Esta es una hora magnífica para los medios alternativos y comunitarios. Hay que probar en la práctica la capacidad de unidad y respuesta inmediatas. Los medios alternativos y comunitarios de todo el continente están obligados a dar una respuesta monumental y contundente de la mano con las luchas democráticas y revolucionarias de Honduras. No hay […]
Esta es una hora magnífica para los medios alternativos y comunitarios.
Hay que probar en la práctica la capacidad de unidad y respuesta inmediatas. Los medios alternativos y comunitarios de todo el continente están obligados a dar una respuesta monumental y contundente de la mano con las luchas democráticas y revolucionarias de Honduras. No hay tiempo que perder.
El golpe de estado en Honduras, sustentado también con armas de guerra mediática, de guerra de Cuarta Generación, tiene para las oligarquías latinoamericanas objetivos de doble fondo: Descarrilar todo proceso democrático y medir la capacidad de respuesta de los pueblos. Los golpistas quieren fortalecer su moral nazifascista para envalentonarse rumbo a Bolivia, Venezuela, Ecuador… la nueva doctrina de ellos es: América para los golpistas. ¿Nos sentamos a contemplarlo?
Diez tareas de combate para los medios alternativos y comunitarios:
1.Denunciar el Golpe de Estado como una monstruosidad cuya victima primordial es el pueblo y su vocación democrática.
2.Hacer visible que es un golpe contra la clase trabajadora que con su voto decidió un rumbo, un programa y un futuro emancipado de las lacras capitalistas.
3.Hacer palpable que el Golpe de Estado es una inmoralidad, es un acto corrupto, injustificable y delictivo que debe ser sancionado mundialmente.
4.Hay que exhibir los nombres y los rostros de los golpistas. Hacer visible su canallada y permitir que los pueblos del mundo conozcan sus caras y sus obras, sus fechorías y su servidumbre traidora.
5.Hay que llamar a la movilización internacionalista. Proponer manifestaciones, marchas, denuncias y demandas en todo el mundo. Impedir que esta canallada se ahoguen el tiempo y cerrar toda posibilidad de que se legitime la moral delincuencial que cínicamente exhibe su «legalidad» corrupta.
6.Hay que exigir de todos los organismos internacionales acción directa. No sólo declaraciones, no sólo deseos de buena voluntas, no solo palabrería diplomática. Acción judicial internacionalista contra un delito de lesa humanidad consistente, entre mil cosas, en traicionar la voluntad democrática del pueblo.
7.Acción de comunicación política democrática contra el Terrorismo Mediático, desenmascarar a la red multinacional de latifundistas mediáticos y sus cómplices industriales y bancarios. Ponerlos en evidencia, minuto a minuto.
8.Llamar a la Huelga Nacional y a la contraofensiva semántica para derrumbar las mentiras y los bloqueos mediáticos.
9.Plagar el continente con voces e informaciones a favor de las luchas del pueblo hondureño, su historia y sus planes democráticos.
10.Exigir mundialmente para Honduras la restitución de su presidente y la defensa del legítimo derecho del pueblo a darse una Constitución Política nueva, democrática y ratificada desde las bases.
Ningún medio alternativo y comunitario debería estar ajeno a estas tareas. No hay necesidad de sentarse a discutir horas, no hay tiempo que perder, salta a la vista el repertorio de necesidades comunicacionales que en estos momentos agobian al pueblo hondureño y está claro que el rumbo que debemos seguir, y defender todos, es el rumbo que el pueblo hondureño decidió. No los oligarcas. Hay que derrotar a los golpistas.
No se trata de urgencias veleidosas, se trata de actuar organizados con disciplina de combatientes comunicacionales por una comunicación democrática que enfrente la obscenidad golpista, en Honduras y en todo el continente. Esta es una de las tareas de primer orden que debe convocarnos a la creatividad y a los resultados inmediatos. Esta es una de las urgencias de mayor envergadura y desafío. Tenemos a la vista el plan de las oligarquías, tenemos frente a nosotros su calaña y sus servidumbres traidoras. Tenemos ala vista la dimensión criminal de la que son capaces y tenemos a la vista el origen y los fines de sus perversiones asesinas. ¿Qué nos falta?
Esta es una oportunidad magnífica para que el conjunto de los medios alternativos y comunitarios de toda Latinoamérica supere sus crisis de dirección revolucionaria, supere sus atrasos y sus limitaciones organizativas. Esta es una oportunidad para sincronizar las agendas y tareas bajo un plan conjunto internacionalista y democrático capaz de influir decisivamente a favor de las luchas del pueblo hondureño. Esta es una oportunidad magnífica para dar un salto cualitativo y para prorrumpir en la historia como una fuerza comunicacional conciente que deja sentir el peso de su trabajo democratizador en la conciencia movilizada de cada barrio, de cada región, de cada país… oportunidad de oro para demostrar el valor y la audacia creadora y revolucionaria de una experiencia comunicacional nueva que, si en verdad lo es, lo será por su aporte socialista, por su sentido humanista y transformador contra todo el aparato de alienación que impunemente nos ha sojuzgado durante décadas. Esta es una hora magnífica para la Huelga General y para el triunfo nuestro. No podemos desperdiciarla.
Por una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo. Por un Nuevo Orden Socialista y Mundial de la Comunicación, creado desde abajo. Es buena la hora.