Prejuicio: opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal 1 . En las últimas décadas, las formas indirectas del prejuicio han reemplazado, en gran parte de los casos, a formas más directas y evidentes de los mismos que se practicaban habitualmente como el linchamiento, la humillación pública, etc. […]
Prejuicio: opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal 1 .
En las últimas décadas, las formas indirectas del prejuicio han reemplazado, en gran parte de los casos, a formas más directas y evidentes de los mismos que se practicaban habitualmente como el linchamiento, la humillación pública, etc. Actualmente muchos individuos, así como instituciones, que hoy se consideran carentes de prejuicios, continúan manteniendo conductas discriminatorias hacia colectivos minoritarios de maneras menos obvias2. Y, muchas veces, el hecho de denunciar estas conductas es visto como una actuación paranoica y radical por parte de la opinión pública.
Ejemplo de esto es el artículo publicado a doble página por el diario ABC, en su sección Madrid, el domingo 18 de marzo de 2012 con el siguiente titular: Del «todo a cien» a la universidad3, refiriéndose, según aclara su antetítulo, a la segunda generación china en España. El artículo informa acerca de la tendencia a la matriculación en estudios universitarios, que aparentemente se está dando en este colectivo, basada en las cifras de estudiantes chinos matriculados en las universidades Complutense y Autónoma de Madrid.
El artículo describe la actitud inconformista de estos jóvenes, encaminada a superar el estilo de vida sus padres. La imagen que se pretende dar de ellos es positiva, ya que se les asocia con valores como el esfuerzo, el trabajo y el afán de superación, es la otra generación «ni-ni»: la que ni deja de formarse ni de trabajar y tampoco renuncia al disfrute de la vida4. Pero, a su vez, el prejuicio y el elemento discriminatorio contra la identidad y el estilo de vida chinos están presentes a lo largo de todo el texto.
En los tres párrafos en los que se divide el artículo se hace referencia a la occidentalización y a la pérdida de raíces de esta nueva generación, De sus raíces apenas quedan los ojos rasgados. […] Estos chinos a la española ya no quieren montar sus negocios de bazares, restaurantes o tiendas de alimentación, […] (esta generación) está perdiendo sus costumbres y raíces. Lo que la caracteriza es […] que se dedican a profesiones universitarias y son ellos los que eligen lo que quieren ser5. De esta forma se da a entender que gracias al proceso de «españolización» que han experimentado, estos jóvenes chinos están logrando superarse y progresar.
En el segundo y tercer párrafo se recoge el testimonio de dos mujeres chinas que hablan del ocio como algo nuevo que han aprendido viviendo en España: Ahora, todo está cambiando. Los chicos quieren disfrutar de la vida y salen con sus amigos a tomarse un refresco. Eso era impensable hace veinte años6 explica una de ellas, Incluso los que llevamos bastantes años en este país hemos modificado nuestros hábitos. Cuando tengo un hueco me escapo a las islas españolas7 argumenta la otra. Con estas declaraciones se forja un discurso que desprestigia a China, a su sociedad, y a su estilo de vida alimentando la imagen estereotipada del chino esclavo, incapaz de disfrutar de la vida, y sin más miras que ahorrar para sobrevivir. A la vez, en el artículo se prestigia a España y a occidente, mostrándolos como los ejemplos a seguir que están posibilitando el desarrollo personal de los chinos aquí afincados.
El artículo ilustra esta visión con una fotografía a gran escala8, ocupando el centro de las dos páginas, en la que se muestra a un grupo de alumnos chinos, en un aula del máster de español de la UCM, mirando risueños y sonrientes hacia el profesor, simbolizando así la adopción por parte de los jóvenes chinos del estilo de vida occidental. También acompañan al texto de la edición impresa tres ventanas9 en las que se muestran los casos personales de tres jóvenes, un estudiante (al que se refieren directamente con el gentilicio español), una licenciada, y un abogado, los cuales cuentan su experiencia de éxito en España, a modo de ejemplo del progreso de este colectivo en sus diferentes grados.
Según el artículo, si los jóvenes chinos están progresando de esta manera se debe a que están abandonando sus valores y raíces, y a que están adoptando el estilo de vida de occidente. El artículo concluye con un párrafo cuyo titulado Metamorfosis de vida en el que se acaba vaticinando el comienzo de la poderosa mutación china10.
De esta forma, en el artículo se prestigia la figura del inmigrante chino, pero del inmigrante chino que ha adoptado el estilo de vida europeo y, supuestamente, ha abandonado el suyo tradicional. El artículo realmente está celebrando la pérdida de identidad de la población china y promoviendo sutilmente los prejuicios contra ella. Está labrando un estereotipo negativo del chino medio en las mentes de los lectores, a la vez que fomenta la imagen paternalista de España y de occidente asociando a estos con los valores de la civilización y el progreso, legitimando la subyugación del resto de culturas y alimentando así, finalmente, la actitud conformista de los lectores acerca de su realidad más próxima.
Notas:
1 Ver: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=racismo
2 Aronson, Elliot. El animal social, Madrid, Alianza Editorial, 1999.
3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 G. Rivas Tatiana. Del «todo a cien» a la universidad. ABC , Marzo 2012
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