Fragmento y video del programa televisivo Mesa Redonda en celebración del 55 aniversario del diario «Granma», el primer periódico de la Revolución Cubana.
Como desafío esencial yo centraría lo que significa la lucha ideológica contemporánea, que es muy aguda, muy compleja porque es terreno minado el de internet, pero también es una oportunidad para que Cuba pueda mostrar su verdad, exponerla, multiplicarla. Pero en ese escenario se desdibujan las fronteras. Estamos frente a una «fuerza de tarea», diseñada en los Estados Unidos. Las demonizaciones contra Granma no son espontáneas, detrás de ellas hay toda una campaña mediática, que sostiene: ¨Ataquemos a Granma¨, porque están atacando la simbología, el alma también de lo que significa el Partido Comunista de Cuba, y es una manera de deslegitimar, de desacreditar la fuerza del Partido, y apuntando al Partido en su ataque, también apuntan contra la unidad nacional.
En toda esa campaña de odio, como dijo recientemente el Presidente Miguel Díaz-Canel en nuestro Consejo de Ministros, hay campañas de linchamiento a las que estamos asistiendo, de odio visceral y del más grosero, que tiene diversas expresiones y todas se articulan, porque hay un sistema de medios privados, que también articula esas campañas. Un sistema que está tratando además de crear paralelismos con nuestra sociedad civil, y buscarse voceros de una sociedad civil proyanki. Todo eso se está estimulando con ese sistema, con supuestos líderes de opinión prefabricados, que también persiguen todo ese entorno complejo de agresión, que nosotros no podemos subestimar.
Hay un pulso por capitalizar toda la simbología y la verdad de la Revolución, pero más allá de eso están apostando a que funcione mucho más la emotividad que la racionalidad, y buscan la manera de centrar una matriz de opinión, de establecerla, y después, que esa matriz manipuladora, distorsionadora, sea la que prevalezca. Es un espacio [el de las redes] en el que tenemos que crecernos porque muchas personas se inhiben, porque las personas no quieren ser centro de esos ataques, porque además uno se siente por supuesto mal, porque es una agresión con toda la hostilidad.
Tenemos la responsabilidad, como periodismo, de seguir formando a un receptor crítico, que no sea víctima de esas manipulaciones, que tenga capacidad de reaccionar frente a ese escenario tan complejo.
Hay un George Soros (1), que está como tanque pensante de los demócratas, y también tenemos a los hermanos Koch (2), pensando toda esa maquinaria, que están viendo las posibilidades de expandir el capital a través de todo ese escenario, y Cuba ahí es un bastión de resistencia.
Entonces la guerra mediática esta planteada, no es algo abstracto, y el periódico Granma y su colectivo tienen que crecerse frente a un escenario muy difícil y para eso contamos con colaboradores entrañables, personalidades de la cultura, pues no queremos solo quedarnos en nuestro colectivo, sino hacer que esa familia crezca, porque tenemos que seguir sosteniendo la verdad del país, con todo lo que implica el pensamiento antimperialista y anticapitalista, la defensa del socialismo, que es esa formación de conciencia constante, sentimental y emotiva desde el periódico del Partido.”