Estas no fueron sin duda las noticias del año.El secretismo de la Administración de Bush, los intereses de las corporaciones que controlan los medios y el virus de la autocensura, tan extendido entre los periodistas, impidieron que todas estas historias saltaran a grandes titulares. Si ahora ven la luz es gracias a Project Censored, el […]
Estas no fueron sin duda las noticias del año.El secretismo de la Administración de Bush, los intereses de las corporaciones que controlan los medios y el virus de la autocensura, tan extendido entre los periodistas, impidieron que todas estas historias saltaran a grandes titulares.
Si ahora ven la luz es gracias a Project Censored, el plantel de 25 expertos que lleva tres décadas buceando en el río subterráneo de los medios independientes para sacar a flote las noticias ignoradas por los grandes medios.
«No nos enfrentamos a una censura en sentido tradicional», advierte Peter Phillips, al frente del peculiar equipo de rescatadores de noticias. «No hay una agencia del Gobierno que impida la publicación de estas informaciones, pero sí medios mucho más sutiles de bloquear el acceso o de correr un velo sobre noticias que merecerían haber tenido un impacto mucho mayor».
Muertos y uranio
«El resultado es un recelo cada vez mayor hacia los grandes medios, que ofrecen todos los días un menú de noticias basura y dejan de lado los asuntos que de verdad importan para el funcionamiento de la sociedad», concluye Phillips en la antesala de Censored 2005: las 25 historias de las que casi no hemos oído hablar.
1ª.- Las víctimas de la guerra de Irak. Dada la falta de interés del Pentágono en calcular la cifra de civiles muertos, algunos medios como la agencia AP o el New York Times se lanzaron a hacer tímidamente sus propias estimaciones. La fuente más fiable sigue siendo la de Iraq body count, que calcula el número de muertos por encima de los 10.000. El Pentágono sí lleva un recuento de los soldados muertos (1.002 hasta ayer), pero ha bloqueado sistemáticamente el acceso de la prensa a la base de Dover, a donde llegan a diario los cadáveres. Las primeras imágenes de los ataúdes vieron la luz al cabo de un año de conflicto, por una demanda puesta contra el Pentágono por Russ Kick, director de la web thememoryhole, amparándose en la Ley de Libertad de Información.
2ª.- Altos niveles de uranio en los civiles y en los solados.Como en la Guerra del Golfo, el uranio usado en el armamento de las tropas estadounidenses y británicas está causando graves estragos en la población y en los propios soldados. Se estima que más de 10.000 veteranos murieron en la pasada década por los efectos del síndrome del Golfo, relacionado por los expertos con el uso de uranio disminuido. Según el Uranium Medical Research Center, esta vez hay evidencias incluso del uso de uranio «no disminuido», mucho más radiactivo, en las armas empleadas en Afganistán. La noticia ha levantado la alerta sobre el uso y proliferación de la nueva generación de pequeñas armas nucleares.
3ª.- El abismo que separa a los ricos y a los pobres. El bache entre ricos y pobres en EEUU se ha duplicado en los últimos 30 años y es ya comparable al de los años previos a la Gran Depresión.El 5% de la población tiene en sus manos el 60% de la riqueza.
Asalto al medio ambiente
Los recortes de impuestos de la Administración de Bush están acelerando vertiginosamente la desigualdad social y económica.¿Para cuándo una serie de periodismo de investigación que se titule América rica, América pobre?
4ª.- El asalto del medio ambiente. La Administración Bush ha saboteado desde dentro la Agencia de Medio Ambiente (EPA), ha retocado decenas de normas para servir los intereses de la industria y ha dado un paso atrás de 30 años en los niveles de protección.La Casa Blanca llegó a censurar el término de calentamiento global en los informes de la EPA. Más de 60 científicos, incluidos varios Premios Nobel, dirigieron una carta abierta al presidente pidiéndole que «deje de distorsionar la ciencia con fines políticos».
5ª.- La venta del sistema electoral. La Ley Help America Vote, para evitar debacles como la de las elecciones del 2000 en Florida, estipula el cambio a un sistema de voto electrónico con la vista puesta en el 2006. Más de 50 millones de votos electrónicos se emitirán ya el próximo 2 de noviembre: tres de la cuatro compañías que controlan los mecanismos -Diebold, Sequoia y Electric Sistems and Software- son grandes contribuyentes del Partido Republicano.Los congresistas y senadores republicanos han boicoteado precisamente una ley que pretendía exigir comprobantes de papel, en el caso de que hiciera falta un recuento. La sombra de un pucherazo electrónico planea sobre las elecciones del 2 de noviembre.
6ª.- La conexión entre la política energética estadounidense y su agresiva política exterior. En marzo del 2001, seis meses antes del 11-S, el Departamento de Comercio elaboró mapas detalladísimos sobre los pozos, las refinerías y los proyetos petrolíferos y de gas en Irak. La política energética puesta en marcha por Dick Cheney ha supuesto una dependencia cada vez mayor del petróleo extranjero y una necesidad perentoria de tener «acceso directo» a los suministros foráneos.
Más noticias que se quedaron en medias tintas o en el tintero: el papel de Estados Unidos en el derrocamiento de Aristide en Haití y en el golpe blando contra Chávez en Venezuela; el peso cada vez mayor de los jueces ultraconsevadores de la Federalist Society of Law, a la que también petenecen el fiscal general John Ashctoft y el asesor legal de la Casa Blanca Alberto Gonzales; el espionaje doméstico y la infiltración del FBI en grupos progresistas y pacifistas; la alianza entre los gigantes de la biotecnología y la Administración de Bush para imponer el consumo mundial de alimentos trasgénicos.