, que son los que son a gusto de El País. Tal cosa -la contratación de la hija de un ex de Educación- sucedió tal que a finales de 2005, y una hija de papá de Bolivia llegó a Madrid. Tal que así. Agradecidos sí que son en el alcázar mediático.
Están nerviosos en El País y a eso obedece la colocación en su dirección a un fiel servidor del amo mediático, un muchacho que a la edad de elegir carrera universitaria entró en la Facultad de Ciencias Químicas y ahora hace química mediática, como la ‘bomba’ fabricada ese domingo donde medio ejemplar estaba dedicado al presidente que más veces ha ganado unas elecciones de todo tipo, pero que a los neoalcazaristas no les merece respeto, más que nada porque los negocios del patronerío en Venezuela no reciben tanto cobijo gubernamental como en Colombia. Por eso, por ejemplo, se negaron hace cuatro días a entrevistar a Carlos Gaviria, líder de Polo Democrático Alternativo, PDA, el partido del nuevo alcalde de Bogotá, la izquierda parlamentaria colombiana, en su visita a Barcelona. El alcázar no se rinde. [6]
Si la generalidad de los periodistas entraron por primera vez en una Facultad de Ciencias de la Información cuando tenían en torno a 18 años, el actual jefe del diario impreso lo acaba de hacer este año de 2007, cuando fue a la Complutense a dar una clase ¿de ética periodística? Menudo atrevimiento. Podría haber hablado de cómo hacer pasar por información lo que es evidente mentira. Por ejemplo, asegurar que se da el cierre de una emisora de televisión, cuando saben perfectamente que las emisoras, de radio o de TV, funcionan con licencia, que la licencia no es permanente y que las licencias tienen un principio y un fin. Y que al llegar a ese final se puede prorrogar o no la licencia -como se enseña en primero de Periodismo en la universidad-. Eso lo saben, pero mintieron descaradamente. Lo saben muy bien en esa casa, porque supieron muy bien cómo conseguir del gobierno español que la licencia que tenían para emitir de una manera, Canal +, se alterara por una licencia diferente. Y nació la Cuatro. Lo saben, pero alteran la verdad sencilla. Y lo sabían, cuando poco después de ‘informar’ del cierre de Radio Caracas TV publicaron que la emisora en cuestión empezaba a emitir por cable.
Ese director-químico, fabricado a imagen y semejanza del perfil neoalcazarista, es aquel muchachito enviado a informar (?) de una cumbre de los globalizadores celebrada en Praga y escribió esta perla, que transcribo, a expensas de que me quieran hacer pagar regalías, dicho sea con esa salvedad:
«Libertad para los presos políticos», gritó entonces la multitud, en referencia a los compañeros detenidos el día anterior. El grito, precisamente en Praga, tenía resonancias históricas, pero los presos políticos a los que se referían esta vez las consignas eran en su mayor parte alborotadores con pelos de colores y máscaras de gas, radicales porque sí, sin más fundamento ideológico que estrellar lunas y coches de lujo, y punks con el pene anillado [7] que orinaban en las calles, poco dados por lo general a discutir sobre la globalización o la miseria en el Tercer Mundo. Excepto media docena, el resto había sido arrestado por daños a la propiedad y fue puesto en libertad a las pocas horas». [8]
Ese diario nervioso y neoalcazarista es el que en alguna ocasión, ¡agárrense el sombrero!, ha usado a la CIA como fuente informativa, algo jamás visto en la prensa razonable del mundo civilizado («La CIA hace periodismo»). [9] Es el mismo diario ‘serio’, ‘de referencia’ y ‘profesional’ que desprecia su propio libro de estilo en tantos apartados, como el que ordena que en conflictos informativos sean escuchadas las dos partes -como se enseña en primero de Periodismo en la universidad-, y cuando la no renovación de la licencia a Radio Caracas TV abre sus páginas a Granier, el dueño de la televisora golpista, pero nada a la otra versión de los hechos, hasta el punto de mentir descaradamente cuando hablaban del cierre de la emisora… y poco después informaron de que la tal emisora empezaba a emitir por cable. ¿Es que acaso no estaba cerrada? ¿O estaba cerrada a cuarto y mitad? ¿O el cierre fue de mentiras? ¿Tal vez acaso la mentira fue la información amarillista de El País?
A todas estas, el comité de redacción mirando para otro lado. Menos mal que despertaron cuando el atropello a la memoria del Che y dieron un ejemplo de honorabilidad, igual de grande que la honorabilidad perdida del diario que fue el mejor y hoy camina hacia el modelo El Alcázar más primitivo. Pero han vuelto -los compañeros de redacción- a la tranquilidad de la siesta.
Algunas de estas cuestiones le fueron preguntadas este miércoles último a Miguel Ángel Bastenier, directivo del diario alcazarista, pero no tuvo las agallas precisas para responder a la dama que se las hizo en público, en el auditorio de la Casa América de Madrid, él, nervioso también. Ferrán Montesa, director de Le monde diplomatique, edición española, lo presentó como ‘periodista de El País‘. Son muy decididos cuando tienen el papel todo para ellos, pero después tienen incapacidad intelectual para explicar el apoyo del diario al golpe de Carmona, a los casos de manipulación expuestos o a los atropellos mediáticos del diario imperial, que ahora insulta pensando que alguien desee reproducir las baboserías del Vargas Llosa. ¡Por favor!
Cuando le hicieron estas preguntas al ‘periodista de El País‘, aparte de no tener la alteza moral de contestarlas, aseguró que si hubiera sabido que le iban a preguntar esas cosas no hubiera ido. ¡Que altura intelectual, cuánta gallardía!
No sé si se han dado cuenta en el diario neocons y realista, pero acaban de escribir una nueva página negra en la historia del periodismo español, eso de querer cobrar por una cita, que sí es una pretendida forma de censurar a los que se atreven a hacer la crítica al imperio mediático del que todavía algunos de sus lectores no se han percatado a qué juega exactamente.
Igual su nuevo director está mirando a algún apéndice ajeno, para ver si va anillado.
[¿Por qué he escrito este artículo? Como diría el presidente Zapatero, él, referido a la defensa de Josemaría Aznar, «Ésta es mi forma de ser patriota» … 😉 ] [10]
* José Manuel de Pablos es catedrático de periodismo en la Universidad de La Laguna (Tenerife) y autor de los libros Amarillo en prensa y El periodismo, herido. Estudios que delatan divorcio entre prensa y sociedad: ‘El País’ como referente. Correo: [email protected]
[1] Suelto publicado a diario, por ejemplo en la página 55 del ejemplar del 15 de noviembre de 2007.
[2] Juan Goytisolo, Vamos a menos, artículo aparecido a regañadientes en El País, edición del 10 de enero de 2001, páginas 11 y 12.
[3] «Muerte en la universidad», El País, sección de Internacional, domingo 4 de noviembre de 2007, página 12.
[4] Para que vean la manipulación de la agencia Europa Press en un telegrama del 3 de noviembre de 2007, titulado «Al menos dos estudiantes mueren durante una protesta ente chavistas y antichavistas en Venezuela», que en el primer párrafo ya quedaba desmentida, la mentira al descubierto: «Dos personas, una alumna de la Universidad del Zulia, en el extremo occidente de Venezuela, y un hombre, murieron hoy durante una protesta debido a la suspensión de las elecciones estudiantiles en dicha universidad, según informó la Policía.» O sea, que la fuente oficial, la Policía, dice lo contrario de lo que dice el título. ¿Queda clara la manipulación?
[5] Interesados, ver Tipografía para periodistas, donde se explica el buen uso y el uso perverso de la tipografía para hacer buen y hacer mal periodismo.
[6] Ha sido… Público, quien recibió las declaraciones del colombiano Gaviria. «Las FARC son bastantes reacias a un proceso de paz con Uribe», por Gorka Castillo, viernes 21 de noviembre de 2007, página 4.
[7] El subrayado es nuestro, para que se advierta la delicadeza y fineza intelectual de quien se fija tanto en los detalles que mira lo ajeno. (Nunca habíamos leído nada parecido ni con tanto desprecio escrito, tan de extrema derecha, El Alcázar, renacido.)
[8] El País, 28-9-2000, p. 70, reproducido del artículo de Samuel Toledano Buendía «Manifestantes, radicales y anarquistas. La prensa española busca el quién de la antiglobalización», publicado en Revista Mexicana de Comunicación, Fundación Manuel Buendía, México, en http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/Tables/RMC/rmc92/prensa.html
[9] «Miramedia: La CIA hace Periodismo / El sistema informativo escrito en condicional y especula no es periodístico». Revista Razón y Palabra – TEC de Monterrey, México, diciembre de 2003.
[10] Despacho de la agencia Efe, obtenida en un mitin del PSOE celebrado este último domingo en Málaga (Andalucía). El párrafo completo -me vuelvo a exponer a que mi amigo Alex Grijelmo, otro hombre de El País en un puesto clave- me haga pagar por la cita. Me expongo, pues. Dice: «Esa es mi forma de ser patriota, ese es para mí el auténtico patriotismo; y espero que sirva de lección para que entre españoles, entre los representantes políticos, fuera de España no haya ni un ataque, ni una descalificación ni a nuestro país ni a ningún dirigente de nuestro país». ¡To-re-ro!