Un reportaje de El País del día 2 de agosto aborda las posibilidades que plantea el programa Google Earth para localizar lugares en cualquier punto del mundo. Bajo el título «Satélites contra crímenes y dictaduras» , relata el supuesto descubrimiento de fosas comunes y campos de concentración en Corea del Norte. La primera curiosidad es […]
Un reportaje de El País del día 2 de agosto aborda las posibilidades que plantea el programa Google Earth para localizar lugares en cualquier punto del mundo. Bajo el título «Satélites contra crímenes y dictaduras» , relata el supuesto descubrimiento de fosas comunes y campos de concentración en Corea del Norte. La primera curiosidad es que el hallazgo lo presentan como casual por parte de un estudiante de doctorado de la Universidad George Mason de Washington, Curtis Melvin, que buscaba monumentos en los lugares que había visitado como turista. Pero si seguimos leyendo observamos que Melvin pudo localizar las imágenes gracias a Joshua Stanton, un abogado que trabajó hasta 2002 para el Ejército de EE UU en Corea del Sur. Y Stanton afirma que aprovechó los datos de un informe publicado en 2003 por US Human Rights Committee, una ONG cuyo director general, mira por donde, es un ex dirigente del Pentágono, Chuck Downs. Parece que el estudiante tiene muchos amigos entre el ejército de Estados Unidos que le ayudan a buscar los monumentos de sus viajes turísticos.
Para redondear el reportaje se incluye una información secundaria sobre «el doble uso de las imágenes sensibles», en referencia a que pueden ser utilizadas por grupos terroristas para cometer atentados. Y es por eso que «Google Earth empezó a negociar directamente con los gobiernos para tranquilizarles. Así acordó borrar las imágenes de las bases británicas en Irak y otras instalaciones».
En conclusión, que las instalaciones de Corea del Norte las descubren casualmente los estudiantes y las británicas y estadounidenses en Iraq se borran para «evitar actos terroristas».