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La buena onda de Kirchner

Fuentes: Rebelión

A través de un decreto de necesidad y urgencia, el presidente Néstor Kirchner otorgó a las empresas que poseen las frecuencias televisivas y radiales de nuestro país, una prórroga de las licencias que les permite seguir conservando el monopolio de la comunicación por diez años más.La mayoría de  los medios periodísticos informaron esta mañana la […]

A través de un decreto de necesidad y urgencia, el presidente Néstor Kirchner otorgó a las empresas que poseen las frecuencias televisivas y radiales de nuestro país, una prórroga de las licencias que les permite seguir conservando el monopolio de la comunicación por diez años más.

La mayoría de  los medios periodísticos informaron esta mañana la nueva noticia: por medio de un Decreto, el Gobierno Nacional otorgó la extensión de las licencias para el uso de las frecuencias de Radio y Televisión por el término de una década.
    La Ley de Radiodifusión  fue creada  por la Dictadura Militar en 1980, con el propósito de poseer el control de los medios que les permitiese favorecer su imagen que, por entonces, ya estaba bastante deteriorada. Recordemos que tres años después ese régimen llegaría a su fin.  Junto con esto,  la comunicación resultó un negocio que quedaba en manos de unos pocos. Así, la mayoría de la población se vio impedida de acceder a estas frecuencias porque la Ley prohíbe su utilización a las organizaciones sociales, como cooperativas, ONG’s, mutuales y otras, por no perseguir fines de lucro, condición necesaria que determina esta Ley para la comercialización de las ondas que llevan los mensajes a los hogares argentinos. Las empresas que se beneficiaron con la dictadura hoy son multi-medias y ejercen el monopolio de los medios de comunicación. Estas son el grupo Clarín, que es el más extendido y posee el diario del mismo nombre, además de Radio Mitre, Multicanal y varios más; el empresario Daniel Hadad es dueño de Canal 9 y Radio diez, entre otros; Telefónica grupa a Telefe, Radio Continental y varias  emisoras más.
   Con esta medida, el presidente Néstor Kirchner tira por tierra su retórica de que no se va  dejar dominar por las presiones de los sectores poderosos. Éstos, desde hace tiempo, venían empujando para que se les extendiera la concesión y, al conseguirlo, sienten un gran alivio porque  la Ley otorga licencias por diez o quince años y algunas de ellas estaban a punto de cumplir ese plazo. Ahora seguirán ampliando sus negocios.
    Mientras, los medios alternativos, llamados ilegales, en los próximos días tratarán de hacer volver atrás esta medida por la vía judicial; hoy mismo los beneficiados muestran su gratitud con una encuesta que indica que nuestro presidente, en sus dos años de de gobierno, prácticamente no ha tenido mella en su imagen, pues los resultados muestran que casi un ochenta por ciento de la población acepta su gestión y como en octubre próximo habrá elecciones en todo el país, seguramente allí también, estos poderosos de los medios de  comunicación, sabrán agradecer la buena «onda» de Néstor Kirchner diciendo que todo marcha bien. Entonces podremos como decir el periodista deportivo Ezequiel Fernández-Moores: «Estamos informado de todo, pero no nos informamos de nada».