Hace algo más de dos semanas desde que se anunció el
cierre de la edición en papel de ‘Público’, tiempo suficiente para reflexionar y leer opiniones sobre el diario, su papel en la sociedad, etc. ‘Público’ no se encontraba en una situación económica muy boyante a pesar de contar con el sustento económico de Jaume Rourès, pero el cierre de su versión en papel
fue una sorpresa, por lo menos para mi.
Muchas personas se estarán dando cuenta ahora de lo que se ha perdido con solo ojear las portadas de los principales periódicos españoles. Dejando de lado posicionamientos ideológicos muy cuestionables (América Latina, Israel, apoyo incondicional a los gobiernos del PSOE…) ‘Público’ se situaba claramente más a la izquierda que el resto de medios y su desaparición afecta gravemente a la pluralidad informativa de la prensa española. Por poner un ejemplo y por increíble que parezca, era el único diario en papel donde podíamos leer periódicamente a premios Nobel que se oponen a la salida neoliberal a la crisis. Así que ahora, en estos tiempos de neoliberalismo salvaje podemos elegir entre la extrema derecha, la derecha, el centro-derecha o no comprar el periódico. El panorama es así de triste,y como recoge Wikileaks: hay más diversidad en los medios de comunicación venezolanos que en España.
Pero ¿hay alternativas? ¿hay posibilidades de que la izquierda tenga un medio de comunicación a la altura de las circunstancias? Tenemos algunos ejemplos repartidos por el mundo, como el caso que traigo a continuación: el de l’Humanité en Francia.
L’Humanité fue fundado en 1904 por Jean Jaurès con una idea en mente: trabajar por la unidad de los socialistas de aquel entonces, en favor de la paz y en la defensa de los más débiles. Después de casi 110 años de historia l’Huma se mantiene a flote mayormente gracias al apoyo de sus lectores/as y suscriptores/as, se difunde diariamente en toda Francia y está considerado como ‘uno de los grandes’ de la prensa francesa a pesar de su escaso número de lectores.
¿Cómo se gestiona?
L’Humanité ha sido siempre el órgano de difusión del Partido Comunista Francés, financiado y gestionado por él desde 1920 hasta 1990, cuando pasó a manos de sus lectores/as y empezó a dar cabida en sus páginas a diferentes movimientos asociativos, organizaciones ciudadanas y partidos de la llamada ‘izquierda anti liberal’ etc, aunque su línea editorial se sigue manteniendo muy próxima al PCF.
En 2001 el periódico dio un paso simbólico al eliminar la hoz y el martillo de su portada y otro paso histórico al abrir su capital a la
Asociación de lectores de l’Humanité y a una asociación llamada
Amigos de l’Humanité.
Estas asociaciones agrupan a lectores/as del periódico, personalidades de izquierda de diferente sensibilidad política, gente del mundo de la cultura etc. Actualmente, ambas asociaciones controlan la mayoría del capital de
l’Huma con lo que se
garantiza la independencia del periódico respecto a los grandes grupos de comunicación, aunque también están presentes en él TF1 (primera televisión privada francesa) y el
Grupo Lagardère (Europe1, Virgin radio, Paris Match, EADS…)
Más que un periódico
L’Humanité va más allá del periódico en sí ya que dispone de varias publicaciones independientes, revistas, suplementos, números especiales… Son estos:
- L’Humanité Dimanche: una revista de actualidad semanal que sale a la venta los jueves.
- Lettres françaises: Dirigida durante mucho tiempo por el poeta Louis Aragon, es una reconocida revista literaria de gran calidad. Aparece el primer jueves de cada mes.
- Communistes: Suplemento de ocho páginas que sirve de órgano de comunicación entre la militancia del PCF. Se reparte junto a l’Humanité todos los miércoles.
- Libres échanges: Un espacio de publicación hecho por y para las/os jóvenes que se publica todos los jueves.
- L’Humanité des jeunes: es una iniciativa a través de la cual una vez al año el periódico es escrito íntegramente por jóvenes. En 2012 el número especial salió ayer lunes.
- L’Humanité des débats: El periódico dedica doce páginas a este espacio todos los viernes donde aparecen tribunas, columnas de opinión, etc sobre temas de la actualidad política y social.
- Los ‘hors-series’: son publicaciones temáticas donde se trata en profundidad sobre temas de actualidad. Aparecen a lo largo del año y suelen venir acompañadas de DVDs, libros y otros materiales. El más reciente trata sobre los 50 años del fin de la Guerra de Argelia.
Fuera del mundo del periodismo el rotativo organiza todos los años una
competición ciclista, además de la famosa
Fête de l’Humanité en el mes de septiembre, un acontecimiento que está instaurado ya en el panorama cultural francés e internacional y que suele recibir una media de 500.000 personas por edición.
Número de lectores/as
En este punto sería bueno hacer algunas comparaciones entre el recién desaparecido ‘Público’ y
l’Humanité, aunque sean medios con una finalidad y una tendencia política muy diferente. Ahí van los datos: La versión en papel de
‘Público’ tenia casi 300.000 lectores diarios según los últimos datos del EGM, frente a los 240.000 de
l’Huma. ‘Público’ también tenía mayor difusión, unos 95.000 ejemplares frente a algo menos de 50.000 que tiene hoy día
l’Humanité. Las cifras son aún más aclaratorias si comparamos las vistas a la web, donde
‘Público’ cuenta con 5,5 millones de usuarios. Conclusión: ‘
Público’ tenía mucho más impacto social que el que tiene l’Humanité y aún así ha desaparecido de los quioscos.
¿Por qué?
Una presencia desigual en Internet
El diario se toma de una manera desigual su presencia en Internet. Por un lado, presta mucha importancia a su web:
l’Humanité fue el primer diario francés en abrir una pagina web allá por 1996, donde se puede leer todo el contenido de sus ediciones en papel con un día de retraso, eso si.
Mantiene en línea además todas las ediciones del periódico desde 1990 con algo más de 400.000 artículos además de la ediciones del resto de publicaciones. Pero otra parte, no se ha tomado hasta el momento muy en serio su presencia en las redes sociales:
una cuenta en twitter poco activa para un medio de comunicación, varios
grupos,
páginas y
perfiles en Facebook… Mejorable.
¿Qué nos queda en España?
Aunque antes de escribir este artículo no he dedicado mucho tiempo a buscar detenidamente, en España tenemos algunos medios de comunicación de izquierdas que pueden servir de ejemplo. A nivel televisivo, el mejor ejemplo que podemos encontrar es
Tele-K, una cadena de televisión de Vallecas que emite en abierto desde 1992 y que tras un parón volvió a emitir recientemente gracias a las donaciones de sus telespectadores/as.
En Internet los ejemplos de
medios alternativos son muchos:
Rebelión,
Tercera Información,
Insurgente,
Kaos en la Red,
Periodismo humano,
LibreRed… aunque tienen un buen número de lectores y su contenido es bastane difundido en redes sociales etc. son solo webs, con lo que tienen un alcance limitado a Internet y a un tipo de lector en concreto. A parte de estas y otras webs existen los cientos de miles de
blogs de militantes y organizaciones de izquierdas, tema que considero sumamente interesante y del que algún día hablaré más detenidamente. Otro buen ejemplo de la blogosfera alternativa son los
agregadores de blogs como
IloveIU etc.
Pensando en la prensa en papel de alcance nacional existe
Diagonal, un periódico que se edita a nivel estatal cada quince días y que cuenta con una tirada de 15.000 ejemplares y algo más de 5.000 suscriptores. Lo interesante de Diagonal está en su voluntad de servir como
herramienta para la transformación social y su
modelo comunicativo:
«no depender del poder es la única forma de poder cuestionarlo».
El mejor ejemplo, a mi parecer, es el de
Gara. Este periódico nació en 1999 gracias a una campaña popular en la cual más de 10.000 personas se convirtieron en accionistas del medio a través de una asociación,
el mismo modelo que sigue l’Humanité. Son estos accionistas los que financian un periódico que tiene una publicación diaria en euskera y castellano, una plantilla de más de 60 personas, se distribuye en el País Vasco, Navarra y el País Vasco francés y cuenta con una tirada diaria de más de 120.000 ejemplares. Este modelo convierte a
Gara en el rotativo más independiente de todos los existentes en España.
A modo de conclusión, se puede decir que aunque existen medios alternativos donde elegir, estos se centran en un tipo de soporte y un lector determinado. Estos medios son un espacio estupendo para informarse sobre ciertas realidades o formarse en ciertas materias, pero la izquierda necesita algo más. Necesita un medio nacional que esté al alcance de todos y que sea capaz de llevar una voz diferente y crítica a los quioscos. Aunque, a mi parecer, muchas veces seguimos cayendo en el error de pensar en un periódico al estilo clásico sin ver que la prensa en papel está cambiando y pronto otras cabeceras se verán en la tesitura de ‘renovarse o morir’ lentamente. Internet lo está cambiando todo, y los periódicos no son una excepción. Pero en fin, esto es otro debate del que quizás algún día también escriba.
Tras esta pequeña mirada sobre el caso concreto de
l’Humanité y de casos como Diagonal o Gara se puede pensar que, efectivamente,
la izquierda puede tener un medio de comunicación nacional, con varias publicaciones, varios soportes…
pero tendrá que financiarlo y gestionarlo ella misma.
L’Humanité sigue en pie -aunque no sin dificultades- gracias al apoyo popular a pesar de venderse y leerse menos que ‘Público’. Sigamos ese ejemplo ya que si seguimos esperando a que venga alguien con un saco lleno de millones de euros bajo el brazo volveremos a fracasar, no sólo lo demuestra ‘Público’,
La Voz de la Calle es un claro ejemplo. ¿A la tercera irá la vencida?