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Colombia

La doble moral de los medios burgueses

Fuentes: Anncol

Las monstruosas criaturas creadas por la oligarquía con la labor mediática de medios como El Tiempo, hoy los atacan a ellos mismos. No recuerdan que ellos han sido permanentes azuzadores de la guerra y apoyadores del proyecto narco-paramilitar que hoy vuelve sus armas contra sus progenitores. ‘Cría cuervos y te sacarán los ojos’, reza el […]

Las monstruosas criaturas creadas por la oligarquía con la labor mediática de medios como El Tiempo, hoy los atacan a ellos mismos. No recuerdan que ellos han sido permanentes azuzadores de la guerra y apoyadores del proyecto narco-paramilitar que hoy vuelve sus armas contra sus progenitores. ‘Cría cuervos y te sacarán los ojos’, reza el proverbio.

Ante las amenazas de que son objeto el director de El Heraldo, Gustavo Bell Lemus, y dos periodistas de esa casa, el diario El Tiempo editorializa rasgándose las vestiduras -como es su costumbre- cuando ‘la violencia’ toca algún elemento oligárquico.

Igual posición no adopta cuando los amenazados son periodistas de medios alternativos. Nunca hemos escuchado un pronunciamiento condenando las persistentes y ya consuetudinarias amenazas de muerte contra Carlos Lozano Guillén, director de VOZ, el periódico de los comunistas. Tampoco cuando han amenazado y obligado al exilio periodistas que denuncian la corrupción del régimen, como los casos de Fernando Garavito y Daniel Coronell.

No hemos escuchado su solidaridad con Vanguardia Liberal que es objeto constante de amenazas de los apoyadores del régimen uribista, los narco-paramilitares. Mucho menos cuando las amenazas son para El País de Cali. Tampoco cuando las huestes de «Jorge 40» amenazan a Radio Guatapurí por las denuncias valerosas sobre como se apoderan del erario público de Aguachica y el departamento del Cesar.

Tampoco le escuchamos quejándose cuando llegan las amenazas a las ONG’s de los narco-paramilitares que están en ‘proceso de paz’ con el gobierno de Uribe Vélez, amenazas que se acrecentaron desde comienzos de mayo pasado.

Es una posición de doble moral la de los medios burgueses. Mientras la violencia agenciada desde el estado a través de las fuerzas militares-narcoparamilitares se enseñorea en la población colombiana, los señores editorialistas de El Tiempo guardan silencio cómplice, cuando no tratan de ‘equilibrar la balanza’ presentando a renglón seguido informaciones de supuestos ‘actos repudiables’ de la insurgencia.

Es entendible, pero no justificable, la posición de El Tiempo toda vez que dos de sus cuatro propietarios son miembros de gobierno. Francisco Santos, vicepresidente de la República, y Juan Manuel Santos, parlamentario uribista próximo a ser nombrado ministro de defensa. Porque es ya axioma que desde el gobierno se agencia la política de exterminio del pueblo colombiano.

Igualmente tenemos que señalar que el proyecto narco-paramilitar adelantado por los sucesivos gobiernos, durante el actual con mayor fuerza, ha contado con el apoyo de la casa editorial El Tiempo, que en su doble visión considera justificado el asesinato de los líderes populares, sindicales, gremiales y de organizaciones políticas de izquierda; mientras declara execrables las acciones que tocan a miembros de la oligarquía colombiana, o a personeros del estado.

Hoy El Tiempo se queja de que los cuervos que ellos crearon los ataquen a ellos mismos. El proverbio popular es sabio. Pero en honor a la verdad, el señor Bell Lemus, fue uno de los prohijadores del proyecto narco-paramilitar cuando fue gobernador del Atlántico y también como vicepresidente de la República durante la administración de Andrés Pastrana.

También es fundamental señalar que Barranquilla es una ciudad completamente controlada por las huestes narco-paramilitares de «Jorge 40», el mismo que ha recibido tratamiento de ‘héroe’ por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y fue este señor el que adelantó el exterminio de la ‘lista negra’ de líderes populares y de izquierda elaborada por el DAS -Jorge Noguera Cote- entre los que recordamos al profesor universitario Alfredo Correa D’Andreis.

Conocemos la labor periodística de Armando Benedetti Jimeno y aunque no la compartimos la respetamos. Igualmente conocemos y hemos estudiado muy de cerca la labor periodística seria, juiciosa, de investigación profunda, de Ernesto McCausland, y la valoramos en su justa medida.

ANNCOL ha sido también objeto de amenazas en el pasado, en el pasado reciente y en la actualidad. Entendemos que esas amenazas son por nuestra denuncia del régimen que baña en sangre el suelo colombiano. Nuestra solidaridad con todos los periodistas amenazados se traduce en la determinación de continuar denunciando las atrocidades que éste régimen narco-paramilitar que se ha apoderado de Colombia comete escondiéndose en reivindicaciones sentidas por todos los pueblos como la democracia, la libertad, y la libertad de expresión.