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Proyecto Censurado 2008

La exposición a los tóxicos puede transmitirse a las futuras generaciones como un ‘Segundo Código Genético’

Fuentes: Rachel Democracy - Health News

Traducción del inglés para Argenpress.info de Ernesto Carmona

Al contrario de lo que se creía anteriormente, nuevas investigaciones sugieren que el comportamiento y las condiciones ambientales pueden programar el ADN de los niños. La nueva evidencia sobre cómo los genes interactúan con el ambiente sugiere que muchos productos químicos industriales pudieran ser mucho más siniestramente peligrosos que lo pensado hasta ahora. Está cada vez más claro que los efectos de la exposición tóxica pueden transmitirse a través de las generaciones, de una manera que todavía no se entiende completamente. ‘Esto introduce el concepto de la responsabilidad en genética y herencia’, dijo el Dr. Moshe Szyf, investigador de la Universidad McGill de Montreal. ‘Esto puede revolucionar la medicina. Usted no sólo come bien y se ejercita para sí mismo, sino para su descendencia’.1

El nuevo campo de investigación genética, llamado epigenética, estudia lo que ciertos científicos están denominando como ‘segundo código genético’, un sistema que influye en el comportamiento de los genes en el cuerpo. Si el ADN es el hardware de la herencia, el sistema epigenético sería el software. El sistema epigenético posee una suerte de conmutador que determina cuáles genes actúan («on») y cuáles no (‘off’) y que cantidad de cierta proteína pueden producir.

Este sistema de conmutación determina qué material genético de cada célula influye en la creación de proteína, cuáles proteínas serán manufacturadas, en qué secuencia y en qué cantidad. Las proteínas, que son los bloques del edificio de nuestro cuerpo, también son los productos químicos y las hormonas de nuestro organismo que determinan, en gran parte, cómo miramos, cómo nos sentimos, incluso cómo actuamos.1

Ahora, parece que este sistema químico de conmutación también puede actuar al revés. En la mayoría de los casos, los cambios epigenéticos (cambios del DNA por las actuales condiciones ambientales) no pasan de los padres a sus descendientes. Los científicos todavía no están seguros cómo, pero los genes al parecer emergen «limpios’ después de que la esperma fertiliza al huevo. Sin embargo, de acuerdo con datos recientes, la noción que cautiva a algunos investigadores es que los cambios genéticos influidos por nuestra dieta, nuestro comportamiento o nuestro ambiente, puedan traspasarse de generación en generación.

En promedio, cada año el gobierno federal registra 1.800 nuevos químicos y cerca de 750 de éstos se encuentran bajo la forma de productos que apenas pasaron pruebas para la salud o efectos ambientales. Las malas noticias sobre la contaminación química están creciendo constantemente, mientras el número de nuevos productos químicos continúa aumentando sin parar. Muchos críticos de los productos químicos y de la industria farmacéutica están renovando sus advertencias de que las agencias gubernamentales que aprueban nuevas drogas y productos químicos cambiaron la práctica del «principio de precaución» por la regla «esperemos primero a que no haga ningún daño».

En 2005, la Unión Europea respondió a esta situación aprobando una nueva ley llamada Registro, Evaluación y Autorización de Productos Químicos (REACH, su sigla en inglés), exigiendo que los productos químicos estén debidamente comprobados antes de que se vendan, no después. Como dicen en Europa, ‘ningún dato, ningún mercado’. Al mismo tiempo, la industria de productos químicos de Estados Unidos y la Unión Europea -más la Casa Blanca- comenzaron a trabajar horas extras con tal de derribar el esfuerzo europeo de decretar la REACH. Esos esfuerzos han fallado, sin embargo, y la ley REACH ha sido adoptada por la Unión Europea en diciembre de 2006.2 Las compañías químicas todavía luchan a través de EEUU y Europa para ver cómo responderán a los nuevos requisitos.

Citas 1. Anne McIlroy, «Chemicals and Stress Cause Gene Changes That Can Be Inherited,» Globe & Mail, March 11, 2006. See http://www.precaution.org/lib/06/prn_code_2.060311.htm. 2. «European Parliament OKs World’s Toughest Law on Toxic Chemicals,» San Francisco Chronicle, December 14, 2006.

Actualización de Peter Montague

Básicamente, esta historia nos dice que las influencias ambientales (como la dieta y la exposición de nuestra madre a los productos químicos tóxicos) son lejos más importantes para nosotros de lo que nadie sospechaba hasta apenas hace una década.

Resulta que las influencias ambientales nos forman a partir del momento de la concepción hacia adelante, y los meses y años más tempranos de la vida son los más importantes. Esta llamada ‘programación fetal’ y nuestro primer medio ambiente (la matriz) pueden determinar qué clase de enfermedades nos afligirán más adelante en nuestra vida. Además, algunas de éstas tempranas influencias pueden ser heredadas por nuestros descendientes e igualmente por sus propios descendiente. Su patrón personal de enfermedad pudo haber sido fijado tanto por la dieta de su abuela como por su exposición a los tóxicos.

Estos resultados implican que guardar los productos químicos industriales tóxicos fuera del ambiente es mucho más urgente de lo que nunca se había pensado previamente. Estas no son noticias agradables con más de 1.000 productos químicos incorporándose cada año al consumo casi sin ninguna salud o test de seguridad. En mayo de 2007, un grupo de doscientos científicos provenientes de cinco continentes redactaron un documento de consenso (la ‘Declaración de Islas Feroe’) donde previenen que la exposición temprana a los productos químicos comunes permite que los bebés tengan más probabilidades futuras para desarrollar enfermedades serias más adelante en su vida, incluyendo la diabetes, el déficit de atención, ciertos cánceres, desórdenes de la tiroides y obesidad, entre otros.

Notablemente, los científicos urgieron a los gobiernos a no esperar por una mayor certeza científica sino a tomar ahora la acción preventiva para proteger a fetos y a niños contra exposiciones tóxicas.

Most of the mainstream press continued to tiptoe around this story, with a few important exceptions, until May 2007 when the Faroes statement blew the story open. Now that it is out in the open, we’ll have to see if the mainstream press has what it takes to explain the far-reaching ramifications of these findings.

La mayoría de la gran prensa continuó caminando de puntillas alrededor de esta historia, con algunas excepciones importantes, hasta mayo de 2007 en que la declaración de las Islas Feroe sopló abiertamente la historia. Ahora que está a campo abierto, tendremos que ver si la gran prensa corporativa aborda el tema para explicar las ramificaciones de gran envergadura de estas investigaciones.

La mejor fuente de la información sobre este tópico (y muchos otros) es http://www.environmentalhealthnews.org. Busque por ‘epigenetics,’ ‘ fetal programming’ o ‘ gene expression’.

Fuente:
Rachel’s Democracy & Health News, October 12, 2006
Título: «Some Chemicals are More Harmful Than Anyone Ever Suspected»
Autor: Peter Montague

Estudiantes investigadores: Kristen Kebler and Michael Januleski Evaluador
Académico: Gary Evans, M.D.

http://www.precaution.org/lib/06/ht061012.htm