El gran capitalismo bancario-financiero europeo durante décadas proporcionó dinero fácil para que los gobiernos conservadores y corruptos de Grecia compraran armas fabricadas en Alemania y Francia, supuestamente para defenderse de Turquía, que también aspira a ingresar a la Unión Europea. El poder financiero ahora cobra con sangre y quiere estrangular por hambre a los griegos, […]
El gran capitalismo bancario-financiero europeo durante décadas proporcionó dinero fácil para que los gobiernos conservadores y corruptos de Grecia compraran armas fabricadas en Alemania y Francia, supuestamente para defenderse de Turquía, que también aspira a ingresar a la Unión Europea. El poder financiero ahora cobra con sangre y quiere estrangular por hambre a los griegos, mientras se propone adueñarse alegremente de los activos de la nación.
La rapiña europea es el repetido leit motiv que resuena en la exigencia de privatizar absolutamente todo el sector público, para apoderarse de sus empresas, servicios e infraestructuras, tales como agua, luz, fondos de pensiones, puertos, aeropuertos, autopistas, etcétera, bajo el pretexto del «salvataje». Para dorar mejor la píldora, aseguran que si Grecia no sucumbe ante Alemania y Francia, el euro se desmoronaría y toda Europa estaría en riesgo.
Los banqueros europeos, al igual que sus pares estadounidenses, siempre se benefician de las ganancias ilegítimas obtenidas gracias a la creciente desregulación de los mercados financieros, pero siempre consiguen que sus lacayos del mundo político hagan pagar a sus propios pueblos las pérdidas derivadas de las crisis provocadas por sus delitos especulativos. Queda claro que la Unión Europea es tan asimétrica como cualquiera otra región del mundo. Tiene países definitivamente pobres, otros que podrían llamarse «emergentes» y unas pocas naciones verdaderamente ricas y hegemónicas, como Alemania y Francia. En Europa también impera la desigualdad, como en el resto del orbe.
El cacareado segundo rescate de Grecia, aprobado esta semana por el parlamento ateniense, tiene la impronta de algo ya vivido en esta prolongada crisis, como aquellas pesadillas recurrentes. «La historia vuelve a repetirse», como dice el tango de Tinelli y Cadícamo.
«Lo que le estamos pidiendo al gobierno de Papandreou es algo casi imposible de lograr», dijo el euro diputado verde Daniel Cohn Bendit ante el Parlamento Europeo. Pero no lo dijo en estos días, sino hace más de un año, durante los debates sobre el primer paquete de ayuda a Grecia. En mayo de 2010, Cohn Bendit advirtió que Alemania ni Francia podrían jibarizar jamás sus sistemas de pensiones con la rapidez y ligereza que venían exigiéndole a Grecia. El llamado «Dani, el Rojo» durante la revolución estudiantil francesa de mayo de 1968, todavía fue mucho más al hueso, en la primera versión del actual remake de la tragedia griega. Sus palabras de mayo de 2010 tienen hoy plena vigencia:
«Es evidente que durante cuatro meses hemos estado emborrachando la perdiz. Es evidente que nos hemos equivocado. Es evidente que, con esos titubeos, hemos estado dando pábulo a los mercados y a la especulación. Por lo menos, los miembros del Consejo [de Europa] responsables deberían decirlo, deberían decir «es culpa nuestra». La Sra. Merkel [Alemania], el Sr. Sarkozy [Francia], no sé en realidad qué papel juegan… Lo que le estamos pidiendo al gobierno de Papandreou es algo casi imposible de lograr. Yo le pido a Ecofin [Consejo de Asuntos Económicos y Financieros, de la Unión Europea] y a los presidentes de los gobiernos que piensen si ellos mismos son capaces de hacer en sus países reformas como las que le estamos pidiendo a Grecia.
«¿Cuánto tiempo haría falta para reformar el sistema de pensiones en Francia? ¿Cuánto tiempo necesitaría Alemania para arreglar sus pensiones? ¡Y le estamos pidiendo a Papandreou que lo cambie todo en tres meses! Están siendo Uds. totalmente irracionales, y prueba de ello es lo que ahora está pasando en Grecia. No le estamos dando a Papandreou ni a Grecia el tiempo necesario para encontrar una solución consensuada. No existe en Grecia una identificación con el Estado. Existe tan sólo el «cada cual a lo suyo». Y eso es lamentable. La culpa es de todos: décadas de corrupción de la clase política en Grecia. ¿No deberíamos tratar de convencerles con prácticas y no sólo con decretos? ¡El consenso hace falta crearlo! Y ya verán Uds. lo que va a pasar en España cuando empiecen los problemas. Ya verán en Portugal. Quiero decir con esto que debemos inspirar una actitud de responsabilidad, y no pedir lo imposible. Creo recordar que alguien dijo hace tiempo «¡Quiero que me devuelvan mi dinero!» [alusión a la llamada «cobradora de morosos» Ángela Merkel recordando una frase de la también conservadora ex primera ministra británica Margaret Thatcher, que en el Consejo Europeo de Fontainbleu de 1984 dijo : I want my money back]. Y ahora queremos ganar dinero a costa de los griegos. ¡Porque de eso se trata! A nosotros nos prestan al 1,5% o al 3% y nosotros le prestamos a Grecia al 3,5% o al 6%. ¡Estamos haciendo negocio a costa de los griegos y eso es inadmisible!»
Cohn Bendit también sacó a la luz aspectos ocultos de la cobranza a Grecia que imponen Merkel y Sarkozy: multimillonarios pagos pendientes por ventas de armas:
«Y finalmente, existe también otra manera de prestar ayuda a los presupuestos de Grecia: tomar de una vez la iniciativa, como Unión Europea que somos, de fomentar el desarme en la región. Una iniciativa política para el desarme entre Grecia y Turquía. Una iniciativa política para que las fuerzas armadas turcas se retiren del norte de Chipre [isla ocupada parcialmente por Turquía desde 1974]. ¡Si en el fondo somos unos hipócritas! En los últimos meses, Francia le ha vendido seis fragatas a Grecia por 2.500 millones de euros. Helicópteros por 400 millones. [Aviones] Rafale de combate por 100 millones cada uno. Mis «espías» no han sabido decirme si fueron 10, 20 ó 30… Y Alemania le ha vendido a Grecia otros 6 submarinos por otros 1.000 millones. ¡Más transparencia! ¡Si somos unos absolutos hipócritas! ¡Les prestamos dinero para que nos compren armas! Si somos de verdad responsables, garanticemos entre todos la integridad territorial de Grecia. Creo que aplicar estos recortes es más eficaz que recortar sueldos de menos de mil euros. Yo le pido a la Comisión [Europea] un poco de justicia».
Fuentes:
-Texto completo del discurso de Daniel Cohn Bendit (Traducción de Pedro Olalla) en:
-Ver video en http://www.periodistas-es.org/economia-y-finanzas/deja-vu-con-el-rescate-economico-de-grecia
Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno