El asesinato del Fiscal Cuarto de Ambiente y de Competencia Nacional, Dr. Danilo Anderson, es un crimen que nos obliga a una profunda reflexión nacional, que conduzca a un reencuentro con nuestro propio ser como ciudadanos. A la vez implica una revisión sobre los contenidos presentes en algunos medios de difusión masiva, que lejos de […]
El asesinato del Fiscal Cuarto de Ambiente y de Competencia Nacional, Dr. Danilo Anderson, es un crimen que nos obliga a una profunda reflexión nacional, que conduzca a un reencuentro con nuestro propio ser como ciudadanos. A la vez implica una revisión sobre los contenidos presentes en algunos medios de difusión masiva, que lejos de estimular la sana convivencia, alimentan la violencia y la confrontación, en una dinámica que parece no tener fin.
Las diversas investigaciones y el seguimiento de las informaciones de los medios realizados por el Observatorio Global de Medios durante los últimos tres años, permiten afirmar que en ciertos contenidos expresados por algunos periodistas y articulistas estaba presente el odio y la incitación a la violencia. Se le daba cabida a sectores políticos de absoluta postura antidemocrática y se publicaban editoriales y artículos donde se clamaba por una salida violenta del conflicto venezolano. Los programas llamados «de opinión», de algunas radioemisoras y canales de televisión, habían devenido en tribunas de legitimación de agresiones violentas. Si bien la intensidad de ese tipo de mensajes ha aminorado en los últimos meses, todavía persiste cierta tendencia en ese sentido.
En cambio, se hace sentir la ausencia de un periodismo de investigación que profundice en las causas de los grandes problemas nacionales, con sentido crítico y equilibrio en el tratamiento de la información. Precisamente, en la agenda de un verdadero periodismo de investigación debería estar presente la indagación sobre aspectos que esclarezcan las causas de los problemas y así contribuir para que triunfen la paz y la justicia frente a la violencia y la impunidad.
No basta con lamentar el asesinato del Dr. Danilo Anderson. Es necesario que los medios y los periodistas rectifiquen, que las instituciones gremiales fijen una clara posición frente a la responsabilidad que les corresponde a los periodistas y a los medios en la difusión de mensajes que puedan estar legitimando las acciones terroristas.
El Observatorio de Medios, durante todo ese período, ha llamado la atención sobre el manejo tendencioso de la información, y por qué debía ser evitado. En este momento Venezuela enfrenta la disyuntiva de profundizar una convivencia pacífica y democrática o, por el contrario, permitir que el país sea víctima del más atroz de los terrorismos: aquel donde las víctimas podemos ser todos.
A los medios de comunicación social y a los periodistas corresponde un alto grado de responsabilidad frente al futuro inmediato del país.
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