En un batiburrillo de ideas, conjeturas, suposiciones, banalizaciones y deseos malintencionados, que solo está a su alcance de su ineptitud periodística, y su bajísima calidad humana, el diario La Gaceta de Intereconomía, publica en su edición digital del 3 de febrero una supuesta noticia que asegura que: «Los sindicatos dan por diseuelto el 15M«. La […]
En un batiburrillo de ideas, conjeturas, suposiciones, banalizaciones y deseos malintencionados, que solo está a su alcance de su ineptitud periodística, y su bajísima calidad humana, el diario La Gaceta de Intereconomía, publica en su edición digital del 3 de febrero una supuesta noticia que asegura que: «Los sindicatos dan por diseuelto el 15M«.
La torpeza dialéctica de esta piara de sádicos comunicadores es de tal envergadura que, raro será encontrar una manzana sana en su cesto de manzanas podridas.
Procedamos a la disección de este nuevo atentado contra los ciudadanos que perpetra esta banda de fanáticos ultraderechistas:
El titular ya huele desde lejos, desde muy lejos. A La Gaceta le da realmente igual quien pretenda firmar el acta de defunción del mayor movimiento ciudadano democrático de la historia de España. Incluso les da igual si la pretendida muerte es cierta o no; lo único que sabe, aunque todos los demás ignoremos el porqué, es que la deseada muerte del 15M le conviene a sus ideales y a los intereses de sus defendidos.
La Gaceta nunca ha hablado bien de los sindicatos, y menos aún les ha dado ninguna razón o credibilidad, pero ahora es distinto. En esta ocasión, la palabra de los sindicatos es para La Gaceta, palabra del señor. O más propiamente dicho, palabra de UN señor, Javier López, y la interpretación interesada y tergiversada que La Gaceta hace de ella. En la «noticia» se dice que Javier López, secretario general de CCOO Madrid, afirmó que «los jóvenes del 15M empiezan con mucha fuerza pero son muy inconstantes y no se puede contar con ellos». Más adelante se dice que Cayo Lara, coordinador general de IU, dijo: «es que hay que ir a las universidades a dar un discurso». Estas son, para La Gaceta, todas las «actas de defunción» del 15M. Lean la «noticia» completa y no encontrarán más actas de defunción; tan solo encontrarán todo tipo de referencias a asuntos que nada tienen que ver con la pretendida noticia o con temas colaterales, pues en su lugar se prestan a referir todo tipo de banalidades al parecer ocurridas durante la última manifestación en favor de Garzón y contra la impunidad de los crímenes del franquismo, con el objetivo estúpido y pertinaz de desprestigiar a los únicos que en política se preocupan, mejor o peor, por los intereses de las personas trabajadoras y honradas; colectivo éste al que, con toda seguridad no se sentirán adscritos los elementos humanos que conforman La Gaceta y su audiencia.
La fotografía: La foto que ilustra la pretendida «noticia» es de una manifestación contra la impunidad de los crímenes del franquismo, lo que certifica por triplicado los graves problemas mentales que aquejan a la redacción de La Gaceta.
El conjunto: Consigue La Gaceta algo verdaderamente insólito, reunir en una sola «noticia» a todos sus fantasmas y conceptos más irracionalmente odiados, a saber: el 15M, el líder del partido mayoritario de izquierda, los sindicatos, la lucha contra la impunidad del franquismo y aquellos que protestan por la privatización y el expolio de pilares básicos de la sociedad, como la educación. Y todo ello con una ligadura, con una consistencia muy cercana a cero.
Pero esta no es la primera vez que la ultraderecha quiere matar al 15M, en otras ocasiones ya celebraron el mismo funeral consumiendo de una sentada todo el champán, la cocaína o lo que quiera que sea que consuman para poder perpetrar semejantes atentados contra los valores humanos sin caer redondos al suelo y sin que los sesos, en justicia, les revienten.
La voz popular que a gritos profería el 15M nunca ha sido respetada por la ultraderecha, y en particular por este diario, que siempre ha sido especialmente cruel, cínica y falsa con los ciudadanos indignados. Busquen en la hemeroteca de La Gaceta y verán.
Es el deporte preferido de los medios de la ultraderecha: apalear al que protesta por sus derechos, como si pretendieran ser una extensión del brazo de los policías que apalean a sus conciudadanos en las violentas cargas que éstos últimos tienen que sufrir cada vez que abren la boca.
Pegar o criticar al que protesta, y con derecho, por la violación de sus derechos sociales, a cuyo mantenimiento ha contribuido con su esfuerzo y su aportación vía impuestos, es exactamente lo mismo que pegar o criticar a la mujer que acaba de sufrir una agresión sexual. Ese machismo filonazi talibán, ese odio al que ellos, desde su prisma, consideran inferior, es el que caracteriza a medios de comunicación de este tipo, pero sobre todo a quienes los leen, los ven o los escuchan.
Sepan estos terroristas de lo humano que el 15M, como todo lo que representa, solo puede morir de una forma. El 15M morirá cuando no sea necesario luchar por un solo centímetro cuadrado de derechos sociales, cuando no haya que salir a la calle a defenderse del robo privado de los bienes públicos, cuando los políticos impidan, en lugar de permitir, la expropiación al pueblo de los derechos por los que suda cada día. Cuando el pueblo no tenga enemigos, el 15M dejará de tener sentido. Entonces, y solo entonces el 15M habrá muerto.
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