Israel libra junto a su ofensiva militar en la franja de Gaza una guerra de propaganda en todo el mundo, con un arsenal mediático que incluye vídeos en YouTube y debates en Facebook, pero su victoria no está para nada clara. Numerosos gobiernos han criticado la envergadura de la ofensiva lanzada contra Hamas en la […]
Israel libra junto a su ofensiva militar en la franja de Gaza una guerra de propaganda en todo el mundo, con un arsenal mediático que incluye vídeos en YouTube y debates en Facebook, pero su victoria no está para nada clara.
Numerosos gobiernos han criticado la envergadura de la ofensiva lanzada contra Hamas en la franja de Gaza, la ONU ha puesto el grito en el cielo por los ataques que el martes golpearon una de sus escuelas y los periodistas extranjeros están furiosos por la prohibición de entrar en el territorio palestino.
Las imágenes de padres abrazando desolados a sus hijos muertos y de los hospitales desbordados han dado la vuelta al mundo, despertando la ira entre decenas de miles de personas que se manifestaron en varias capitales para protestar contra una ofensiva que ha matado a casi 700 palestinos. Varios sitios web israelíes habrían sido blancos de ciber-ataques.
La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, declaró al presidente israelí, Shimon Peres, que la imagen del Estado hebreo había quedado «destruida» por su rechazo a escuchar los llamamientos internacionales a un alto el fuego.
Por su parte, el movimiento islamista Hamas se ha concentrado en los medios árabes, descartando tener una presencia en los medios occidentales.
Israel trata de concentrar la atención del mundo en los ataques con cohetes lanzados por los islamistas contra el sur de su territorio, desplegando una campaña sofisticada de relaciones públicas.
El ministerio de Defensa colgó además vídeos de ataques israelíes contra blancos de Hamas sobre YouTube y el gobierno trata de organizar debates en Facebook. El teniente coronel de reserva Olivier Rafowicz, movilizado en Sderot, a una decena de kilómetros de la franja de Gaza, reconoce que el ejército envía mensajes de texto a los periodistas cada vez que un proyectil palestino provoca daños o víctimas, con su versión sobre la localización del impacto y sobre los afectados.
Una periodista de la AFP comprobó que el ejército organiza para los periodistas visitas organizadas en minibús a Sderot para que tomen las imágenes de los daños provocados por los cohetes y entrevisten a los habitantes.
Israel ha contratado a una empresa británica de relaciones públicas empleada en el pasado por los gobiernos libanés y norirlandés. «La lógica mediática está controlada globalmente por Israel», explica Dominique Wolton, especialista de medios de comunicación en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en París.
Sin embargo, el Estado hebreo «no ganará la batalla de la comunicación porque el desequilibrio de fuerzas (con Hamas) juega en su contra», declara.
Para Charles Tripp, profesor de ciencias políticas medio-orientales en la School of Oriental and African Studies de Londres, en Europa «las duras imágenes de lo que viven los civiles en Gaza tienen seguramente un impacto mucho más importante que las de portavoces israelíes hablando sobre la guerra contra el terrorismo».