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Iraq en los medios, la cobertura anestésica

Fuentes: Rebelión

Sin duda la guerra de Iraq está teniendo una presencia constante en los medios de comunicación. No es para menos. Otra cosa es que esas informaciones estén ayudando a comprender lo que sucede, escuchar las opiniones de los diferentes protagonistas o interpretar los acontecimientos. Repasemos algunas anécdotas de los medios españoles sobre la guerra de […]

Sin duda la guerra de Iraq está teniendo una presencia constante en los medios de comunicación. No es para menos. Otra cosa es que esas informaciones estén ayudando a comprender lo que sucede, escuchar las opiniones de los diferentes protagonistas o interpretar los acontecimientos. Repasemos algunas anécdotas de los medios españoles sobre la guerra de Iraq. El 5 de octubre vemos en todas las cadenas de televisión a las dos italianas secuestradas y posteriormente liberadas en Iraq cuando son recibidas por el Papa. De lo que no informó nadie fue de sus declaraciones legitimando la resistencia iraquí, las tuvimos que conocer porque alguien la tradujo de Al Yazzira. Una de las italianas liberadas afirmó que los rebeldes iraquíes tienen razón al combatir contra las fuerzas de ocupación de EE.UU. y su «gobierno títere» iraquí y pidió al gobierno de Roma que retirará las tropas de Iraq. Incluso afirmó que la guerra de guerrillas en Iraq está justificada.

El doble rasero para las muertes también es evidente. La página seis de la edición del 9 de octubre de El País, dedica cuatro columnas para informar de la decapitación del rehén británico en Iraq. Al lado una sola columna para la muerte de diez asistentes a una boda en Faluya por un bombardeo norteamericano. Y es que cada muerte tiene un valor en los medios de comunicación.

En cuanto a la evolución del conflicto, algunas informaciones rozan el absurdo. Todos los periódicos del 12 de octubre recogen la entrega de armas de los chiíes iraquíes en primera página como un éxito en el proceso de pacificación del país. Cuando uno lee la letra pequeña, como en los contratos, observamos que esta entrega consistió en que «en total, en la comisaría de Al Habibiya sólo hubo ayer tres entregas. En otro centro policial los agentes aseguraban que sólo recibieron un puñado de armas y en el tercero no recibieron nada».

La guerra de Iraq comienza a ser cubierta con el mismo modelo que el conflicto arabe-israelí. Una enumeración de atentados y acciones militares, seguida de un recuento de muertos y heridos. No hay testimonios de víctimas -en realidad apenas nunca hemos oído hablar a un iraquí de la calle-, ni conocemos las posiciones políticas de la resistencia. Tampoco se nos explican las propuestas, iniciativas u opciones que dan terceros países.

Estamos ante una cobertura anestésica que pretende narcotizar a la opinión pública sobre el conflicto para que lo asuman como inevitable y sin posibilidad de intervención. Lo han conseguido en Palestina, allí un ejército establece como objetivo militar asesinar niños, le pone nombre al operativo, Días de Penitencia, mata cincuenta en una semana y no sucede nada. Ahora a por Iraq.

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