El hecho es que las fantasías destructivas que se le atribuyen a Irán se basan en una única frase: «Israel must be wiped off the map». Ninguna frase ha sido tan asociada al presidente iraní, Ahmadineschad, como esta: «Israel debe ser borrado del mapa». El único problema es que él nunca ha pronunciado esa frase. […]
El hecho es que las fantasías destructivas que se le atribuyen a Irán se basan en una única frase: «Israel must be wiped off the map». Ninguna frase ha sido tan asociada al presidente iraní, Ahmadineschad, como esta: «Israel debe ser borrado del mapa». El único problema es que él nunca ha pronunciado esa frase. Ahmadineschad nunca ha utilizado las palabras «wipe» o «map». La versión original persa es bastante menos marcial que la traducción que las diferentes agencias han hecho pública, y de la traducción inglesa en la que estas se basan.
Para evitar malentendidos: existen bastantes exabruptos de Ahmadinedschad en los que se expresa de manera estúpida, descarada y racista acerca de Israel. No se trata de defender a Ahmadinedschad, sino de la honradez del periodismo. A ello corresponde citar de manera correcta también al adversario político, sirva también para valorar de manera realista las diversas opciones políticas.
¿Qué es lo que ocurrió entonces? El 26-10-2005 Ahmadinedschad hizo unas declaraciones en una conferencia, cuyo título rezaba: «El mundo sin sionismo». Se encontraban allí las agencias de noticias más importantes de occidente, que hicieron las siguientes traducciones de la frase de Ahmadinedschad:
-arrancar Israel del mapa (AFP)
-borrar Israel del mapa (AP, Reuters)
-exterminar Israel (DPA)
Sin embargo, lo que A. literalmente dijo es: «In rezhim-e eshghalgar bayad az safhe-ye ruzgar mahv shavad»
Lo que significa: Este régimen de ocupación debe desaparecer de las páginas de la historia. O, expresado de manera menos pomposa: «El régimen de ocupación debe ser historia»
Esto no es ninguna llamada a la guerra de exterminio, sino la exigencia del fin de la ocupación de Jerusalén.
Una cita de Jomeini
En este contexto, resulta interesante la traducción de Memri (Middle East Research Institute). Memri valora medios de comunicación árabes y persas y traduce sus artículos, noticias etc. Este instituto, fundado por un antiguo oficial del servicio secreto israelí, y en modo alguno sospechoso de simpatizar con el régimen iraní, suele ser atacado con frecuencia por desfigurar, supuestamente, contenidos informativos de medios persas y árabes. De todas maneras la traducción de Memri es mucho más precisa que las de las agencias occidentales. La versión de la frase de Ahmadinedschad ofrecida por la agencia oficial iraní Isna, que coincide con la publicada por Memri dice:
«This regime that is occupying Qods must be eliminated from the pages of the history» Qods – la santa- es el nombre persa (y también árabe) para Jerusalén. La traducción de Memri es sólo imprecisa porque emplea el verbo transitivo «eliminar», en vez del intransitivo «desaparecer»: es decir, expresa una intención participativa en el objetivo, en vez de un deseo de un desarrollo «pasivo» como sería el expresado mediante el verbo desaparecer. En persa el verbo Mahv shodan es intransitivo, el contrario del verbo intransitivo eliminar.
Por otra parte, se ha obviado el contexto en que Ahmadinedschad habló. Su expresión fue, de hecho, una cita de Jomeini, y aquel añadió, que el régimen de ocupación israelí debía desaparecer, como en su día desapareció el régimen del Schah, como Jomeini había profetizado. Este añadido aclara aún más, que Ahmadinedschad no exigió la desaparición de Israel, o la eliminación del pueblo judío, sino un cambio de régimen. Cualquier otra cosa carecería de sentido en este contexto – a menos que queramos creer, que Jomeini, al oponerse durante los años setenta al Schah Al reza, buscaba la desaparición del pueblo iraní- Otro detalle demuestra que ni entonces Jomeini ni hoy Ahmadinedschad albergaban fantasías destructivas: Jomeini hizo sus declaraciones en los años ochenta. Entonces Israel proveía gran cantidad de armas al Irán de Jomeini – esto es, depreciando la endiablada retórica se llevaban a cabo suculentos negocios bajo la mesa…
Medios de comunicación angloparlantes han alertado sobre una traducción incorrecta. Jonathan Seele escribió ya en «The Guardian», el 2 de junio de 2006:
– No se trataba de ninguna amenaza militar. Ahmadinedschad exigió el fin de la ocupación de Jerusalén, en algún momento, en el futuro. La expresión «page of time» acerca la idea de que él no creía que fuera a suceder pronto. Esto no quiere decir que Jomeini, al hacer en primer lugar aquellas declaraciones, o Ahmadinedschad al repetirlas, tuvieran la intención de jugar un papel activo en la consecución del objetivo
Una amenaza para su propio pueblo
La reacción al supuesto exabrupto de Ahmadinedschad (Wipe off the map) fue contundente: El primer ministro israelí convirtió la cita errónea del presidente iraní en una prueba incontestable de la intención destructiva del pueblo judío, una ocasión ideal para alertar sobre la amenaza nuclear de Irán sobre Israel. Esta supuesta amenaza nuclear y la supuesta amenaza verbal deben poder justificar un ataque militar a Irán en cualquier momento
La argumentación de Olmert es de cualquier modo ambigua: todas las conclusiones de los servicios secretos apuntan a que Irán está muy lejos de la construcción de una bomba atómica (al contrario que Israel). Y los mandatarios iraníes (sea lo que sea la opinión que nos merezcan) no serían tan estúpidos como para emplearla. Su instinto de supervivencia es muy grande, y su supuesto odio hacia Israel es mucho menor de lo que a menudo se cree, – véanse los negocios de armas entre los dos países en los años ochenta –
De cualquier modo resulta sorprendente cómo puede llegarse a olvidar la lógica de nuestras suposiciones tan rápidamente. Durante los ocho años en que el reformador iraní Mohamed Jatami estuvo al frente del gobierno iraní, los medios occidentales no se cansaron de repetir que su poder estaba demasiado limitado como para llevar a cabo las reformas necesarias, y que este poder estaba en manos del revolucionario Ali Jamenei. Es él quien decide sobre la paz y la guerra, y quien establece las líneas generales de la política iraní. Y de repente parece haberse olvidado todo: Ahmadinedschad se ha convertido para los medios occidentales en la figura determinante, aquel que toma las decisiones clave. Sin embargo, antes como ahora, esta figura sigue siendo Ali Jamenei. Y Jamenei se esforzó en limitar las consecuencias del torbellino mediático en los días posteriores a la charla de Ahmadinedschad: «Irán no agredirá a ninguna nación». También el ministro de asuntos exteriores iraní Manutschehr Mottaki se expresó en esta línea. Sólo Ahmadinedschad no se apresuró a corregir la equivocada traducción de sus palabras.
El único país al que Irán quiere atacar y de hecho ataca, es Irán. Pues el régimen iraní es de hecho una amenaza mucho más grande para su propio pueblo que para cualquier otro país del mundo.
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Traducción: Mariano Pastrana Sepúlveda