La Comisión de Medio Ambiente del Congreso de España aprobó por unanimidad una proposición que insta al Gobierno español a sustituir, en un plazo de tres años, los 350 millones de bombillos incandescentes (de filamento o tradicionales, de luz amarilla) que actualmente iluminan los hogares españoles por otras de bajo consumo. De esta forma España […]
La Comisión de Medio Ambiente del Congreso de España aprobó por unanimidad una proposición que insta al Gobierno español a sustituir, en un plazo de tres años, los 350 millones de bombillos incandescentes (de filamento o tradicionales, de luz amarilla) que actualmente iluminan los hogares españoles por otras de bajo consumo. De esta forma España se une a iniciativas anteriormente realizadas por Cuba (2005), Venezuela (2006) y decenas de otros países, si bien los diputados españoles sólo mencionaron a Australia como ejemplo para la defensa de su proposición, omitiendo convenientemente a los dos países latinoamericanos.
«El diputado de CiU (Convergència i Unió, una federación de partidos de Cataluña) Pere Macías ha explicado que este texto busca seguir una iniciativa ya desarrollada en otros países, como Australia, que permitiría ahorrar más de un 3% de la electricidad que se consume en España», explica El Mundo de España.
El estatuto exigirá cambiar las 350 millones de bombillas incandescentes existentes en España por otras de bajo consumo y, según el portavoz de CiU, ayudará a las familias españolas a ahorrar un promedio del 20% de su factura eléctrica.
Cuba y Venezuela, omitidos por la prensa española
La prensa española celebra la decisión, si bien se niega a mencionar a Cuba y Venezuela como los pioneros del cambio de bombillos, prefiriendo centrar sus elogios con Australia y el estado de California, en Estados Unidos. Pueden notarse los ejemplos en:
- El Mundo de España, que cita sólo a Australia.
- El País cita únicamente a Australia y Alemania.
- El diario de derecha ABC nuevamente cita a Australia como «el primer país» en aprobar la medida.
- Público, el más decente de los medios españoles, se abstuvo de hablar de predecesores.
Países que han iniciado sustitución de bombillos
Cuba, país que pasó por gravísimos problemas enegéticos durante el llamado «período especial» luego del final de la Guerra Fría, fue pionero en la sustitución de bombillos incandescentes por ahorradores, cuando en abril de 2005 el presidente Fidel Castro informó que se prohibiría la venta e importación de bombillas incandescentes, y en agosto de 2005 inició el cambio de 1,2 millones de bombillos en La Habana. La operación fue completada en 2007. Con esto se logró aliviar los problemas causados por la falla de una importante planta termoeléctrica en el año 2004, que provocó numerosos apagones en la isla.
En Venezuela, la Misión Revolución Energética, realizada por el Ministerio de Energía y Petróleo con la asistencia inicial del gobierno cubano, fue inaugurada el 17 de noviembre de 2006 y ya va por su tercera fase. En la primera fase fueron sustituidos unos 53 millones de bombillos y en la segunda fase unos 15 millones.
El cambio de los bombillos modificó totalmente la apariencia nocturna de los barrios caraqueños, construidos de forma improvisada desde hace 50 años sobre cerros y colinas de la ciudad. Sus tradicionales luces amarillas cambiaron a blancas en cuestión de días luego de que trabajadores sociales venezolanos y cubanos hicieran el cambio de los viejos bombillos de luz amarilla.
La sustitución, sin embargo, provocó un debate politizado en medios privados venezolanos, cuando la oposición afirmó que los bombillos eran «cámaras espías» y que los mismos, al emitir luz fría, causarían depresión a los ciudadanos. Poco tiempo después, los alegatos cayeron en el olvido, tal vez por rayar en lo ridículo.
Si bien la mayoría de los hogares venezolanos ya cuentan con bombillos ahorradores, sin embargo no se ha eliminado la venta de los bombillos incandescentes, que siguen costando la décima parte de lo que cuestan sus sustitutos. Esto causa que muchas familias de bajos recursos adquieran de nuevo los bombillos de luz amarilla cuando los ahorradores se dañan.
En Australia, el anuncio en torno a los bombillos incandescentes se emitió en febrero de 2007, casi dos años después que en Cuba, lo que desmiente las afirmaciones del diario español ABC, que indicó que fueron el «primer país» en promover el cambio. Australia es uno de los países que se ha negado a firmar el Protocolo de Kioto para disminuir las emanaciones de dióxido de carbono, responsable por el calentamiento global.
Italia también emitió una ley en diciembre de 2007, que prohibirá la venta de bombillos incandescentes para 2010. China también dejará de fabricar bombillas incandescentes y cambiará las de su población por bombillas ahorradoras, pero el anuncio se produjo en octubre de 2007. Algunos lugares de Estados Unidos, como California, también han emitido leyes para sacar de servicio los bombillos incandescentes. El caso californiano, firmado por el gobernador republicano Arnold Schwarzenegger en octubre de 2007, no aspira eliminar las bombillas antiguas sino para 2018. Bolivia inició la sustitución de bombillos incandescentes en 2008.
La propia Unión Europea anunció la semana pasada que aplicará un plan para que sus paises miembros cambien bombillos incandescentes por ahorradores, que empezaría a aplicarse en 2009.
Los bombillos, inventados por un… ¿ruso?
Los bombillos incandescentes fueron inventados en Rusia en 1873 por Alexander Nikolayevich Lodygin, quien creó los primeros con filamento de carbono. Joseph Swan, británico, hizo lo propio en su país alrededor de 1878, mientras que Thomas Alba Edison inventó los suyos en Estados Unidos 1879. Los medios masivos generalmente atribuyen a éste último la invención del dispositivo, que ha cambiado muy poco en casi 130 años de historia.
Estos bombillos de luz amarilla consumen entre 60 a 90 vatios, de cuatro a seis veces más que los bombillos ahorradores fluorescentes, los cuales consumen entre 10 a 20 vatios dependiendo del modelo.