Para quienes no lo sepan, en España, la entidad pública Organización Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (ONLAE) posee un canal informativo denominado Canal ONLAE que, además de una página web, emite una televisión en todas las administraciones de lotería del Estado. El 18 de octubre difundían la habitual información metereológica, los «botes» de […]
Para quienes no lo sepan, en España, la entidad pública Organización Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (ONLAE) posee un canal informativo denominado Canal ONLAE que, además de una página web, emite una televisión en todas las administraciones de lotería del Estado. El 18 de octubre difundían la habitual información metereológica, los «botes» de los sorteos de la semana, alguna foto nostálgica de la lotería nacional y también noticias nacionales o internacionales. Respecto a estas últimas emitieron tres noticias, con un formato de fotografía con un titular. 1ª noticia: foto de la viuda de Orlando Zapata y el titular: «Disidentes: el gobierno ofrece a la familia de Zapata poder salir de Cuba». 2ª noticia: foto de Hugo Chávez y el titular: «Chavez: ‘Algunos se empeñan en relacionarnos con el terrorismo'». 3ª noticia: foto de la ciudad de Nueva York y el titular: «Picasso lleva su obra a Nueva York». El mensaje asociado a cada país es evidente: Cuba-represión, Venezuela-terrorismo, Estados Unidos-cultura. Cada una de las noticias duraba en la pantalla unos 15 segundos, las emitieron una seis veces en el transcurso de diez minutos. En una sola mañana casi llegará a las 200 emisiones, multiplicado todo eso por las cientos de miles de pantallas planas que hay en toda España, todas emitiendo esas tres noticias sin parar y ante un numeroso público que no para de llegar a las administraciones.
Muchas veces cuando hablamos de la creación de estereotipos mediáticos pensamos en los grandes medios de comunicación y olvidamos que, desde el poder, existen numerosos sistemas secundarios que participan en su campaña ideológica: canales de televisión en el metropolitano, en los aeropuertos y, como en este caso, hasta cuando uno entra en una oficina de lotería a comprar un décimo.
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